domingo, 13 de noviembre de 2016

LEONARD COHEN (1934-2016): GOING HOME (2012)



Regresar a casa, al final, adquiere una extraña resonancia

4 comentarios:

  1. Me encantan todos sus poemas. ME ha resultado dolorosa su muerte (¿Por qué? no le conocía, y sigo teniendo sus poemas). Es de los pocos que encuentran espiritualidad en la religión.
    Este me recuerda a una vez, cuando vivía de alquiler en casa de un amigo. Él me comunicó su enfermedad. A los pocos día me soñé limpiando frenéticamente la casa. Él iba a volver.

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    1. No siempre entendía las letras, pero su voz lo era todo. Y sonaba sincero -lo fuera o no-. Sabía escribir canciones con letras y estructuras perdurables

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    2. Me gusta lo que dices de su voz. De joven estudió hipnotismo con intención de encandilar audiencias, y desde luego lo consiguió (su primera práctica no muy lograda consistió en hipnotizar a la doncella de su casa, guapa y mayor que él para que se quitara la ropa. Lo consiguió. Lástima que luego la moza no saliera del trance).
      A mi me parece honesto y educado. Amable. Culto, asertivo. Y de una gran profundidad.
      La antítesis de Bob Dylan, vaya.

      Bon Nadal, que no ho he dit!

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    3. ¡Bon any!

      Supongo que Bob Dylan ha dado demasiadas vueltas -sus arengas cristianas de los ochenta son prescindibles- y es cierto que sus discos de la mitad de los sesenta son los mejores, me parece, frente a Cohen más espartano, más contenido y todo parece que más caballeroso. Ambos me gustan, sin embargo, si bien la voz de Cohen, en su mejor momento, es mucho más evocadora que la de Dylan, demasiado nasal.

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