jueves, 24 de junio de 2021

El más allá en el reino del Minotauro: el cementerio minoico de Armeni (Creta, Grecia)













 Fotos: Tocho, junio de 2021


Bajo un denso bosque de robles, en un área despoblada, sacudido por el zumbido de los grillos que apenas dejan un respiro, caminos de tierra llevan a unas doscientos cincuenta tumbas minoicas, de mediados del segundo milenio, halladas hace cincuenta años.
Unos gastados peldaños, pocos o muchos, de piedra, que se hunden en la tierra, y sube se pueden recorrer con cuidado,  llevan a un estrecho y largo paso descubierto que termina en la boca, originariamente tapiada por una gruesa losa de piedra, de una tumba de planta geométrica excavada en la roca. Las tumbas más grandes disponen de bancos corridos tallados en la piedra, y en algunos casos un hondo pozo se adentra en las profundidades. 
Todas las tumbas están orientadas al este, apuntando a un monte en cuya cima se halla un santuario.
Tumbas para varias personas, reutilizadas a veces, dotadas de ajuares funerarios compuestos de vasijas, estatuillas y útiles de metal. 
El acceso es excesivamente angosto en algunas, pero en otras el paso, agradecido por el húmedo frescor reinante, que contrasta con el calor exterior -un frío que sobrecoge, no exento de connotaciones simbólicas, bajo el que se tirita y se retorna prontamente al sol- permite la entrada en las oscuras cámaras cuyos negros conductos verticales subterráneos ahuyentan. 
Los grillos, en Grecia, eran la voz de los espíritus guardianes de algunas personas.
 

miércoles, 23 de junio de 2021

Palacios minoicos






Palacio de Zakros 












Palacio de Phaistos










Palacio o villa de Aghia Triada






 Palacio de Kommo


¿De qué hablamos cuando utilizamos la palabra palacio? ¿Qué  tipo de edificio nos viene en mente, qué imagen nos evoca? Un edificio de grandes dimensiones y lujosas estancias, “real” o “imperial”, un centro deportivo, unas salas de juicios?

La palabra palacio designa hoy tipologías arquitectónicas muy distintas que cubren funciones, públicas o privadas, políticas, deportivas, judiciales,  que nada tienen que ver entre sí. Referida a la sociedad minoica, entre los cuarto y segundo milenios, ¿qué designa exactamente?

Los palacios minoicos, encabezados por Cnossos, descubierto, restaurado, interpretado  por el arqueólogo Evans a principios del siglo XX -Cnossos es una creación de estilo Victoriano y modernista de Evans-, son obras arquitectónicas antiguas ejemplares, ineludibles en la historia de la arquitectura mundial.

Pero, ¿qué son, en verdad? Esta pregunta o duda no tiene una respuesta satisfactoria o única. Por su tamaño, por su patio central, por los bienes encontrados, por la presencia de asientos o bases interpretados como tronos, por la aparente o indudable diversa organización espacial y funcional (sin duda o posiblemente) -áreas residenciales, administrativas, comerciales, religiosas, o leídas como tales-, éstas extensas o monumentales estructuras han sido interpretadas como palacios, casi siempre exentos, aunque excavaciones posteriores han hallado estructuras urbanas alrededor de los llamados palacios.

La denominación es cómoda y de inmediato remite a Versalles o Aranjuez, por ejemplo : extensos centros de poder, profanos y sagrados, encabezados por monarcas -reyes  y reinas subordinadas-.

Estas lecturas están inevitablemente condicionadas por los modelos arquitectónicos y políticos posteriores: helenisticos, Romano-imperiales, bizantinos, y de reinos e imperios cristianos posteriores al Renacimiento, todos posteriores casi dos mil años a la sociedad minoica. 

¿Palacios? No es descartable. Pero podrían ser también santuarios, centros administrativos, centros asamblearios, almacenes, espacios públicos, acogiendo a estructuras políticas que podías ser monárquicas, pero también asamblearias, clásicas, teocráticas…La relativa modestia de las áreas residenciales o interpretadas como tales, desdibuja su interpretación como las partes nobles de un “palacio”. 

La sociedad o las sociedades minoicas eran letradas, mas los textos son indescifrables. No se sabe en qué lenguas están escritos. La escritura por ahora no brinda datos que permitan acotar las interpretaciones.

Por tanto, seguiremos utilizando la palabra palacio a la hora de referirnos a las grandes construcciones minoicas, sabiendo que esta palabra se aplica a edificios a imitación de la manera como desígnanos a los palacios barrocos europeos.


martes, 22 de junio de 2021

El joven Zeus (Museo Arqueológico de Siteia, Creta, Grecia)

















 La primera estatua naturalista de gran tamaño de un joven, semejante a un kouros clásico, data de mitad del segundo milenio, hacia el 1500 aC. Representa a una forma humana pero no es un ser humano sino la apariencia humana del dios Zeus, hallada en el palacio minoico de Zakros, hoy en el pequeño museo arqueológico de Siteia, de la que es la obra maestra, junto con sarcófagos pintados minoicos, grandes tinajas minoicas y una singular, desconocida representación en terracota, del siglo V aC, de la diosa Cibeles, que también rondaba por Creta.

La estatua de Zeus es de marfil (y láminas de oro) y fue intencionadamente destruida durante la crisis de mitad del segundo milenio que precedió la llegada de los micénicos y un cambio de visión del mundo y de las relaciones comerciales isles y culturales con el mediterráneo.