Dichas ciudades nuevas, como también se les llamó, y estos barrios presentaban -y presentan- un mismo aspecto: siguiendo los dogmas racionalistas aplicados a gran escala, las viviendas están formadas por cajas inacabables salpicadas de torres, interiormente recorridas por pasillos interminables, dispersas por zonas verdes más parecidas a descampados que a jardines. Estos conjuntos, mal construidos con elementos prefabricados de hormigón, de calidad dudosa tras las limitaciones de la postguerra, inadaptados al clima, mal comunicados y peor cuidados por las administraciones, se han ido degradando día a día. Construidos sin pensar en modos de vida, compuestos en plano y cómo juegos de volúmenes, malviven, restaurados hoy, y destruidos hace unos veinte años, reemplazados por nuevos bloques a veces tan solo más pintorescos.
El fotógrafo francés Matthieu Pernot colecciona postales editadas en los años sesenta para promocionar estos barrios recién construidos, aún deshabitados. Las fotos, en blanco y negro, fueron coloreadas, acentuando el carácter artificial de los bloques y el entorno, en los que la vida está cuidadosamente escondida. Unas “ciudades ideales” “estiradas”.
En contrastado blanco y negro Pernot ha retratado las voladuras de lo que en francés se denominan barras, cuya desaparición pocos personas han lamentado pese a la pérdida de recuerdos, imágenes esperanzadoras, tras la destrucción de la guerra, que se fueron nublando a medida que las grietas resquebrajaban bloques concebidos a veces como nichos.
Una exposición en la fundación Mapfre en Madrid muestra algunas series fotográficas de Matthieu Pernot :
https://www.fundacionmapfre.org/arte-y-cultura/exposiciones/sala-recoletos/mathieu-pernot/
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