martes, 21 de enero de 2014
LOUISE BOURGEOIS (1911-2010): MAISON FRAGILE (CASA FRÁGIL, 1972)
Fotos: Tocho, DIA Foundation, Beacon (NY), enero de 2014
La Fundación DIA (DIA Foundation), en Beacon, un burgo con pocas casas de madera desperdigadas, a unos cien quilómetros de Nueva York, valle del río Hudson arriba, está situada en una fábrica reconvertida de unos veintisiete mil metros cuadrados (se requieren unas tres horas y media para recorrerla). Las obras que acoge, desde Richard Serra hasta Andy Warhol, son monumentales, desmesuradas.
Sin embargo, el altillo, unas estancias preservadas tal como fueron halladas antes de la rehabilitación del edificio, acoge una exposición casi permanente de obras de Louise Bourgeois, cedidas por un largo tiempo. Entre éstas, y en contraste con el edificio y el resto de las obras expuestas, destacan dos leves, altas e inestables construcciones metálicas , dos moradas reducidas a unos elementos esenciales, un plano elevado (un techo protector, soportado por cuatro delgados pilares que recuerdan tallos movidos por el viento), casi invisible en la penumbra, confundidas con el suelo de cemento gris oscuro pulido, tituladas Moradas Frágiles. Las varillas defienden el espacio interior al tiempo que invitan a entrar. El techo cubre pero no pesa. La casa eleva el ánimo. Quien se recogiera en su interior se sentiría acogido, acurrucado, como en un capullo: una invitación al renacimiento, una salida hacia la luz.
Se trata de una morada de hierro, sin embargo. La asociación con una celda no deja de estar presente. Una celda es un interior para la meditación, un lugar de recogimiento, o de encierro.
La casa envuelve, protege, y oprime, ncesariamente.
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