domingo, 24 de abril de 2016
sábado, 23 de abril de 2016
Arte y pornografía
" La imagen considerada pornográfica no ha entrado [en los museos] o lo ha hecho solo cuando representaba la mirada colonial, masculina, heterosexual dominante"
(Paul B. Preciados -Beatriz Preciados, ex-conservador(a) del museo de arte contemporáneo de Barcelona MACBA)
Es curioso. Los museos de arqueología en casi todo el mundo (existen ciertas limitaciones en algunos países musulmanes y no todo puede contarse -por razones religiosas, que no morales- en algunos museos de Israel) coleccionan y exhiben sin problemas un buen número de tablillas mesopotámicas con escenas sexuales "explícitas" -eran "entradas" para tabernas y burdeles- (aunque es cierto que un centro de arte cercano quiso esconderlas), cerámicas griegas con escenas de diversas prácticas heterosexuales, homosexuales y de bestialismo, así como escenas de defecación (posiblemente "sexuales"), estatuillas mesopotámicas, griegas y romanas con escenas de penetración, pinturas (frescos) con imágenes de uniones entre humanos, humanos y animales, divinidades y humanos, y divinidades y animales, así como figuras profilácticas masculinas y femeninas con la ostensible exhibición de órganos sexuales a veces descomunales, amén de toda clase de amuletos con falos erectos y vaginas abiertas (como un conocido relieve cananeo de Asherat, esposa de Yahve abriéndose la vagina con las manos, del Museo de Israel en Jerusalén, expuesta en Barcelona hace años. Amen de la muy precisa iconografía esculpida, bien a la vista, y pintada hinduista, y de la desbordante imaginería japonesa, asi como de las más escondidas escenas románicas.
O estas imágenes no son consideradas pornográficas hoy (no lo eran en su momento, muy posiblemente; pornografía significa representación de la porneia: prostitución, relacionado con el verbo porneuô: tener relaciones con gentiles -paganos o miembros de clases "bajas"-, o adorar ídolos -falsos dioses, o dioses paganos-, y con porne, que significa prostituto o prostituta, pero sobre todo esclavo o esclava; el verbo pernemi no significa comprar servicios sexuales, sino adquirir esclavos. Desde luego, etimológicamente, la prostitución tenía que ver con la sumisión y con el poder, pero no con la sexualidad -dominante o sometida, ni regulada) o no son artísticas, o representan la mirada antes citada (¿qué escapa entonces a esta mirada: la inmaculada concepción? ), o los museos de arqueología no son museos, reservando ésta palabra para nombrar los que exponen arte contemporáneo.
O la frase es inexplicable. O tópica
Asherat (unida a Yahvé), Museo de Israel, Jerusalén
(Paul B. Preciados -Beatriz Preciados, ex-conservador(a) del museo de arte contemporáneo de Barcelona MACBA)
Es curioso. Los museos de arqueología en casi todo el mundo (existen ciertas limitaciones en algunos países musulmanes y no todo puede contarse -por razones religiosas, que no morales- en algunos museos de Israel) coleccionan y exhiben sin problemas un buen número de tablillas mesopotámicas con escenas sexuales "explícitas" -eran "entradas" para tabernas y burdeles- (aunque es cierto que un centro de arte cercano quiso esconderlas), cerámicas griegas con escenas de diversas prácticas heterosexuales, homosexuales y de bestialismo, así como escenas de defecación (posiblemente "sexuales"), estatuillas mesopotámicas, griegas y romanas con escenas de penetración, pinturas (frescos) con imágenes de uniones entre humanos, humanos y animales, divinidades y humanos, y divinidades y animales, así como figuras profilácticas masculinas y femeninas con la ostensible exhibición de órganos sexuales a veces descomunales, amén de toda clase de amuletos con falos erectos y vaginas abiertas (como un conocido relieve cananeo de Asherat, esposa de Yahve abriéndose la vagina con las manos, del Museo de Israel en Jerusalén, expuesta en Barcelona hace años. Amen de la muy precisa iconografía esculpida, bien a la vista, y pintada hinduista, y de la desbordante imaginería japonesa, asi como de las más escondidas escenas románicas.
