viernes, 3 de enero de 2025

Magan y Mesopotamia (IV -II milenios aC) (Obras del Museo de Omán a través de las edades, Nizwan, Omán)





Incensarios protegidos por ojos profilácticos (contra el mal de ojos), ss. I-II dC




Incensario en honor del dios lunar mesopotámico Sin, ss. I-II dC





Modelo de barca de Magan, cobre, 3000 aC, hallada en la ciudad mesopotámica de Ur (Iraq) 



Modelo de barca de Magan, terracota, 4300 ac, hallada en las tumbas reales de Ur (Iraq) 






Testa de estatuilla femenina de diorita, proveniente de Magan, hallada en la ciudad mesopotámica de Ur (Iraq), 2100 ac 

Fotos: Tocho, enero de 2025


El nuevo Museo de Omán a través de las edades, en la ciudad omaní de Nizwan, expone obras arqueológicas que ponen de manifiesto las relaciones comerciales y culturales entre la cultura de Magan, del cuarto o quinto milenios al segundo milenio, y Mesopotamia, especialmente, la cultura sumero-acadia, del cuarto al tercer milenios.
Magan no era solo la tierra de donde provenían, a través del transporte naval por el golfo Pérsico y el océano Índico, materias primas inexistentes en Mesopotamia como piedras duras como la diorita y metales como el cobre -que también se exportaba hasta el imperio chino (un comercio que perduró a lo largo de toda la antigüedad)-, sino que también exportaba estatuas talladas en piedras duras. 
Esta exportación plantea preguntas acerca del arte sumero-acadio. La estatuilla femenina es de estilo propio del sur de Mesopotamia en el tercer milenio, de la llamada dinastía de Ur III. Mas, el estilo de la estatuaria sumero-acadia, perfectamente reconocible, por ejemplo, a través de la representación de ojos desorbitados, ¿tiene acaso su origen en Magan? 
¿Es fruto de un encuentro cultural, o de cruces a lado y lado del golfo Pérsico? 
O bien, los escultores de Magan ¿tallaron estatuillas de estilo sumero-acadio para la exportación, que satisficieran a la población de la ciudad mesopotámica de Ur? 
¿Se trata de un botín proveniente de Magan, una obra adquirida o intercambiada tallada en Magan, adquirida en Ur y depositada en una tumba en esta ciudad?
Las preguntas que plantea esta obra apuntan en distintas direcciones. Pero todas obligan a reflexionar sobre el gusto y el estilo, sobre el comercio del “arte” (de obras votivas, pero ejecutadas para su comercio) y sobre las relaciones entre las culturas de la edad del Bronce en ambas riberas del golfo Pérsico, culturas que se necesitaban, unas para poder adquirir materias y bienes, y otras por necesidades comerciales -económicas.

El comercio entre Magan (hoy Omán) y Mesopotamia se realizaba por vía marítima, como testimonien maquetas de naves de Magan halladas en tumbas en la ciudad de Ur.

El museo de Omán a través de las edades cuenta con fondos propios y préstamos indefinidos del Museo Británico de Londres, y del Museo Metropolitano de Arte de Nueva York -una cabeza de Gudea, rey neo-sumerio de Lagash, de finales del tercer milenio.
Entre otras obras destacables, vasijas y cajas talladas en piedra blanda, depositadas en las tumbas tronco-cónicas en lo alto de la carena montañosa de Al-Ayn, del cuarto y tercer milenios.

Un museo formalmente desmesurado, con obras de pequeño tamaño sorprendentes, muy bien expuestas.

jueves, 2 de enero de 2025

Tumbas en forma de colmena de Bat y Al-Ayn (Omán, III milenio aC)












