miércoles, 15 de enero de 2025

Bóveda

La bóveda simula en cielo. Una pared continua gira, describe un arco muy por encima nuestro, como una tela henchida por el viento que ondula, y desciende formando la pared contraria, paralela al anterior. En su ascenso y su descenso, en su sobrevolar el espacio, la bóveda define un mundo en el que el humano puede acogerse teniendo al cielo por techumbre.

La palabra bóveda no es de origen latino -o solo indirectamente, a través del catalán volta. Procede del germánico. En inglés existe un verbo entroncado con la palabra castellana: to build (construir), un verbo idéntico al alemán, con el normal significado: bauen. Un edificio, una construir, en inglés, se dice building, y tiene el mismo significa material y moral que el verbo castellano edificar. Se construye, se forma, se prepara a una persona, a uno mismo, como se levanta una construcción. El trabajo edificatorio, que exige contención, esfuerzo, entrega y orden, es una buena metáfora del trabajo formativo gracias al cual uno se contiene y se eleva, dejando por los suelos las ideas y sentimientos bajos,  bajamente materiales o terrenales. El acto de edificar o educar levanta el ánimo. Gracias a este esfuerzo y la entrega necesaria, la vida es menos rastrera, innoble u oscura.

Los verbos to build y bauen proceden del antiguo germánico. Būan significaba construir, ciertamente. Pero también habitar, mirar o estar en un determinado lugar.

La edificación y la vida corriente de pareja. Apenas se iniciaba la obra ya se habitaba: se definía, se delimitaba un lugar y se proyectaba un techo. La mano ya alzaba en el aire un techo protector. El gesto de construir ataba o enraizaba en un lugar al constructor y quienes iban a habitar en la obra construida. El levantamiento de una pared simbolizaba el alzamiento en un espacio. El constructor levantaba la cabeza confiado. Yo no vivía encogido, amedrentado. La bóveda que edificaba era una imagen de su mundo, el mundo en el que soñaba vivir.

La bóveda se define así como el elemento que identifica o simboliza las virtudes de la arquitectura: un obrar que ennoblece y da sentido a la vida, que la alimenta.

Hoy, las bóvedas han desaparecido. Tienen excesivas aspiraciones. Techos plenos y rasos a la altura de la cabeza, señalan hasta dónde podemos llegar: vuelo a ras de suelo. 


 






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