viernes, 5 de mayo de 2017

BLONDIE: LONG TIME (2017)





La canción -cuyo título no evoca la ciudad ni el espacio habitado, sino el tiempo en que se vivió-, en verdad, recuerda la avenida Bowery en Manhattan (Nueva York), en uno de cuyos locales, el CBGB -hoy desmantelado y remontado en un museo-, el grupo Blondie empezó a actuar a finales de los 70.
Tocho vivió un mes en Bowery a principios de los 90 (antes de desplazarse unas cuantas calles más al norte). El piso pertenecía a la fotógrafa Nam Goldin -que vivía en Boston- y lo había alquilado al pintor Gino Rubert quien lo realquilaba. En un piso superior vivía el pintor Perico Pastor.
Bowery es el nombre que adquiera la tercera avenida en el sur de Manhattan. Hoy es la sede de la torre del New Museum of Contemporary Art, obra de los arquitectos Sanaa, y de algunos de los restaurantes y de las tiendas de moda más recomendadas de Nueva York.
El piso que Nam Goldin utilizaba de almacén (la artista, conocida por su álbum de fotografías -hoy mítico-, la Balada de la Dependencia Sexual, tomadas precisamente en este piso, entre amantes drogodependientes y alcohólicos, era ya una celebridad y había mejorado sus condiciones de vida) se hallaba -o se halla, el bloque es hoy irreconocible, inidentificable- precisamente casi en frente de este museo. Cerca se hallaba el CBGB, ya muy decadente -sus lavabos, cubiertos de grafittis, eran casi una "institución" (precisamente por eso se han transportando a un museo cuando el local fue cerrado y desmantelado a finales de los 90)-, un local del ejército de Salvación, y al lado, un solar vacío entre paredes medianeras ennegrecidas, del que, por la noche, salían desmesuradas ratas en batallón que saltaban sobre los mugrientos colchones tirados en la acera, ocupados por sin-hogar, y se colaban entre los traficantes de droga arrestados, manos en mano, de cara a la pared ante la policía y los potentes focos que deslumbraban.
Los taxistas se resistían a pararse en esta calle.
El piso era un "loft" oscuro, sin ventilación -las únicas ventanas que daban a una escalera de incendios en un patinejo, no se abrían-, de suelo negruzco y pegajoso, con una cabina de ducha y un váter rodeado de sábanas en la entrada, un gato medio muerto de hambre que cazaba ratones, un colchón en el suelo lleno de pulgas, un sofá, abandonado en la calle, en el que era difícil sentarse debido a la suciedad y levantarse a causa de la mugre, y una cama cuyas sábanas fueron blancas en otra vida. El calor -era agosto- era insoportable. Del techo colgaban innumerables tiras matamoscas que hubieran seguido cumpliendo su función si se hubieran cambiado.
Éste es el ambiente que Blondie -cuya cantante, Debbie Harry tiene hoy setenta y un años- que, nostálgicamente, recrea, en unos años, los 70, que debieran ser aún más sombríos -pero quizá no tan decadentes- como los de trece años más tarde.

I've been running circles 
Around a night that never ends
I've been chasing heartache
In a city and a friend
I've been with you so long
Even seen you lose it
But, who cares?
Racing down the Bowery
On a crowded afternoon
Droping from The Davenport 
In your insecure typhoon
Can you even want me
Or this just a way to keep you safe?
Take me, then lose me
Then tell them I'm yours
Are you happy?

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