martes, 5 de mayo de 2009

Apolo, humano

Para el dios Apolo, la norma, la ley, la mesura humanas (la themis) son la falta o ausencia de norma, la desmesura (hubris). Valores antitéticos que solo los hombres equiparan. Los humanos son los sin-ley. Por eso son efímeros (Homero, Himno a Apolo, v. 540)

3 comentarios:

  1. Te felicito por el blog, ya era hora nos hicieras participes de tus devaneos con los dioses. En ocasiones resulta denso y largo, resultando un tanto dificil de asimilar tantos conceptos de un solo tiron!!Pero aqui los pobres terranales seguiremos intentando entender este mundo de mitos y leyendas ¿ o no?.
    Tu comentario de hoy me sorprende o sera simplemente que no lo entiendo, ¿ si cultivamos el despiporre, la falta de normas, la desmesura, esto nos acercara mas a Apolo? ¿ si los hombres son los sin ley ( la desmesura,etc), deberiamos tambien ser como Apolo y quizas dejariamos de ser seres efimeros?

    CARMEN CABREADA

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  2. Estoy totalmente de acuerdo con Carmen Cabreada, es un blog interesante, pero aun seria mas interesante si consiguieramos un dialogo con el autor.

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  3. Quizá tengamos la imagen de un Homero, serio, barbado, cejijunto -la barba impone-, declamando como Moisés desde lo alto de la montaña. Pero posiblemente Homero recurriera a la ironía, al sarcasmo, incluso, lo que hoy en día se nos escapa. Homero no postula que el ser humano deba ser un salvaje. Constata que lo es.

    Es cierto, sin embargo, que dicho comportamiento nos puede acercarnos a la divinidad. Ésta es tan caprichosa y cruel cuanto atenta. Pero, incluso en ese caso, nos faltaría, para ser como los dioses, alternar resentimiento con sentimiento.

    De todos modos, los dioses griegos nunca se postularon como modelos de comportamiento. Los humanos, considerados como unos títeres en manos de las deidades, no podían nunca imitar a la perfección a los dioses. Los actos de éstos eran irreproducibles.

    Ese es el gran error del cristianismo y el islam: pensar que los dioses ofrecen modelos éticos de comportamiento -que deben ser seguidos, como si fuéramos niños, lo que nos libra de toda culpa- cuando los modelos, y la voluntad de seguirlos, tienen que proceder de nuestro interior.

    Tocho

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