sábado, 9 de mayo de 2009

Todo por la patria

"Fer pais": tal es el lema de los políticos en Cataluña (y del presidente del Barça, si es que hay alguna diferencia) -y no solo en Cataluña; hoy, el nuevo presidente del Pais Vasco afirmaba querer "hacer país"-. Todo se explica, se justifica, se perdona porque "es fa pais". No se sabe bien que quiere decir esa cantinela, o este exorcismo: ¿contribuir a la mejora económica, cultural, social, educativa?; ¿al orgullo patrio? ¿a la multiplicación de las granjas de purines? ¿al destrozo de las costas? ¿la invasión del territorio por casas adosadas estiradas como gusanos? Desde luego, si no "es fa pais", no hay redención posible. En política -y deporte.

Por eso sorprende que la colección del nuevo centro de arte Vila Casas, abierto en Can Framis, en Barcelona, haya sido constituida "per fe pais". No reflejaría los gustos y las obsesiones del coleccionista, ni su interés económico -motivos todos tan saludables-, sino el deseo de honrar, satisfacer, colmar, lo que se revela como un ávido e inclemente ídolo llamado país, o Pais, siempre incompleto, que exige que se haga, trabaje, sacrifique constantemente. Un Pais sediento de esencias. Cuestiones estéticas, preguntas sobre el valor y el interés de las obras, su forma y su contenido, sus cualidades, desaparecen; no son pertinentes, ya que no se trata de satisfacer el gusto (siempre egoista), sino el pais. ¿"Bello", "feo", "interesante", "turbador"? Preguntas improcedentes o vanas: "patrio", es la respuesta. Y no hay nada que añadir. En el nombre del país, todo se justifica. No soy yo, sino el país, que lo exige.

La duda surge entonces: ¿es un espacio de arte el lugar más adecuado para exponer las reliquias? Sí, si se piensa que para ser calificado de "contemporáneo" -y, por tanto, alimentado con toda clase de fondos, principalmente públicos, exposiciones, catálogos y medallas (¿qué ciudad, qué "pais" no requiere un museo de arte contemporáneo?)-, el arte tiene que ser político: es decir, tiene que denunciar, criticar, enjuiciar a aquellos mismos que pagan, lavando así la conciencia tanto de los artistas -que se excusan de pedigüeñar fondos públicos- cuanto de los políticos -que se revisten de un talante democrático tal que aceptan magnánimamente que los bufones les critiquen (hasta cierto punto: recordemos la imagen de un Mariscal lloroso en las noticias televisivas del mediodía pidiendo, hace años, perdón por expresar lo que pensaba sobre cierta visión "el país").

Pero, salvo este caso, los obras "patrias" (y no artísticas) que, como ladrillos y argamasa, hacen y exaltan al pais, deberían estar más bien en un museo militar (queda uno vacío en Barcelona, precisamente) o religioso (una sala capitular), allí donde se conservan los testimonios sobre los que se fundan y se justifican todas las acciones en pos de las glorias de un reino.

Pero, arte, lo que se dice arte, no es. Aunque, ¿importa?

3 comentarios:

  1. Profesor, hoy va usted fuerte !!! comparto parte de las criticas quizás en cuanto al contenido, del nuevo museo de la Ciudad, pero creo que también hay que resaltar su parte positiva. A mi me parece un edificio magnifico, que crea un clima especial de tranquilidad en medio de un mar de hormigón con edificios altos con metal y cristales. Es un espacio,para poder hacer exposiciones fantastico, otra cosas sera el valor de las obras por si mismo, pero ya dependera de los comisarios y los artistas que allí expongan, un nuevo espacio cultural, siempre es de agradecer y la construcción y reconstrucción a mi como ciudadana sin muchos elementos de critica, me parece un edificio sencillo y elegante y como tambien se dice aqui con "caliu" invitaria a los lectores de este blog a dar una vuelta y conocerlo.

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  2. Estimada Glauka

    ¿Se ha dado cuenta que solo ha alabdo el edificio -sin duda magnífico, agradable, y perfectamente insertado en el barrio- y nada ha dicho de la colección?

    Por otra parte, no critiqué negativamente la colección -lo que podría, y debería, hacerse- sino la manera cómo se expuso su concepción: no respondería a los gustos o caprichos de un coleccionista -cuando sí lo hace, obviamente- sino a la voluntar de "edificar la patria" (independientemente, se puede suponer, de la calidad o falta de esa de las piezas). Se trataría de una acción "heroica", no la expresión de un gusto. Pertenecería a la órbita de lo moral, no de lo estético.

    Pero es cierto que es muy agradable pasear por fuera, cuando solo se ve el edificio y su jardín.

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  3. Intentaba dar mi visión de como también es "Can Framis", en cuanto a gustos, nada que decir, nada mas subjetivo que la visión de la estetica de cada uno. Creo que los canones de la estetica, ya han pasado a otros tiempos, seria dificil decir actualmente cuales son los canones de la estetica contemporanea. A mi efectivamente unos cuadros me gustaron otros no, y realmente se echan a faltar ausencias, provocads intencionadamente? quizas algunos autores no quieren participar o el coleccionista no los tiene o no los quiere ?!! No podemos mas que sugerir en el libro del museo, la opinión de cada uno, quizas esto ayudara a mejorar las cosas. En fin que yo recomiendo que el que lea estos comentarios se acerque al recinto y de su opinión!!!!!!

    12 de mayo de 2009 10:15

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