lunes, 5 de enero de 2015
MARK LEWIS (1958): PYRAMID (PIRÁMIDE, 2014)
Una pirámide es una construcción del Egipto faraónico que señala la presencia de una tumba a la que cubre, al mismo tiempo que ofrece una escalera para que el alma del difunto ascienda al cielo.
La tumba, en el Egipto antiguo, era un espacio doble del espacio de los vivos. Éstos proseguían la misma vida que en la tierra, pero convertidos en sombras, si bien su cuerpo preservado, momificado, permitía que el alma -el ka, el ba o el aj- no se disolviera, sino que siempre tuviera un punto de anclaje en el mundo inferior.
La cultura del Egipto antiguo, en particular sus monumentos -sus pirámides- fue descubierta y estudiada por vez primera en occidente tras la conquista de Egipto por las tropas de Napoleón a finales del siglo XVIII.
El emperador francés Napoleón I creó el Museo del Louvre -cuya superficie amplió- que se llamó durante unos años Museo Napoleón. Las obras que atesoraba a principios del siglo XIX procedían de los países conquistados y expoliados. La mayor y más importante colección era la del Egipto faraónico.
Cuando el arquitecto chino-norteamericano I. M. Pei recibió el encargo de reformar el museo del Louvre en los años 80, proyectó y construyó un acceso principal subterráneo en el centro de la gran esplanada rodeada por tres lados por los edificios que configuran el museo, y que anteriormente habían formado parte del palacio del Louvre. Dicho acceso fue señalado por una gran pirámide de cristal, inaugurada en 1988. Su transparencia permite, desde las profundidades del acceso, tener una visión del cielo.
Mark Lewis es un cineasta canadiense. Según una reciente tradición consistente en encargar una obra de arte sobre y para el Museo del Louvre a un artista contemporáneo, fue invitado a idear un proyecto.
Éste se ha materializado en varios cortometrajes a color y mudos, filmados a cámara lenta, que se proyectan en una sala subterránea del museo hasta hoy, 5 de enero de 2015.
Pyramid es el título de unos de los cortometrajes. Filma, desde la base de la pirámide a los visitantes que transitan por el área de acceso. La imagen está invertida. sí que lo que se desplaza es la sombra proyectada, mientras que el cuerpo se asemeja a la sombra de la sombra.
Un museo es un receptáculo de obras. Atesora imágenes, ficciones, ilusiones, seres sin entidad. un museo se asemeja a una tumba. Se circula por el en silencio y lentamente para contemplar efigies desencarnadas, manchas de luz y de color, sombras. Los visitantes, a los que se les pide silencio, respeto y movimientos lentos y cuidadosos, parecen espectros. Han entrado en el mundo de los muertos, del que salen transfigurados, aleccionados, iluminados. De algún modo, al salir a la superficie, o al exterior, renacen, sabiendo más sobre la vida de que sabían antes de adentrarse en el muse. Es como si resucitasen.
Tales son algunas de las alusiones que Mark Lewis evoca en el silencioso -amable o atractivo- documental, accesible en este enlace legal:
http://www.forks.fr/2014/10/14/lart-video-au-louvre-mark-lewis/
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"Un museo es un receptáculo de obras. Atesora imágenes, ficciones, ilusiones, seres sin entidad. un museo se asemeja a una tumba. Se circula por el en silencio y lentamente para contemplar efigies desencarnadas, manchas de luz y de color, sombras. Los visitantes, a los que se les pide silencio, respeto y movimientos lentos y cuidadosos, parecen espectros. Han entrado en el mundo de los muertos, del que salen transfigurados, aleccionados, iluminados. De algún modo, al salir a la superficie, o al exterior, renacen, sabiendo más sobre la vida de que sabían antes de adentrarse en el museo"
ResponderEliminarAdmirable síntesis sobre el lugar museo, que se desentiende, por cierto de cualquier pormenor arquitectónico para poner su centro de atención en las personas que lo habitan. Gracias por ello
¡Muchas gracias!
ResponderEliminarHe transcrito lo que el vídeo de Mark Lewis -que está vez me ha interesado- sugiere
La visita de un museo es un recorrido por el pasado, poblado de entes que ya solo existen para ser contempladas, sin ningún poder efectivo en la vida.
Un atento saludo