martes, 18 de junio de 2013

IMRAN QURESHI (1972): ESPACIOS ENSANGRENTADOS (2013)














La sala de exposiciones del Banco Central Alemán (Kunsthalle/Deutsche Bank) en Berlín presenta la primera exposición del artista paquistaní Imran Qureshi en Occidente, tras obtener el primer premio que otorga esta institución.
Qureshi se formó como pintor de miniaturas islámicas, y hoy es profesor de las mismas.
Ofrece una visión del mundo actual -una serie dedicada a los Misiles, que Paquistán fabrica y posee, pintada como si de delicados árboles, protegidos tras gruesos muros, se tratara- a través de una técnica y una composición en desuso.
Las alteraciones de las mismas no son evidentes a primera vista. el tamaño (pequeño), la composición, los temas y la técnica (preciosista, que combina el dibujo a pincel, con la acuarela y los fondos de oro) son las propias de las miniaturas persas o mongoles. Se representan escenas domésticas en interiores o espacios acotados. Diminutos personajes parecen vivir en un vergel, ajenos a las preocupaciones mundanas o existenciales. Son como figuras de las mil y una noche: situaciones de ensueño con figuras que solo existen en sueños.
Los jardines, las estancias están adornadas con flores; flores rojas en ramos o colgadas de ramas cuyas nervaduras dibujan delicadas ondas en el aire.
Pero, una segunda mirada revela que las flores se mezclan con salpicaduras. Éstas tienen el mismo color encarnado que las flores. Son como flores que hubieran estallado, o manchas que el pintor hubiera dejado caer del pincel, o de una herida en la mano. Las máculas han goteado. No pertenecen a la composición, pero se funden con ésta. No desentonan de las carnosas flores bien abiertas.
El patio, el jardín, la estancia está salpicada de color rojo; se asemeja a la sangre; quizá lo sea, aunque el título de la obra no le deja entrever.
Estas miniaturas de pronto ensombrecidas se disponen en un laberinto de paredes azul noche. Las estancias se disponen según un itinerario intrincado, en dos pisos, unidos o recorridos por estrechas escaleras que se retuercen entre los muros. La oscuridad es casi absoluta. No se sabe hacia donde uno de dirige. Cada estancia está casi cerrada sobre sí misma y no deja entrever si existen otras ni cómo se disponen.
Tan solo, de tanto en tanto, un punto de luz: la luz que reverbera sobre una miniatura colgada a la altura de la vista. El conjunto arquitectónico no constituye ningún montaje en el que se disponen las pinturas. Forma parte de la obra. Ésta consiste en miniaturas dispuestas según una determinada secuencia en espacios articulados. Los espacos cobran sentido gracias a las imágenes. el recorrido se asemeja a un trazado iniciático que se adentra hacia imágenes cada vez más empapadas de color rojo, sin que se pueda definir, a fe cierta, a éste de una imagen sanguinolenta, o de la imagen de gotas de sangre.
El recorrido desciende ahora. Los detalles y las figuras van desapareciendo como si lentamente fueran saliendo del escenario, al igual que los espectadores. La sangre también se difumina. Ya solo queda casi un fondo de oro.
Pero se intuye que pronto volverá a ser manchado de rojo.
La obra de  Imran Qudeshi es quizá es más sutil y turbador, al mismo tiempo, retrato de la sociedad actual, sobre todo tal como la imaginamos en Paquistan.

Imran Qudeshi participa en la Bienal de Venecia 2013. posiblemente deje en evidencia tantas obras estentóreas sobre la violencia. Ésta, en su obra, obsesiona al espectador, porque, intuyendo su presencia, no se logra saber en qué consiste y dónde se halla.    

5 comentarios:

  1. Él hubiera preferido seguir pintando hermosas miniaturas con jardines pero le persigue la conciencia de la sangre que se derrama en las guerras y en los atentados

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  2. En las guerras,en los atentados y -me ha faltado decir- la represión .

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  3. Qureshi es de Pakistan. Allí nació, se formó, vive y trabaja. Pakistan...
    Violencia y represión, sin duda, al menos según las noticias que nos llegan.
    Pero, si pensamos en Iraq, lo peor quizá no sean los atentados -que son los que son noticia-, sino la miserable y diaria violencia institucional: las mujeres tienen que tener mucho cuidado en no dar la mano, en no besar las mejillas de un hombre, en tratar de no ir solas, de no ir en moto, de conducir coches solas lo menos posible, de no vestir llamativamente, de guardar luto riguroso durante dos años en caso de fallecimiento de un pariente directo, etc....
    Hombres y mujeres tienen que mirar, cada vez más, de reojo, hablando en voz baja a menudo, a fin de no llamar la atención.
    Pequeñas represiones que se aplican diariamente.
    ¿El resultado? Estalla el color: rojo sangre

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  4. Si,tiene razón.Después de escribir los comentarios pensé que esa sangre era más bien la de la violencia sobre la mujer y la violencia en lo cotidiano en general.De hecho ,las manchas se vén en interiores Lo de la represión lo dije también pensando en lo que escribió sobre Siria
    Mire esta foto.
    https://www.facebook.com/photo.php?fbid=10151358818735298&set=a.10152776682675298.1073741825.734715297&type=1&theater

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  5. Angustiosa.
    Y siginificativos los comentarios de quienes consideran que no se puede escribir "Me gusta". Aunque bien mirado, tantas obras de arte -cristianas sobre todo-, con tantas escenas de tortura física o moral, son admirables y admiradas pese al contenido. Pero es posible que la fotografía de la (posiblemente falsa) sensación de inmediatez, por lo que el contenido se impone a la forma.
    Gracias por la referencia

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