Fotos: Tocho, abril de 2021
Érase un conocido fotógrafo profesional español, formado en Alemania, que, tras la Guerra Civil española, con la dictadura fascista, temeroso de las fotografías que había tomado que documentaban desmanes de ambos bandos enfrentados a muerte, decidió cambiar de registro, dedicarse a la fotografía comercial y turística y guardar para siempre los centenares de negativos y copias en papel de las fotos tomadas entre 1936 y 1939 en una caja de cartón roja (en verdad, quizá por el tiempo pasado, más bien entre rosa y ocre). Esta caja maltrecha y su contenido no serán descubiertos por los herederos hasta la muerte del fotógrafo y entregados a un museo de Barcelona que ha decidido organizar una gran exposición fotográfica.
Por alguna razón, se pensó que la simple y escueta, sobria presentación de la fotografías, sobre todo de las copias de época de pequeño tamaño, no sería suficiente para atraer la atención del público, así que se optó por pintar las paredes de rojo chillón y del color que mejor cuadra con el rojo, el marrón terroso, inclinar hacia un lado, como si fueran trapecios, los muros construidos para la ocasión y confiando a la buena de dios su encuentro con los muros rectos , y los paneles y los textos de la exposición (con varios tipos de letra, en diversos tonos), evocando sin duda el grafismo vanguardista de los años 30 que practicaba este fotógrafo, ampliar fotografías -que el fotógrafo imprimía a pequeño tamaño- a tamaño de cartel publicitario sobre el que se colgarían las copias de época enmarcadas, y exponer las fotografías formando todo tipo de figuras sorprendentes, escaleras, círculos, aquí y acullá, pero nunca en línea recta o en filas ordenadas, como se suele hacer convencionalmente, de modo que el espectador tuviera la sensación que habría visto un gran y colorístico espectáculo.
No existe el equivalente a los importantes premios Razzie de cine en montajes de exposiciones.
Qué manera de estropear una exposición tan significativa, por un ataque de creatividad en su montaje: no guarda relación ni con la historia de la ocultación de estas fotografías ni con su contenido.
ResponderEliminarSorprende que ningún responsable se haya dado cuenta de semejante despropósito -que causa tanta extrañeza en muchas personas.
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