lunes, 18 de enero de 2016

¿El primer retrato de la historia?




Un retrato es la representación de una persona de tal modo que, a través de los rasgos, gestos y mirada, se perciba claramente su personalidad, su singularidad. un retrato destaca lo que distingue al retratado. acentúa lo característico en detrimento de lo genérico. El dibujo y la pintura, además de la fotografia y las imágenes en movimiento, son géneros artísticos más aptos que la escultura para traducir visualmente lo que el rostro a veces no deja transparentar.
Se ha discutido mucho acerca de la aparición del género del retrato, al menos en Occidente. Se suele pensar que si la retratística renacentista o manierista supo transmitir la vida íntima de una persona a través de la mirada -siguiendo las observaciones de Platón, cuyos textos volvieron a descubrirse y leerse en Occidente a partir de finales del siglo XV-, también se acepta que la retratística helenística, a partir del siglo IV aC, y simultáneamente, etrusca y romano republicana, también se fijó y acentuó los rasgos o las heridas que la vida marca en el rostro, si bien dichos retratos eran siempre funerario, y exaltaban, por tanto, la capacidad del ser humano de resistir a los envites y estragos que el tiempo causa, proporcionando así modelos de comportamiento.

Sin embargo, algún historiador del arte griego emite la hipótesis que el primer retrato fue el busto de Temistocle, general gobernante de Atenas a finales del siglo VI aC, opuesto al gobierno aristocrático y, por tanto, favorecedor del gobierno democrático. Desde luego, Temistocle temía a Esparta cuyo gobierno era una teocracia militar.
El busto, en efecto, acentúa los rasgos pocos favorecedores del estratega. Su retrato se desmarca de la mayoría de las efigies arcaicas y clásicas que, por el contrario, insisten en la regularidad heroica o divina, apolínea, de los rostros de las figuras notables de la política griega: eran seres humanos sin rasgos propiamente humanos.
Por el contrario, el busto de Temistocle remarca todo lo que aleja a Temistocle de Apolo o Adonis. Se trata de la efigie de un bruto, cuya cara es casi deforme.
El busto responde a la definición canónica de lo que es un retrato.
Cabe preguntarse qué ocurrió para que apareciera tan singular obra que cuestiona la historia canónica de la retratística. La causa está ante nosotros. Fue el propio Tesmitocle. Éste se desmarcaba voluntaria y ostentosamente del resto de los atenienses. sus gustos, su manera de vivir, sus opiniones eran chocantes. Buscaba distinguirse. Manifestaba ideas a contracorriente. Llegaría a sostener que Persia no era el verdadero enemigo de Atenas, sino Esparta, o que Atenas debía reforzar no su poderío terrestre sino naval.
Personaje conflictivo, repudiado, desterrado -aunque admirado tras su muerte. Llegaría hasta a pedir refugio en la corte persa. Tesmitocle era un ateniense que no se comportaba como tal.
Y ésta su singularidad es la que resalta el retrato. Acentuando sus rasgos "humanos", se resalta todo lo que lo aleja de los héroes. Se trata de un retrato ciertamente, pero los retratos siempre hurgar en el rostro para captar destellos de humanidad que singularizan y resaltan a la persona. El retrato acerca al retratado a la comunidad, sin esconder virtudes y defectos que son propios de seres plenamente humanos.
Por el contrario, el retrato de Temistocle muestra su animalidad, todo lo que le aleja de los dioses pero también de los ciudadanos. Lejos de ofrecer una imagen cercana, el retrato insiste en su rareza, en su alejamiento de la comunidad. Se trata casi del retrato de un repudiado. Y lo que traduce su repudio es precisamente el ahondamiento en los rasgos plenamente humanos, carentes de cualquier destello heroico.
Faltaban aun años para que Sócrates mostraba su verdadero rostro humano, es decir feo, desproporcionado, anciano, cercano al de un sátiro, una divinidad semi-animal. Con Sócrates el crédito de dioses y héroes había caído. Ya solo existían humanos. Aunque su rostro no era siempre o necesariamente hermoso. pero era común a todos los ciudadanos.  

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