jueves, 29 de mayo de 2025

Architects for Gaza











https://architectsforgaza.com/ 


https://forensic-architecture.org/investigation/a-cartography-of-genocide


No, no se trata de construir una ciudad de vacaciones ni un remedo de un exclusivo barrio vallado para multimillonarios 


miércoles, 28 de mayo de 2025

Sueño y realidad (según Benito Pérez Galdós)

 “Todo lo que soñamos tiene su existencia propia, y las mentiras entrañan verdades.”

(Benito Pérez Galdós: Misericordia, 31)


Misericordia, una de las grandes novelas de la literatura europea moderna (1897); una novela dura.

MOMOKO SETO (1980): OCTUPUS LOVE AFFAIR (LOVE HOTEL) (EL ASUNTO AMOROSO DE UN PULPO. HOTEL DEL AMOR, 2011)



La directora de cine de animación japonesa Momoko Seto acaba de triunfar en la Semana de la Crítica en el festival de Cannes de 2025 con su último largometraje de animación, Planètes.

Se dio a conocer chace catorce años con un cortometraje de animación en stop motion, sarcástico, una parodia del cine para adultos", basado en el célebre grabado del artista japonés Hokusai, El sueño de la mujer del pescador, de 1814

Sobrre esta artista, véanse, por ejemplo:



https://www.semainedelacritique.com/en/directors/momoko-seto 




EMILE TRONCHE (1996): L´APPARTEMENT (EL APARTAMENTO), SAMUEL, Nº.20 (2024)

 


 Corta serie de dibujos animados recientes, a cargo de una compañía de television privada europea, sobre la vida cotidiana de un pre-adolescente, Samuel, en una gran ciudad. 
El texto, por desgracia, está en francés. Quizá exista algún medio de traducción o sub-titulación inmediata.
De la directora de cine de animación francesa Émile Tronche: https://www.filmaffinity.com/es/name.php?name-id=555066030 

martes, 27 de mayo de 2025

Harvard



Andover Harvard Theological School, hoy Harvard Divinity School










 
Biblioteca Widener, Universidad de Harvard, Cambridge, Mass., EEUU

1991. Un profesor recién contratado como funcionario por la universidad politécnica de Cataluña, de treinta cinco años, obtiene una beca de la CIRIT (Consell Interdepartamental de Recerca i Innovació Tecnològica), otorgada por la Generalidad de Cataluña para, previa aceptación por la universidad de Harvard, llevar a cabo una investigación en la biblioteca y los archivos de la por el aquel entonces llamada Andover Theological School (hoy Harvard Divinity School, un cambio de nombre causado por la condena por violencia sexual por parte de un director). 
La investigación versaba sobre la influencia de la estética teológica bizantina, y la lucha entre iconodulia e iconoclastia en el imperio bizantino en el siglo VIII, en la estética occidental. Dio lugar a un ensayo premiado publicado dos años más tarde.

La universidad de Harvard, en algunos ambientes universitarios de Barcelona, no era bien vista, sobre todo si se la comparaba con la universidad de Yale. Yale era considerada abierta, democrática; Harvard, conservadora, retrógrada, cerrada y elitista. Escoger a Harvard y ser aceptado por ésta, no era un signo de apertura de miras. El tema de investigación escogido tampoco distendía el fruncido o el arqueo de cejas.

La luminosa sala de lectura de la Andover Theological School, con amplios ventanales que daban al arbolado jardin circundante, comprendía una única mesa de madera colectiva, rodeada de estantes atestados de libros, alrededor de la cual se sentaban los escasos estudiantes y los estudiosos. Curiosas figuras. El profesor de Barcelona era el único visiblemente laico y posiblemente agnóstico o ateo. A su lado y frente a él, un lector con turbante, otro con un quepi, al lado de un tercero con chilaba, un cuarto con tirabuzones, sentado frente a un lector con el pelo recogido con un moño. Las manos de Fátima alternaban con cruces latinas y griegas, estrellas de David, y diminutos dharmas, que contrastaban con los cercanos mantras, todos colgados del cuello o de pulseras.
El silencio era, literalmente, religioso. Todas las miradas inclinadas hacia los libros y las libretas de apuntes.

