Fotos en color: Tocho, agosto de 2018
Los baños públicos de Bellizona (Suiza), un equipamiento construido hace cincuenta años, aún en pleno uso, y cuya rehabilitación está a punto de ser completada, es un extraño proyecto del arquitecto suizo Galfetti (presente en la Bienal de Arquitectura de Venecia de 2018).
La respuesta al encargo es singular. No se trata de un edificio (unos vestuarios, unas taquillas, un bar, unas piscinas, al uso: un equipamiento de baños públicos como existen tantos), sino de una poderosa -y sin embargo discreta- intervención urbanística que incide en todo el pueblo. Se trata de una pasarela elevada de hormigón, de más de doscientos metros de largo, que conecta el núcleo del pueblo con las piscinas y el río, cruzando por encima de un parque público, sorteando diversos obstáculos. Los equipamientos propiamente dichos -luminosos y amplios vestuarios sin puertas, taquillas, etc.-, construidos con materiales muy ligeros -hierro, madera pintada de colores vivos, y paneles de fibra de vidrio también coloreados-, formalmente sencillos, se ubican debajo de la pasarela, a los que se accede por rampas y escaleras de hormigón, metal y lamas de madera que nacen, como ramas o espinas, de la pasarela, y que dan también acceso a la piscina y al parque, al mismo tiempo que crean zonas de sombra,filtrando la luz a través de las lamas. Esta larga y estilizada estructura, una linea horizontal en el paisaje, apenas se percibe, inmersa entre los árboles, y facilita el acceso a los equipamientos y al río, que la barrera de las carreteras dificulta a pie de calle.
Una inteligente, aguda intervención, muy apreciada por los usuarios, que no suscita rechazos ni presenta problemas de uso.
El edificio es de Aurelio Galfetti, Flora Ruchat-Roncati y Ivo Trümpy
ResponderEliminar