O estas imágenes no son consideradas pornográficas hoy (no lo eran en su momento, muy posiblemente; pornografía significa representación de la porneia: prostitución, relacionado con el verbo porneuô: tener relaciones con gentiles -paganos o miembros de clases "bajas"-, o adorar ídolos -falsos dioses, o dioses paganos-, y con porne, que significa prostituto o prostituta, pero sobre todo esclavo o esclava; el verbo pernemi no significa comprar servicios sexuales, sino adquirir esclavos. Desde luego, etimológicamente, la prostitución tenía que ver con la sumisión y con el poder, pero no con la sexualidad -dominante o sometida, ni regulada) o no son artísticas, o representan la mirada antes citada (¿qué escapa entonces a esta mirada: la inmaculada concepción? ), o los museos de arqueología no son museos, reservando ésta palabra para nombrar los que exponen arte contemporáneo.
O la frase es inexplicable. O tópica
Asherat (unida a Yahvé), Museo de Israel, Jerusalén
San Jorge (Sant Jordi), arquitecto
El dios mesopotámico Ninurta decapitando al dragón de siete testas (Museo de las Tierras de la Biblia, Jerusalén)
Jordi (Jorge) viene del griego (geôrgios). Es una palabra compuesta. Une los sustantivos ge (tierra) y ergon (trabajo). Geôrgion significa tierra labrada, cultivada; geôrgeô se traduce también por fertilizar. El poema de Virgilio las Geórgicas es un canto a la regulada vida en el campo, tarea con la que se pauta el tiempo y el espacio.
Santiago de la Vorágine, en la medieval Leyenda dorada, afirma que el nombre de Jorge viene también del sustantivo griego hieron, que se traduce por santo, y gyon, que significa luchador, palabra que derivaría de Gihon, uno de los cuatro ríos del Paraíso, símbolos de las virtudes cardinales y, en este caso, de la Templanza: una virtud simbolizada por un compás -con el que medir y mesurar-, emblema de la Geometría y de la Arquitectura. La etimología muy posiblemente es fantasiosa, pero significativa. Revela el imaginario de San Jorge.
Jorge es un agricultor (tal es el significado literal del nombre), un trabajador de la tierra. Abre surcos y zanjas para cultivar y para fundar.
Érase una ciudad llamada Silene, ubicada en Libia según Santiago de la Vorágine (quizá la ciudad colonial griega Cirene, fundada por Apolo). Como Delfos, la ciudad sagrada apolínea de la que Cirene era una imagen o una réplica, Silene estaba asediada por un dragón que controlaba una fuente. Los habitantes de la ciudad, sedientos, sacrificaban ovejas sin resultados, por lo que decidieron entregar una virgen para aplacar al dragón. Cuando la hija del rey iba a ser entregada al monstruo, Jorge, subido a un caballo blanco -un emblema de coraje y pureza-, apareció, mató al monstruo y liberó a la joven. Su gesta no era excepcional. Ya el héroe griego Perseo había liberado a la princesa Andrómeda atada a una roca para aplacar a un dragón.
Los países de religión musulmana celebran la fiesta del hombre santo Al-Khidr (Al-Jidr) el 23 de abril, día también de Jirjis (Jorge en árabe). Al-Khidr estaba asociado al dios fenicio Kothar. Su nombre significa Hábil, Diestro, Sabio. Se trataba del herrero divino. Construyó el reluciente palacio del Dios Baal, fundó ciudades, y forjó las armas con las que Baal pudo matar al dragón marino Yam que ponía el jaque al mundo. Kothar también modeló los apeos con los que trabajar la tierra.
