lunes, 30 de marzo de 2020
"Arte de tercer orden" (en: Juan Antonio Bardem, La muerte de un ciclista, 1955)
El reciente fallecimiento de la actriz Lucía Bosé (1931-2020), protagonista de la gran película de Juan Antonio Bardem (1922-2002), La muerte de un ciclista, en 1955, ha llevado a que se volviera a proyectar en un canal de televisión.
Una escena decisiva acontece en una galería o un museo de arte. Un crítico de arte, Rafael Sandoval, sospecha de la moralidad de la figura central, María José, una hermosa joven acaudalada, gracias a un matrimonio de conveniencia, y la cita, para amenazarla, en el marco de una exposición de cuadros y esculturas expresionistas y abstractas.
Las obras, que el crítico descalifica -"de tercer orden"-, se convierten en una imagen de la bajeza del amenazador y de la frialdad de la protagonista -que ha atropellado, involuntariamente, a un ciclista, y ha huido del lugar, junto con su amante, esperando que nadie los hubiera visto. Pero...
Las obras configuran un escenario dantesco, ante el que desfilan lentamente el acosador y su víctima. Algunas esculturas de hierro, formadas por barras o por púas, evocan un instrumento de tortura; otras, son monstruos tentaculares que bien podrían aludir a las redes que el crítico tiende a la joven.
Los estudiosos han discutido si esta exposición tuvo realmente lugar en Madrid y si las obras ya existían independientemente de la película.
El escenógrafo, Enrique Alarcón Sánchez era arquitecto y pintor. Pero no parece que las obras fueran suyas.
No se ha llegado a ninguna conclusión, aunque se ha emitido la hipótesis que la exposición hubiera tenido lugar en las galerías Buchholz, o en Fernando Fe, en Madrid, galerías que promovían arte "moderno, de la Segunda Escuela de Vallecas, dirigida por el surrealista Benjamin Palencia, algunas de cuyas obras parecen poblar el cabezal de la habitación conyugal de la protagonista.
Se diría que algunos cuadros podrían ser de Luis Seoane, y algunas esculturas de Benjamín Lobo.
En cualquier caso, aunque la mirada de Bardem era crítica con respecto a estas obras "modernas" -en esta escena el personaje del crítico parece ser el portavoz del cineasta-, cabe preguntarse si, dado el éxito de la película, ésta contribuyó a la creciente difusión del arte de vanguardia español en los años 50, promovida incluso por el propio régimen franquista.
Este fragmento no suele proyectarse en las exposiciones permanentes dedicadas al arte de vanguardia español tras la Guerra Civil, en museos como el Centro Reina Sofía.
A la espera de poder estudiar el archivo del cineasta, cualquier dato que esclarezca estas obras -autor, título- y el espacio expositivo, será bienvenido -citando siempre el autor de la información.
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