domingo, 3 de diciembre de 2017

La prevención del vicio

La universidad concede becas de colaboración a estudiantes de grado (entre el primer y el último cursos). Éstas permiten que el estudiante ayude en tareas académicas de manera remunerada y se familiarice con el trabajo docente e investigador durante cinco horas a la semana. Las becas son cuatrimestrales pudiendo renovarse una vez. La obtención de la beca requiere que el estudiante se presente un concurso público anual en el que el estudiante debe, en una primera fase, remitir el expediente, un breve currículum donde detalla conocimientos informáticos, de lenguas y de formación académica y extra-académica y un escrito de motivación,  previamente a una segunda fase consistente en entrevista personal oral. Los resultados del concurso u oposición son públicos.
La cuantía de la beca son unos ciento veinte euros mensuales brutos (de los que se descuentan el pago a la seguridad social e impuestos).
La concesión de la beca tiene sin embargo una limitación: el estudiante no puede tener ningún otro ingreso. Toda vez que la universidad exige dedicación plena, no se permite que el estudiante cotice dos veces a la seguridad social. Debe de poder vivir con unos noventa y cinco euros al mes.

Menos mal que los directores de departamento y de facultad así como los altos cargos del rectorado disponemos de tarjetas de crédito oficiales con las que nos podemos pagar algunos extras (viajes familiares, comidas, compra de muebles, limpieza de alfombras, etc.)

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