martes, 19 de noviembre de 2019

La casa de los líos, 2: Rudolf Schindler (1887-1953): Casa Schindler, Los Ángeles (1921-1922)



















Fotos: Tocho, noviembre de 2019


1919: Dos parejas deciden vivir en una misma casa. Son parejas abiertas, pese a tener hijos. No comparten habitación. Cada uno tiene su propio espacio. Tan solo la cocina es común.

El proyecto de la vivienda es de un arquitecto vienés emigrado a los EEUU para trabajar en el estudio de Frank Lloyd Wright: Rudolph Schindler.


Su esposa, Pauline Gibling (1893-1977), era una promotora de arte de vanguardia. La casa, en varias alas que delimitan patios ajardinados, se inspira en la tradición japonesa -aunque Schindler nunca estuvo en Japón: una casa de madera (y hormigón), oscura -estrechas franjas verticales de vidrio, que no se pueden abrir, en los muros de hormigón, apenas dejan pasar la luz, aunque la casa se abre al jardín trasero por amplios ventanales y puertas de vidrio, en los paramentos de madera.

Las altas construcciones que rodean la casa también han cercenado la iluminación de ésta.
La casa, en efecto, se construyó con muros de hormigón y vigas y paneles de madera. Los techos muy bajos de las áreas de comunicación reflejan la influencia de Wright -si bien la altura de las estancias, muy importante en las casas de Wright con respecto a los pasadizos, se mantiene baja en la casa de Schindler. La ausencia de puertas también recuerda a Wright.

Los Schindler se separaron en los años treinta. Diez años más tarde, Pauline Gibling regresó y exigió vivir sin tener que compartir nada con su ex-marido, sin ni siquiera verlo ni hablar con él: se comunicaban por cartas enviadas por correos. La casa fue así modificada. Las estancias de Pauline Gibling pintadas de un agresivo color rosa, el color de moda en los años 50.

Mientras estuvieron juntos, Pauline Gibling recibía a artistas alojados en un ala de invitados, desde Richard Neutra hasta John Cage.

Richard Neutra se instaló definitivamente en las estancias que inicialmente ocuparon la pareja amiga de los Schindler. Se asoció a éste. Y acabó por quedarse con los proyectos y los contactos de Schindler de quien hablaba tan mal que la importancia de Rudolph Schindler ha quedado muy minusvalorada.
Hoy la casa, a duras penas mantenida, es patrimonio del ayuntamiento de Los Angeles.




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