Aunque la luz de las farolas, los anuncios, los faros de los coches y el reflejo en los adoquines lustrados por la lluvia destaca en la oscuridad, es ésta, la densa noche, tan sólo matizada por la neblina, la que invade la imagen. Solitarias siluetas humanas a contraluz aureoladas por un círculo de luz, constituyen el único contrapunto vital a una ciudad cuyo imagen desértica la luz eléctrica que ilumina la calle vacía acentúa. Gárgolas, ramas retorcidas, aparecen como detalles incongruentes en un paisaje barrido por la electricidad que, por contraste, acrecienta la viscosidad de la noche que aprisiona a mujeres de la calle ateridas, atrapadas a su sombra alargada, vestidas como para una fiesta que no tendrá lugar.
La sordidez, la inquietud y la fascinación se conjugan en unas imágenes de la ciudad moderna que trata de ahuyentar la noche a la que, paradójicamente necesita como la cara oculta, la cara que oculta vidas que no pueden mostrarse a plena luz.
https://www.centrepompidou.fr/fr/programme/agenda/evenement/gGUudFS
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