domingo, 10 de septiembre de 2023

MIKE KELLEY (1954-2012): KANDOR CITY (LA CIUDAD DE KANDOR, 1999-2011)






























Diversas maquetas, hechas de metacrilatos de colores, expuestas bajo campanas de vidrio, de la ciudad de Kandor, constituyen la última obra del artista norteamericano Mike Kelley.
 Podría parecer una broma, o una renuncia, una obra menor, decorativa y apta para el consumo popular. Las colores de las maquetas brillan como si fueran joyas. El tamaño es el de un juguete. Aunque su fragilidad impone así como un cierto carácter sagrado. 

Kandor, capital del planeta Kripton, es la ciudad natal de Superman. El héroe de cómic fue obligado a abandonarla siendo un niño. La ciudad fue reducida a una maqueta por un agente maligno y encapsulada en una botella. Al huir, Superman logró llevársela consigo y ponerla a buen recaudo en la Fortaleza de la Soledad, donde trató, en vano, de devolverla a su tamaño natural y a la vida. Pero no pudo regresar a ella, recorrerla físicamente  y vivir en ella como cuando era un niño. La expulsión, el exilio, la ruptura fueron definitivos. Solo quedo el recuerdo. Superman quedó marcado por la sensación de culpa. Por culpa suya Kandor, la ciudad de sus padres, y donde nació y se crio, fue reducida a nada: miniaturizada, ninguneada. 

Pese a los colores refulgentes, a la imagen lisa, cristalina, brillante, perfecta, Kandor es una ciudad inhabitable, muerta. Superman cargó toda su vida con esta sensación de fracaso.

 Y era precisamente el contraste entre el carácter infantil de la obra y el dolor disimulado el que llevó a Kelley, poco antes de morir, a recrear esta ciudad de fantasía.

Las maquetas se exponen hoy en la exposición antológica en París -véase entrada anterior.

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