sábado, 1 de octubre de 2022
Estética y Arquitectura (Cuando la estética contaba en arquitectura)
viernes, 30 de septiembre de 2022
DANA AWARTANI (1987): STANDING BU THE RUINS OF ALEPPO (CABE LAS RUINAS DE ALEPO, 2021
jueves, 29 de septiembre de 2022
BRIAN DE PALMA (1940): THE RESPONSIVE EYE (1966)
Documental de un primerizo Brian de Palma, director de cine, sobre una gran exposición sobre arte cinético (Op art), que juega a engañar la vista, diluyendo la frontera entre realidad e ilusión, en el Museo de Arte Moderno (MoMA) de Nueva York, un documental que bien podría haberse incluido en la muestra.
El IVAM en Valencia lo ha incluido hoy en su exposición sobre arte abstracto.
https://www.moma.org/interactives/moma_through_time/1960/the-responsive-eye/
martes, 27 de septiembre de 2022
ANTONIO GAUDÍ (1852-1926), JOAN MATAMALA (1893-1977: GRAN HOTEL (HOTEL ATRACTION, 1908, 1956, 2011)
Levantado en 2011, se trata de un desmesurado hotel proyectado por el arquitecto Antonio Gaudí a principios del siglo XX, por encargo de promotores de los que nada se sabe, o por un colaborador suyo, el escultor Joan Matamala, en los años cincuenta (a partir o no de algún hipotético apunte de Gaudí), y fue durante decenios el rascacielos más alto de Nueva York.
Estas imágenes no fueron incluidas en la gran exposición sobre Gaudi celebrada recientemente. Hubieran ventilado cierto aire a sacristía.
NB: el Gran Hotel es, en verdad, obra virtual que forma parte de los decorados de una conocida serie televisiva de la cadena Fox, Fringe (2009-2013), de 2011. Allí es dónde se encuentra.
lunes, 26 de septiembre de 2022
ARVO PÄRT (1935): HYMN TO A GREAT CITY (HIMNO A UNA GRAN CIUDAD, 1984)
Poesía y arquitectura
Arquitectura puede ser -y no tan solo estar- en un poema. Éste no tiene porque describir un templo, palacio, una morada.
Leamos, nuevamente, un conocido -casi demasiado conocido, seguramente, por lo
que las palabras pueden estar cansadas, o ser cansinas- poema de Antonio
Machado, o escuchemos, ojos cerrados, posiblemente, su lectura:
“Una tarde parda y fría
de invierno. Los colegiales
estudian. Monotonía
de lluvia tras los cristales.
Es la clase. En un cartel
se representa a Caín
fugitivo, y muerto Abel,
junto a una mancha carmín.
Con timbre sonoro y hueco
truena el maestro, un anciano
mal vestido, enjuto y seco,
que lleva un libro en la mano.
Y todo un coro infantil
va cantando la lección:
«mil veces ciento, cien mil;
mil veces mil, un millón».
Una tarde parda y fría
de invierno. Los colegiales
estudian. Monotonía
de la lluvia en los cristales.
“Es la clase”; la clase “es”. Es en y por el poema. Lo que constituye y define la clase se revela en el verso. El poema no describe, sino que funda la clase, tras cuyos cristales llueve de verdad, mientras el hastío la invade. La clase del y por el poema, la modesta aula, se abre de pronto. Todas las sensaciones que suscitaba se despliegan, desde el plomizo aburrimiento de un día de lluvia y canturreo, hasta la sensación de fragilidad y absurdidad que un recitado mecánico causa. La clase, en la que estábamos, y que revive gracias al poema, la clase que habíamos olvidado, como si no hubiéramos estado nunca en ella, se halla, en este momento, cuando la escucha o la lectura de los versos, entre nosotros, o alrededor nuestro. Nos acoge -nos acoge como un aula real quizá no lograría hacerlo, ni podría, pues son los espacios soñados o recordados los que nos invitan a acceder a ellos, a adentrarnos y detenernos, descubriéndolos, y descubriendo, como hasta entonces no lo habíamos hecho, la íntima relación que mantienen con nosotros, pues hacen parte de nuestra vida. Se abren también, al mismo tiempo, en este caso, los recuerdos de infancia. La lectura del poema nos “proyecta” en el tiempo y el espacio. Regresamos dónde estuvimos sin que fuéramos conscientes de dónde estábamos. El disfrute -o el malestar: sensaciones, al menos, que nos hacen vibrar, sentirnos vivos- del aula se da cuando una imagen gráfica o escrita abre la puerta. La arquitectura es un proyecto, ciertamente, un proyecto de vida: un sueño, una imagen “imaginada” de un lugar añorado, o de un lugar en el que quisiéramos estar. Las salas de estar, del bienestar, están en nosotros, en nuestros recuerdos, nuestros sueños y nuestros anhelos, que una imagen vista, leída o escuchada, despierta. La arquitectura se construye -con la memoria y la imaginación. Puede o tiene que ser plasmada para poder ser habitada. He aquí que las palabras, las notas musicales, y las imágenes plásticas, quietas o en movimientos, nos descubren lugares en los que querríamos morar, y que ya habitamos mentalmente apenas los descubrimos. La arquitectura es, al mismo tiempo, el acicate de la memoria y la imaginación, y el resultado de la activación de estas facultades.
domingo, 25 de septiembre de 2022
JORDI CAPELL (1925-1970): LA CASA MODERNA
Jordi Capell era, para algunos de nosotros, el nombre de una conocida cooperativa a que suelen acudir los arquitectos a la hora de hacer regalos y compras de libros y útiles (lámparas, carteras, pequeño mobiliario…).
El artista contemporáneo Marti Ansón, cuya obra gira en torno a la arquitectura, reivindica, en su próxima tesis doctoral, el trabajo asociado a aquel nombre: un reputado arquitecto catalán (que ideó dicha cooperativa bautizada con su nombre), fallecido joven en un accidente de coche, cuya obra, hoy en gran parte destruida, alejada de los dictados racionalistas y aún más del noucentismo y el neo-clasicismo, se ubica en la ciudad costera de Mataró; un arquitecto, según cuenta el arquitecto Félix Solaguren, influido por el arquitecto Francesc Mitjans, y cuya figura ha ido cayendo en el olvido, pese a que posiblemente fuera uno de los mejores arquitectos españoles en los años sesenta.
Agradecimientos a Martí Sansón y a Félix Solaguren-Beascos por este descubrimiento y por los datos aportados. Los errores sólo son imputables al autor de esta breve reseña