domingo, 29 de julio de 2018

(ARQUITECTURA Y EROTISMO). SÉBASTIEN LAUDENBACH (1973): VIBRATO (2017)



La viuda del arquitecto francés Charles Garnier, autor del edificio de la ópera de París, a mediados del siglo XIX, se recoge ante la tumba de su esposo. No está triste. Recuerda el inmenso edificio que se concibió y se construyó como un templo del placer (musical, sensorial, táctil), una gran nave (y, en efecto, el edificio se asienta sobre una gran bolsa de agua que evita que el edificio sea víctima de posibles temblores de tierra, y de la vibración de las calles circundantes), en la que las estatuas de ninfas desnudadas, los sillones de terciopelo carmesí ceñidos por tallas doradas, las logias almohadilladas, tapizadas por gruesas moquetas que ahogaban los gemidos, el roce electrizante de las telas satinadas, los flecos que enredaban, y las voluptuosas formas abombadas recordasen o suscitasen el placer carnal -que las escaleras y las pesadas cortinas disimulaban al mismo tiempo, aislando a los amantes- que la gran bóveda que cubre la sala, evocando el séptimo cielo, amplificaba al mismo tiempo que cubría.

Sobre este cortometraje de animación, un encargo de la propia Òpera de París, véase el enlace siguiente

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