Los libros y documentos que esta escuela no disponía se encontraban en la biblioteca central de Harvard, la inmensa biblioteca Widener, de acceso libre para todos los estudiantes y docentes. Los libros eran de consulta libre. Cada persona podía buscarlos y cogerlos. Una red de galerías subterráneas, que se extendían fuera del recinto de la biblioteca, delimitadas por estantes metálicos llenos de libros, un laberinto de túneles, en todas direcciones, dispuestos como una red de venas, que bien evocaban la biblioteca universal de Borges, que podían ser recorridas sin cortapisas. 
La riqueza de la biblioteca Widrner es tal que se trata de la segunda biblioteca más importante de los Estados Unidos de América, después de la biblioteca del congreso, y una de las más completas del mundo, junto con la biblioteca británica y la gran biblioteca nacional de París. Supongo que las bibliotecas vaticanas no empalidecen. Un conjunto de cinco o seis bibliotecas mundiales, entre las que destaca la biblioteca Widener por las facilidades de acceso. Comedores universitarios cercanos, económicos, evitaban desplazamientos que limitaban el tiempo de estudio.
La universidad de Harvard no se habría perdido nada si el profesor no hubiera sido aceptado. Pero éste no habría podido proseguir sus estudios. Algunos de los libros no se encontraban en París y Londres, y desde luego las bibliotecas de Barcelona los desconocían -los cuarenta años de franquismo pesaban como una losa, y aún pesan, y explican las lagunas de las bibliotecas españolas en libros y revistas anteriores a los años ochenta del siglo pasado.
Esas facilidades se pueden perder hoy. Todos perderán. Todos perderemos.  Y las pérdidas no siempre se compensan.



 

viernes, 23 de mayo de 2025

SVETLANA: I LOVE BCN (2025)


 Después de tanta Soria, Barcelona también existe

Para bien o….

miércoles, 21 de mayo de 2025

Museo Numantino, Soria






















 
Fotos: Tocho, mayo de 2025

No están completas; en ocasiones sólo se han encontrado fragmentos con los que cuesta imaginarse la forma de la cerámica, la composición de las imágenes, qué representan y, aún más ilusorio, qué significan.
Pero, a pesar de estas limitaciones -causadas por el azar de los descubrimientos y por las destrucciones sufridas -nos referimos a Numancia (nombre quizá emparentado con el latín nemus: bosque salpicado de campos de cultivo), asediada y devastada hasta la última víctima por el ejército romano republicano a finales del siglo II aC-, la cerámica Numantina, que el museo Numantino de la ciudad de Soria expone con sencillez, en la luminosa tercera planta, seguramente es la cerámica celtibérica más hermosa que existe en la península y una de las bellas -quizá la que más- del mundo antiguo en Iberia.
Cerámica torneada, realizada con arcilla amarillenta, de formas sencillas y motivos pintados con colores claros -que contrastan con la pintura en cerámica propiamente ibérica. Son escenas de guerra, rituales, o figuras geométricas, pero también delicados motivos en apariencia cotidianos, peces y pájaros abocetados  posados sobre platos y cuencos de poca profundidad.
Solo por este motivo (o estos motivos), este museo merece una visita detallada.





martes, 20 de mayo de 2025

JOSÉ FRANCISCO YUSTA (1952): CUBRICIÓN DE LA VILLA ROMANA LA DEHESA, S. IV DC (CUEVAS DE SORIA, 2012)












Fotos: Tocho, mayo de 2025

¿Arte y arquitectura romanos canónicos? ¿Acaso existen? ¿Arte capitolino frente al arte provinciano? ¿Puro o mestizo?