Dicha labranza era similar a la que practicaban los escribas cuando abrían surcos en las tablillas de arcilla. Kothar, que manejaba los sopletes de la forja que expiraban rítmicamente, era un poeta y un músico inspirado, que transcribía versos y notas en tablillas. Su figura y sus acciones estaban modeladas sobre las del dios mesopotámico Ea o Enki, dios de las artes y de la arquitectura, que ordenó y cultivó la tierra, con cuyo monstruo, el dragón Tianat, luchó a fin de completar el universo, ayudado por su hijo el Dios babilónico Marduk.
El dragón, asociado a la tierra y las fuentes, evocaba las fuerzas primigenias aplacadas por Jorge. La tierra domesticada, pudo ser cultivada y habilitada. Liberó la ciudad y logró que dominara la tierra circundante y la pusiera a su servicio, así como libró a la princesa de la muerte lo que aseguró la perpetuación de la ciudad.
Jorge era un arquitecto, el primer arquitecto. Kothar era una variante de Caín, el primer herrero (qayin es herrero en hebreo), y el primer constructor de ciudades, tras haber dominado el primer dragón, el demonio, real e interior.
viernes, 22 de abril de 2016
La ciudad y las bombas
Sprawl es una palabra inglesa que ha pasado casi al vocabulario habitual del urbanismo en otras lenguas. Designa la creciente extensión en todas direcciones de barriadas o ciudades-jardín, supuestamente idílicas, compuestas por un sin número de villas aisladas, rodeadas de jardín, con un frente de césped dando a una trama de calles a imitación de caminos en el campo, de la que ninguna verja las aisla. Se traduce por dispersión urbana.
Se ha pensado que este tipo de crecimiento urbano, que ocupa un territorio desmesurado, muy lejos del centro de la ciudad -si es que existe-, es una transposición de las ciudades-jardín inglesas a los Estados Unidos, o bien refleja el gusto por lo rural y el aislamiento de pequeñas comunidades protestantes que revelan la procedencia centro europea de los emigrantes, reacios a la estructura urbana compacta del sur de Europa. La escasa población de los Estados Unidos en la primera mitad del siglo XX y la extensión del territorio, permitía esta ocupación tan poco densa, a la que la cultura del automóvil particular contribuyó decisivamente (frente al uso del transporte público propio de ciudades europeas).
Pero es muy posible que esas explicaciones sean inexactas o insuficientes.
Las extensas periferias de las ciudades norteamericanas, convertidas en periferias sin centro, bien podría responder a un urbanismo que tenía como fin planificar barrios muy extensos, alejados del centro, de modo que, en caso de un ataque nuclear, tan temido durante la Guerra Fía en los años cincuenta, la o las bombas nucleares, lanzadas sobre los centros urbanos, no dañaran los barrios residenciales, o bien no los afectaran todos de modo tan dramático debido, precisamente, a su desmesurada extensión. Fue el miedo al invierno nuclear el que determinó la estructura y la imagen de la ciudad norteamericana, un motivo que se extendió por numerosos países, devastados por la Segunda Guerra Mundial y los procesos de descolonización de la posguerra, que recibieron ayuda financiera norteamericana y la difusión de modos de vida contrarios a los del modelo soviético, como, por ejemplo, muchas de las capitales -tal Bagdad- del Próximo Oriente.
Debo esta información al arquitecto y estudioso griego Lefteris Theodosis en su aun inédita tesis doctoral sobre el arquitecto griego Doxiadis y la aplicación del Plan Marshall en el Mediterráneo.
jueves, 21 de abril de 2016
Arquitecturas terrenales v. arquitecturas celestiales (de dioses y hombres)
"Nosotros sabemos que si esta tienda de campaña -nuestra morada terrenal- es destruida, tenemos una casa permanente en el cielo, no construida por el hombre, sino por Dios. Por eso, ahora gemimos deseando ardientemente revestirnos de aquella morada celestial; porque una vez que nos hayamos revestido de ella, ya no nos encontraremos desnudos. Mientras estamos en esta tienda de campaña, gemimos angustiosamente, porque no queremos ser desvestidos, sino revestirnos, a fin de que lo que es mortal sea absorbido por la vida."
