lunes, 9 de abril de 2018

PETER HUJAR (1934-1987): NUEVA YORK (AÑOS 70)







































Peter Hujar, fotógrafo norteamericano de origen húngaro, conocido por haber sido el mejor -más certero y compasivo- retratista (en su estudio, en su lecho, a veces convertido enlecho mortuorio, a causa del Sida) de los artistas (poetas, pintores y transformistas) de la contracultura de Nueva York -del bajo Manhattan, sobre todo- en los años 70.
Pero también fue un fotógrafo urbano, tanto del East Village, cuanto de Brooklyn: imágenes en blanco y negro, casi siempre nocturnas, de calles casi al alba, cuando todos se habían retirado -y solo quedaban desperdicios-, y de los imponentes acantilados fantasmagóricos -vistos desde el nivel de la calle, a menudo-, que forman los rascacielos de vidrio negro, a ambos lados de calles y avenidas convertidas en gargantas, de pavimento acharolado por la humedad y la inmundicia. Retratista de una ciudad abandonada, que se abandonaba, se dejaba ir, de una ciudad que había bajado la persiana.

La Piet Morgan Library de Nueva york (propietaria del legado del fotógrafo) presenta estos días una exposición antológica centrada tanto en las figuras cuanto en su marco urbano. 

sábado, 7 de abril de 2018

JUAN MUÑOZ (1953-2001): DOUBLE BIND (DOBLE VÍNCULO O MENSAJE CONTRADICTORIO, 2001-2018, TATE MODERN, LONDRES & FUNDACIÓN SORIGUÉ, LÉRIDA)



























Fotos: Tocho, abril de 2018


Double Bind -Mensaje Contradictorio (que puede llevar a la esquizofrenia) fue la primera gran instalación temporal que la que por el aquel entonces -principios del siglo XXI- recién inaugurada Tate Modern en Londres, encargaba a un artista (Juan Muñoz) pata el acceso al museo, la gigantesca Sala de las Turbinas.
La instalación permaneció un año -como homenaje al artista que falleció inesperadamente durante la exposición-. Desmantelada y almacenada (sus dimensiones, adaptadas a la sala central, más alta y ancha que una catedral gótica o barroca, de lo que era una central eléctrica, dificultaban su nueva presentación), la Fundación Sorigué, cabe Lérida, acaba de acondicionar una gran nave industrial para volver a presentar, durante cinco años esta instalación, que se puede visitar gratuitamente, previa cita previa, los viernes y sábado.

Dos mundos, en apariencia, un nivel superior, expuesto a la luz, cuyo piso parece horadado por escalinatas, reales o ilusorias -no se sabe bien- que se adentran en las profundidades, y que recuerda el Mar de los Hoyos de la película de animación El Submarino Amarillo, descrito en una canción de los Beatles. Dos ascensores, que no se detienen, unen el nivel superior con una cripta tan solo iluminado por la débil luz que se adentra por las oberturas cenitales, entre un bosque de pilares metálicos negros.
Entonces, es cuando se descubre que existe un tercer mundo, que se adentra hasta donde no alcanza la vista, poblado por seres retorcidos que no se sabe bien cómo han llegado hasta allí.

Una obra maestra, teatral, escenográfica, inquietante, en la que uno se convierte en sombra, bajo la mirada de pobladores de un mundo también en sombras.