Tumbas de Bat 


























                                   Tumbas de Al-Aybn


Fotos : Tochoocho, enero de 2025


La pista discurre en un árido altiplano de piedras, rodeado de altas y desnudas montañas de riscos afilados, posadas sobre la planicie como en un jardín japonés para gigantes.
Tras cruzar un “wadi” -el cauce de un río seco-, la senda asciende sobre una gruesa capa de guijarros en la que las ruedas de los vehículos todo terreno se hunde, giran en el vacío y apenas avanzan entre sacudidas.
El camino, ya a pie, asciende a unos mil metros de altura hasta una carena montañosa a través de una fuerte pendiente pedregosa mientras que al otro lado, una pared vertical cae sobre otro lecho seco de un afluente. 
En apenas unos pocos metros, a lo largo del filo horizontal de la carena, delante del telón de finde de una montaña imponente, de paredes verticales, seguramente inaccesible, dotada con múltiples picos, unas quince extrañas construcciones de piedra seca rojiza coronan la montaña. 
Construidas a lo largo del tercer milenio aC, estas tumbas revelan la prosperidad de la región que vivía del comercio del cobre con Mesopotamia. Las tumbas tronco-cónicas, de unos cuatro metros de diámetro, envuelven interiormente una falsa bóveda a la que se accede por una estrecha apertura triangular orientadas a sur-oeste. La  mayoría están en buen estado de conservación. Se desconocen qué visión del más allá ofrecen, pero su ubicación, de difícil acceso, inaccesibles desde una vertiente debido a la verticalidad de la pared rocosa, dominando desde lo alto, mirando al sol poniente, puede sugerir el deseo de los vivos que los muertos estén lejos y cerca del cielo. 
Las tumbas de Al-Ayn contrastan con las de Bat. Son de la misma época, pero estas últimas forma  parte de una extensa necrópolis cabe una ciudad hoy perdida del quinto milenio, dedicada al comercio del cobre.
Las tumbas de Bat son de mayor tamaño: unos seis metros de diámetro. La falsa bóveda interior se apoya en una pilastra de planta cuadrada levantada en el centro de la tumba. Aunque algunas tumbas se disponen en el altiplano, la mayoría, un centenar ascienden por una carena pedregosa de fuerte pendiente. Las más alejadas del llano se diluyen en la neblina que cubre las cumbres.
Todas estas construcciones, anteriores a las tumbas micénicas y a las construcciones de piedra -santuarios, torres de vigía o de defensa y tumbas- de las islas del Mediterráneo occidental, levantadas con una técnica notable, muchas en buen estado, ubicadas en parajes áridos y yermos -pero salpicados de oasis-, y lejos de la costa, a más de mil metros de altura, denotan la capacidad comercial de Magan, el territorio más rico en metales de Euroasia, capaz de organizar la extracción, el transporte y la venta o el intercambio de sus riquezas, hasta la China, el sur de África y el Mediterráneo.

miércoles, 1 de enero de 2025

Fuerte y mezquita de Bahla (Omán), del politeísmo al islam (IV milenio AC - siglo XVIII)


















































 Fotos: Tocho, Fuerte y mezquita de Bahla (Omán), enero de 2025


Omán es uno de los países árabes islámicos en el que se percibe la continuación entre la arquitectura pre-islámica y el obrar islámico. 
Edificios antes y después de la invasión árabe se superponen perfectamente: la construcción islámica se fundamenta, se apoya en  las trazas de la arquitectura de épocas precedentes, y ni siquiera la exigencia o la costumbre de orientar las mezquitas en dirección a la Meca impide que las construcciones religiosas se desmarquen de la orientación de templos politeístas.
Esta superposición se percibe nítidamente en el fuerte y la mezquita de Bahla. La fortaleza de gruesos muros de adobe, construida entre los siglos XII y XVIII, descansa sobre los restos de un fuerte de época sasánida, anterior al siglo VI dC, bajo los cuales se han desenterrado las trazas de construcciones que remontan al cuatro milenio.
Asimismo, la mezquita, una de las más antiguas de la península arábiga, recubre los muros, a muy poca distancia del enlosado islámico, de una construcción que se remonta al primer milenio aC, y que se supone debía ser ya una construcción sagrada, dado el respeto con el que sus muros fueron tratados.
Lejos de toda destrucción, la arquitectura islámica, en el desierto de la península arábiga , respetó, actualizándolas, las trazas de obras  mesopotámicas también de adobe, visibles hoy bajo los forjados islámicos.