Fotos: Tocho, febrero de 2025
La iglesia de Santa Maria de Sales fue proyectada por el arquitecto austriaco Robert Kramreiter. Era discípulo de Peter Behrens. Se instaló en España (Madrid, Barcelona, Valencia, Oviedo) durante la Segunda Guerra Mundial al servicio del gobierno alemán, interviniendo, por ejemplo, en la ampliación del Instituto Alemán de Cultura en Madrid.
Especialista en arquitectura religiosa y fabril, proyectó esta iglesia que se hubiera tenido que construir en la Costa Brava pero que finalmente se emplazó en la ciudad catalana de Viladecans, en el sur del área metropolitana de Barcelona, en 1962.
Kramreiter ya había regresado a Austria en 1950 donde prosiguió su trabajo en arquitectura sacra católica.
La iglesia de Viladecans, de hormigón, hoy afeada por construcciones recientes también de hormigón que impiden contemplar el volumen de la Iglesia e, interiormente, por un revestimiento parcial de madera -amén de una imaginería de un gusto cercano a la movida-, se mantiene, empero, en bastante buen estado, asumiendo la irreparable suciedad del hormigón poroso -un problema irresoluble que condena todos los edificios de hormigón visto-, causado por la lluvia y la polución.
La amplia nave central, iluminada por vidrieras que se conforman como jirones de luz en el muro perimetral de hormigón, se dispone como un balcón que sobrevuela la cripta, con el altar mayor en el centro de la iglesia.
Pese a la época en que se proyectó, la iglesia nada tiene que ver con la imagen de la arquitectura nacional católica -y no digamos del nacional socialismo- que se hubiera esperar, en la que se perciben quizá ecos de la arquitectura brutalista de Le Corbusier.
Agradecimientos a los arquitectos Arcadio de Bobes, David Mesa y Carlos Navas, quienes nos informaron sobre esta iglesia, este arquitecto y este periodo que desconocíamos.
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