La villa tardo-romana de La Dehesa, en la provincia de Soria, protegida por un sobrio contenedor de plancha metálica y de madera, que evoca el volumen del edificio perdido, es una piedra en el zapato.
Por su superficie (1400 m2), y los mosaicos que recubren el suelo de todas las estancias, bien podría ser una villa de una familia o un clan próximo a la lejana familia imperial.
La planta, sin embargo, se desmarca del modelo más conocido de villa agrícola: una planta en U que abraza un jardín o un patio central.
La villa posee una treintena de estancias de tamaño similar, a las que no se accede directamente desde el patio, sino desde pasillos. Estos se cierran con ábsides.
Dado el número de estancias, ¿podría no ser una villa? Expertos consideran que el edificio podría haber sido la sede de un colegio o “convento” de sacerdotes al servicio de la diosa Cibeles, una diosa madre oriental, procedente de Anatolia, entronizada ya en la Roma republicana. Las estancias podrían haber acogido a los miembros de colegio sacerdotal.
Las estancias de las lujosas villas romanas imperiales solían tener suelos cubiertos de mosaicos, como ocurre en la villa de La Dehesa. Mas, habitualmente, los mosaicos naturalistas representan escenas de la mitología greco-latina que ilustran o aleccionan en la prosecución de ciertos ideales o preceptos.
En este caso, sin embargo,  todos los mosaicos sin excepción son abstractos. Complejas tramas geométricas recorren y se desarrollan en el enlosado. 
Este tipo de motivo no era extraño en el mundo romano: se daban sobre todo en el norte de África, quizá debido a la iconoclastia o rechazo del arte naturalista de los beréberes.
Los pueblos del norte de Europa, ciertas tribus celtas, solían también ser reacios al arte naturalista, y en favor de imágenes anicónicas.
Se conoce casi con toda probabilidad el nombre de la familia propietaria del conjunto: aquel no es romano, sino celtíbero.
Una poderosa familia celtíbera se dotó de una villa romana -y celtíbera si es que era una villa-, aunque ornada con motivos no romanos, bajo la protección de una divinidad oriental.

En la villa de La Dehesa se entrecruzan y se conjugan rasgos orientales, norteafricanos y romanos, en una villa que podría no ser una casa privada sino una sede sagrada.
Un excelente ejemplo de las inevitables influencias e interferencias entre culturas, ejemplificadoras en momentos cuando se confrontan a nativos y emigrantes, a culturas autóctonas y culturas foráneas, a religiones. El resultado de estos rechazos es siempre lo opuesto a lo que aconteció en la villa de La Dehesa: el empobrecimiento del arte, su conversión en propaganda antes de su desaparición.
La villa celtíbera, romana y norteafricana de La Dehesa es una lección de ética y de estética. De tolerancia y amplitud de miras. Hoy más necesaria que nunca.



 

lunes, 19 de mayo de 2025

La ciudad excavada: Tiermes (Soria, ss. II aC -IV dC)





Apolo, bronce del santuario de Apolo en el foro de Termes, copia en Museo Numantino, Soria. Original en el Museo Arqueológico Nacional, Madrid 

























 Fotos: Tocho, mayo de 2025


Aunque preguntarse por el origen y el significado de los nombres propios suele dar lugar a explicaciones fantasiosas, es cierto que es tentador asociar el nombre de la ciudad celtíbera - romana de Termes o Tiermes -un nombre ya existente en época romana- con el sustantivo griego trema (τρῆμα), compuesto posiblemente a partir de una raíz indoeuropea, presente en palabras como trauma (una honda marca indeleble que conforma a una persona), que significa orificio, agujero, en el verbo taladrar, y en el nombre del insecto capaz de abrir túneles en la madera: la termita.
Esta relación tendría sentido. 
Las construcciones originarias celtas o celtíberas, sobre las que se edificó la ciudad romana, estaban talladas o esculpidas en la piedra arenisca rojiza, adentrándose las estancias, bien conservadas aun, en la roca.
 La ciudad no se apoyaba sino que penetraba en los bloques de piedra, ubicados a mil doscientos metros de altura, en un páramo montañoso barrido por los vientos, por el que se inician los cursos del Tajo, el Duero y el Manzanares. La ubicación perfecta, con multiples puntos de agua traídos por acueductos.
La ciudad romana, sin embargo, levantaba cabeza. Se alzaba contra el viento. Disponía de dos foros. El foro principal se construyó sobre una imponente terraza que se alza sobre la pendiente como la proa de de un barco. Este espolón no constituía dos altos muros ciegos, ya que éstos fueron utilizados como fondos de comercios protegidos por un pórtico: lejos de imponer, la base del foro estaba animada por el mercado a sus pies, y evitaba la hierática y distante monumentalidad de la terraza, dotándola de un carácter propiamente urbano, al servicio de la ciudad, protegida por la triada de templos que se alzaban sobre la alta base de piedra. 
Una excelente, discreta y clarificadora intervención a cargo de profesores de Valladolid y de Madrid, delimitando bien las plantas de las construcciones, sobre las que discurren ligeras pasarelas, permiten apreciar la perfecta adaptación de la ciudad celtíbera y su posterior transformación romana, sobre el promontorio rocoso que domina sierras y valles cubiertos por una densa y oscura vegetación. Una ciudad abandonada desde hace milenios aferrada unas lomas de piedra, una ciudad-cueva perfectamente esculpida y de algún modo reanimada.