lunes, 13 de enero de 2025
Templo
sábado, 11 de enero de 2025
Nave
Pocas palabras del vocabulario arquitectónico son tan hermosas y tan complejas como: nave.
Nave, del latín y seguramente del indoeuropeo, es un barco: un medio de transporte y desplazamiento en un medio donde no es posible trazar ni abrir caminos: el mar, una imagen del mundo de los muertos en la Grecia antigua .
Pero nave es también un recinto o un contenedor, así como una parte de un edificio que alberga y a la vez facilita el desplazamiento; un pasillo ancho, suficiente para acoger a una comida a la que conduce hacia un objetivo que da sentido a la vida.
La nave conjuga la acogida -la estancia- y la partida. Ofrece la promesa de un viaje seguro, el viaje de una vida. La nave es un arca: una caja de sorpresas. Acoge, ofrece un techo protector, y lleva a buen puerto.
Una nave está anclada en la tierra: un refugio. Pero boga también.
La palabra nave evoca una construcción de gran tamaño. Ls nave es visible desde lejos.
En ambos casos, como albergue y almacén, y como barco, la nave es una estructura pensada y construida, contrariamente a la casa particular, como un lugar para una colectividad. En una nave cabe una comunidad. Es la casa de todos, un lugar donde cada miembro puede sentirse como en casa.
En tanto que nave, se trata de un recinto que acompaña al viajante a lo largo de su vida. No es una casa a cuestas. No cuesta llevarla. Porque no se lleva, sino que la nave nos transporta. Y nos acompaña durante toda una vida. Como almacén, contiene todo lo necesario para la vida.
Una nave es un mundo. Es la imagen del cosmos. El arca, en textos mesopotámicos, se presentaba como una metáfora del mundo. Todas las especies, todos los bienes, podían sentirse seguros en la nave. Nada los iba a faltar.
La nave envuelve. Abraza. Y alimenta. No encalla ni nos abandona.
Ls nave solo tiene sentido si está plena de bienes, y si está siempre preparada para soltar amarres: solo si puede cuidar vidas, y ofrecerles un espacio donde tejer relaciones. Hasta los locos caben en una nave. No excluye a nadie, salvo a quienes quieren hundirla.
Sin nave, nadie sabe a dónde ir, donde tiene que ir. No se puede emprender el viaje. Solo cabe el encogimiento, el empobrecimiento, el viaje sin rumbo, a ninguna parte. La nave sabe cómo navegar sin perderse, sorteando o afrontando los envites.
Las naves son comunidades guiadas, orientadas. Saben cuál es la meta, la finalidad del viaje. Sin ellas, el viaje no se concibe, la comunidad se queda sin ellas sustento. Ya nada la une a la vida.
El hundimiento de una nave es el fin de una comunidad. Pierde su lugar en la tierra. Ya no sabe a dónde ir ni dónde mirar. El desamparo, la pérdida atenaza al colectivo. Queda a merced de los elementos. Solo queda subir a la barca de los muertos.
GEORGES FRANJU (1912-1987): LES YEUX SANS VISAGE (OJOS SIN ROSTRO, 1960)
"Les Yeux sans Visage"(Eyes without a Face) de Georges Franju-Film Complet by tokyvideo.com
Los grandes almacenes - El hombre invisible (La Samaritaine, París, 1978)
viernes, 10 de enero de 2025
¿Surrealismo antes de hora? José de Ribera (1591-1652): murciélago y orejas (1620)
GEORGES MALKINE (1898-1970): DEMEURES (MORADAS)
Sin embargo, el actor y pintor francés Georges Malkine, el primer pintor aceptado por Breton en su inicial listado de creadores surrealistas hasta entonces compuesto solo por poetas, pintó una serie de moradas pensadas como retratos de sus moradores, artistas surrealistas, en su mayoría, aunque también compuso casas para compositores como Bach o Ravel.
Si la casa es el espejo del alma del mirador, las casas de Malkine -interesantes no estéticamente, sino por el retrato simbólico de los artistas retratados que las moradas constituyen- son construcciones imposibles, sueños de volúmenes, visiblemente antropomórficos a veces, que pueden evocar descripciones de castillos fantasmagóricos en novelas góticas, con voladizos, arcadas, bóvedas, representados desde un punto de vista muy bajo, ubicados a veces en lo alto de riscos; construcciones pétreas, masivas, sin puertas ni ventanas, hechas de un solo bloque esculpidos, como si fueran casas ancestrales, cerradas sobre sí mismas, que solo mostraran un perfil impenetrable y enigmático.
https://www.melusine-surrealisme.fr/auteurs/georges-malkine
jueves, 9 de enero de 2025
BRASSAÏ (GYULA HALÁSZ, 1899-1984): PARÍS DE NOCHE
Aunque la luz de las farolas, los anuncios, los faros de los coches y el reflejo en los adoquines lustrados por la lluvia destaca en la oscuridad, es ésta, la densa noche, tan sólo matizada por la neblina, la que invade la imagen. Solitarias siluetas humanas a contraluz aureoladas por un círculo de luz, constituyen el único contrapunto vital a una ciudad cuyo imagen desértica la luz eléctrica que ilumina la calle vacía acentúa. Gárgolas, ramas retorcidas, aparecen como detalles incongruentes en un paisaje barrido por la electricidad que, por contraste, acrecienta la viscosidad de la noche que aprisiona a mujeres de la calle ateridas, atrapadas a su sombra alargada, vestidas como para una fiesta que no tendrá lugar.
La sordidez, la inquietud y la fascinación se conjugan en unas imágenes de la ciudad moderna que trata de ahuyentar la noche a la que, paradójicamente necesita como la cara oculta, la cara que oculta vidas que no pueden mostrarse a plena luz.
https://www.centrepompidou.fr/fr/programme/agenda/evenement/gGUudFS