Se trata de un conocimiento a través de los sentidos. La estética estudia su posibilidad, su bondad, sus objetivos.
Este conocimiento se basa en datos de la realidad observada a través de los sentidos. Esta información se extrae de las cualidades sensibles de las cosas o los seres, de su apariencia, y de lo que ésta esconde, encierra y manifiesta simbólica o alusivamente.
El modelo o paradigma de este conocimiento -cierto pese al desprestigio de los sentidos, injustificado salvo cuando la razón no colabora con los sentidos en la percepción y enjuiciamiento de los datos sensibles- es el conocimiento estético o sensible del arte. El arte -la obra de arte- da pie a un conocimiento estético ejemplar. Aquel tiene a la obra de arte como meta u objetivo modelico.
La razón de la estrecha relación entre arte y estética reside en que la obra de arte es un receptáculo de cualidades estéticas (y morales) -belleza, bondad, sublimidad, luz, sombras u oscuridad, forma, informalidad, o deformidad, etc.- que, percibidas por los sentidos excitados, permiten que el espectador acceda al contenido latente.
La estética es una epostemologia: el estudio de un tipo de conocimiento, a una manera de conocer determinadas realidades principalmente humanas, creadas por el hombre precisamente para ser apreciadas sensiblemente a fin de comunicar la visión del mundo, de los humanos y de sus relaciones de un artista.
La estética estudia las condiciones del conocimiento sensorial de la obra de arte: cómo se tiene que practicar y porqué.
La interpretación de la obra de arte exige ciertas condiciones: la presencia activa de un sujeto y un objeto -que son tanto la obra contemplada y que observa como el espectador que mira y es subyugado por la obra-, y los saberes necesarios para la correcta o fundada interpretación de la obra de arte.
El ojo, en Occidente, desde Platón, al menos, es el órgano sensible con el que se juzga la creación artística. Ésta se concibe y se ejecuta para el solaz de la vista; en otras culturas, del próximo Oriente principalmente, la obra que mejor habla al y del mundo es el texto y la música, es el canto, que se expresa para ser percibido y descifrado por el oído (y la razón).
La obra de arte es una visión o una profecía que anuncia lo que el mundo fue, es o será, la verdad pasada, presente o futura del cual el conocimiento sensible o estético alcanza y que, en el caso de que el espectador sea también un artista, puede dar lugar a una respuesta, una nueva obra de arte.
Como ver y teorizar son acciones semejantes -teorizar, en griego antiguo, significa mirar atentamente, mirar con los ojos del alma afín de desentrañar los misterios o secretos del mundo que escapan a una mirada superficial o distraída-, el arte y la teoría del arte, el arte y la estética son dos maneras (creativas) de responder a las preguntas que el mundo nos plantea, a las preguntas que nos hacemos acerca de nuestro "lugar" en el mundo.
De ahí que la estética sea una ciencia particularmente alta y adaptada a la arquitectura, siendo ésta la definición del lugar que nos corresponde para vivir en armonía con nosotros mismos y con los demás, para vivir en comunidad.
Es por eso extraño que la estética haya desaparecido de los estudios de arquitectura en Barcelona desde hace un año.