(Pablo, Segunda Epístola a lo Corintios, 5, 1-5)
Mientras, unos setenta años antes, el poeta romano Cátulo escribía:
"Los habitantes del cielo solían visitar antes en persona las castas moradas de los héroes y mostrarse en las reuniones de los hombres, cuando el amor a los dioses aún no había sido despreciado. A menudo el padre de los dioses, cuando volvía de nuevo a su brillante templo, al haber llegado los sagrados ritos anuales de los días de fiesta, contempló cómo caían en tierra cien toros. A menudo
Líber, vagando por lo más alto del Parnaso, condujo a las Tíades, que gritaban
¡evohé!, con los cabellos sueltos, cuando en Delfos, saliendo a porfía en carrera de
toda la ciudad, recibían alegres al dios con sus altares humeantes (...).
Pero, después que la tierra se llenó de nefandos crímenes y todos desterraron la
justicia de su ambicioso corazón; los hermanos bañaron sus manos con la sangre del
hermano; el hijo dejó de llorar a sus padres desaparecidos; el padre deseó la muerte
de su hijo en lo mejor de la vida para, libre, gozar de la flor de una madrastra virgen;
la sacrílega madre, acostándose con su hijo ignorante, no temió, sacrílega, mancillar a
los dioses familiares; todas las cosas lícitas mezcladas por una dañina locura con las
ilícitas han apartado de nosotros el corazón justiciero de los dioses."
(Cátulo, Poema 64, 253-257)
Me temo que quien tuvo una visión más certera de la realidad fuera....
(Pablo, Segunda Epístola a lo Corintios, 5, 1-5)
Mientras, unos setenta años antes, el poeta romano Cátulo escribía:
"Los habitantes del cielo solían visitar antes en persona las castas moradas de los héroes y mostrarse en las reuniones de los hombres, cuando el amor a los dioses aún no había sido despreciado. A menudo el padre de los dioses, cuando volvía de nuevo a su brillante templo, al haber llegado los sagrados ritos anuales de los días de fiesta, contempló cómo caían en tierra cien toros. A menudo
Líber, vagando por lo más alto del Parnaso, condujo a las Tíades, que gritaban
¡evohé!, con los cabellos sueltos, cuando en Delfos, saliendo a porfía en carrera de
toda la ciudad, recibían alegres al dios con sus altares humeantes (...).
Pero, después que la tierra se llenó de nefandos crímenes y todos desterraron la
justicia de su ambicioso corazón; los hermanos bañaron sus manos con la sangre del
hermano; el hijo dejó de llorar a sus padres desaparecidos; el padre deseó la muerte
de su hijo en lo mejor de la vida para, libre, gozar de la flor de una madrastra virgen;
la sacrílega madre, acostándose con su hijo ignorante, no temió, sacrílega, mancillar a
los dioses familiares; todas las cosas lícitas mezcladas por una dañina locura con las
ilícitas han apartado de nosotros el corazón justiciero de los dioses."
(Cátulo, Poema 64, 253-257)
Me temo que quien tuvo una visión más certera de la realidad fuera....
martes, 19 de abril de 2016
Exposición de libros sobre Siria en la Biblioteca de la Escuela de Arquitectura de Barcelona (UPC-ETSAB) (Abril de 2016)
Síria, bressol de civilitzacions: destrucció del patrimoni i arquitectura de l’èxode. Exposició a la biblioteca
Amb la col·laboració de Shahd Zaroor (estudiant síria de l’ETSAB), del professor Pedro Azara (departament THATC-ETSAB) i de les Biblioteques de la UPC, hem preparat l’exposició de llibres
Síria, bressol de civilitzacions: destrucció del patrimoni i arquitectura de l’èxode.
Hi trobareu llibres que mostren el ric patrimoni siri i, en relació amb el conflicte, llibres sobre arquitectura d’emergència i reconstrucció de ciutats després de guerres.
