domingo, 26 de mayo de 2019

MAJD ABDEL HAMID (1988): TADMUR PRISON (LA CÁRCEL DE TADMUR, SIRIA, 2018)






Quizá en nombre de Tadmur poco nos diga. Sí, en cambio, el de Palmira, en el desierto sirio.
Tadmur es el nombre árabe de la moderna ciudad de Palmira, cerca de la cual se hallan las ruinas de la ciudad antigua helenística y siro-romana, dañada aun más por el Estado islámico en dos ocasiones en 2015 y 2017.
Tadmur es, el mismo tiempo, el nombre de un conjunto de obras del artista sirio Majd Abdel Hamid, incluidas en la muestra colectiva Heartbreak (Corazón roto) que la fundación iraquí Ruya presenta en estos momentos en Venecia, coincidiendo con la Bienal de Arte.
Las obras consisten en bordados sobre diversas telas de pequeñas dimensiones: pañuelos, retales, remendados, cosidos, rotos, deshilachados. Doblados, arrugados.
Los bordados a mano reproducen la planta de un edificio descomunal. Éste es al mismo tiempo célebre y desconocido. No lejos de las ruinas, escondido tras una colina desértica, se ubica una cárcel en la que quien entra -presos políticos casi siempre- no sale con vida. Cárcel siniestra e invisible.
Los hilos penetran, hieren, tensan, deforman los tejidos, muy sencillos Son una señal indeleble, imposible de eliminar.
La mejor obra de toda la Bienal, muy lejos de la desmesura o el esoterismo reinante.
  

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