miércoles, 7 de diciembre de 2022

“Hater”

 “Hater” es una palabra inglesa que nombra a quien odia, una persona definida o caracterizada por su permanente sentimiento de odio hacia las personas ajenas. “Hater” es también un anglicismo,  utilizado sobre todo para designar a un tipo de usuario de las llamadas redes sociales. Los “haters” están especialmente  asociados a éstas. Son quienes vierten insultos y amenazas contra figuras públicas cuyas acciones e imágenes reprueban, desprecian y condenan (a menudo sin justificación, ni sin que medie reto alguno).

Mas, así como el inglés posee dicha palabra, no existe un equivalente en las lenguas latinas. Odiador no es correcto; solo se puede utilizar la expresión verbal “el o la que odia”.  Existe lo odioso pero no el odiador. El odio emana del ser o el ente rechazado, no del que rechaza.

Esta diferencia revela una distinta concepción de las cualidades humanas en el protestantismo y el catolicismo. El odio es un pecado. Va en contra de la caridad. No se puede odiar. Quien odia es odioso. El odio acarrea el oprobio. Se tiene que amar al prójimo.

El odio, por el contrario, es una virtud en el protestantismo. Expresa el rechazo del mal. Manifiesta la superioridad moral. Odiar es un bien pues aparta de la tentación. Es un deber para “purificar” el mundo.  El odio excluye a quien causa un daño. 

Los justicieros son figuras propias del protestantismo. Rechazan, neutralizan y eliminan.. Los conquistadores ( en todos los sentidos de la palabra), en cambio, son católicos. Se acercan, rompen barreras, poseen y fusionan. Kurtz frente a Don Juan. El primero mata físicamente, el segundo produce placer. La humillación no está causada por el conquistador, sino por la “moral casquivana” de la seducida, de quien se entrega, de quien, en todo caso, ha suscitado la pasión violenta. Y si las víctimas sienten odio por sus conquistadores, el mal recae en ellas no en sus poseedores.

Las religiones aún marcan el paso.


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