Trobareu els materials de l'exposició als enllaços a les guies temàtiques i taulers de Pinterest següents:
Guia temàtica: Síria, bressol de civilitzacions: destrucció del patrimoni i arquitectura de l’èxode
Guia temàtica: Síria, bressol de civilitzacions: destrucció del patrimoni i arquitectura de l’èxode
Pinterest Llibres Síria, Bressol de Civilitzacions
Pinterest Llibres Reconstrucció_després de guerres
Pinterest Llibres Arquitectura d’emergència
Pinterest Fotos Exposició ‘Síria, Bressol de Civilitzacions’
Pinterest Llibres Reconstrucció_després de guerres
Pinterest Llibres Arquitectura d’emergència
Pinterest Fotos Exposició ‘Síria, Bressol de Civilitzacions’
L’exposició serà a la biblioteca fins a mitjans de maig
Véase la página web de la biblioteca
Presentació
La arquitectura no desaparece cuando se destruye, incluso intencionadamente. Las bombas no acaban con ella. Se desvanece para siempre cuando ya nada nos dice, cuando no queda ni una imagen, cuando no la recordamos. Casas, templos, tumbas y ciudades en Siria han sido sistemáticamente arrasados. Bombas, piquetas y martillos han tratado de borrarlos. Pero la letra es más resistente que la piedra. Incluyo cuando el libro se quema, es difícil acallar la palabra. Solo cuando ya no quedan sino muertos, la arquitectura deja de tener sentido. Tras seis años de guerra civil, es posible que una generación no haya podido estar en Siria, en ciudades vivas y muertas. Pero los libros guardan vivas las trazas, las imágenes de las mismas, quizá incluso más vivas y vitales, de moradas y monumentos. Los libros también cuentan y muestran como aquellos podrán volver a ser: espacios de acogida, donde vivir, siquiera un tiempo, y pensar. Mientras quede una página escrita, incluso descolorida o con grafías y grafismos diluidos, quedará la esperanza de devolver a la vida el espacio de los hombres, en la realidad o el sueño. Esta pequeña muestra de libros y revistas de y sobre Siria, pertenecientes a la biblioteca de la Escuela de Arquitectura de Barcelona, y a miembros de la misma, quiere contribuir a preservar la imagen de lo que fue y de lo que quizá vuelva a ser, sin olvidar las heridas ni cómo se han tratado de curar. Libros de primera necesidad, para una primera –quizá única- cura.
Presentació
La arquitectura no desaparece cuando se destruye, incluso intencionadamente. Las bombas no acaban con ella. Se desvanece para siempre cuando ya nada nos dice, cuando no queda ni una imagen, cuando no la recordamos. Casas, templos, tumbas y ciudades en Siria han sido sistemáticamente arrasados. Bombas, piquetas y martillos han tratado de borrarlos. Pero la letra es más resistente que la piedra. Incluyo cuando el libro se quema, es difícil acallar la palabra. Solo cuando ya no quedan sino muertos, la arquitectura deja de tener sentido. Tras seis años de guerra civil, es posible que una generación no haya podido estar en Siria, en ciudades vivas y muertas. Pero los libros guardan vivas las trazas, las imágenes de las mismas, quizá incluso más vivas y vitales, de moradas y monumentos. Los libros también cuentan y muestran como aquellos podrán volver a ser: espacios de acogida, donde vivir, siquiera un tiempo, y pensar. Mientras quede una página escrita, incluso descolorida o con grafías y grafismos diluidos, quedará la esperanza de devolver a la vida el espacio de los hombres, en la realidad o el sueño. Esta pequeña muestra de libros y revistas de y sobre Siria, pertenecientes a la biblioteca de la Escuela de Arquitectura de Barcelona, y a miembros de la misma, quiere contribuir a preservar la imagen de lo que fue y de lo que quizá vuelva a ser, sin olvidar las heridas ni cómo se han tratado de curar. Libros de primera necesidad, para una primera –quizá única- cura.
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