sábado, 30 de diciembre de 2023

Mapas capilares ( en la Nueva Granada)

 Al igual que los esclavos negros en las plantaciones de los Estados Unidos de América hasta mediados del siglo XIX, los trabajadores nativos explotados durante la colonización española, en los siglos XVII y XVIII, en la Nueva Granada (hoy Colombia), hallaron la manera de escapar de la condición de semi-esclavitud, de la vigilancia inmisericorde y del sometimiento religioso e ideológico a la que estaban sometidos. 

El elaborado trenzado del pelo de las mujeres y de los niños, a los que habitualmente no se apresaban ni se ajusticiaban, con múltiples trenzas entrelazadas o entrecruzadas, dibujaban planos con la ubicación de santuarios nativos, escondidos por todo el territorio, en altas mesetas y montañas, de manera a mantener y preservar culturas cultos y creencias, lo que evitó o disminuyó  la disgregación de comunidades dominadas y explotadas. 

Este información secreta, solo descubierta mucho más tarde, pasó desapercibida, pero fue decisiva para la existencia de colectivos. La ornamentada testa de las mujeres señalaba caminos de esperanza. 

2 comentarios:

  1. En los momentos más oscuros siempre queda algún resquicio de esperanza.

    Saludos,
    J.

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    1. Y de manera ingeniosa, aunque el ingenio en este caso trataba de enfrentarse silenciosamente al horror

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