jueves, 10 de enero de 2013

SUSAN HEFUNA (EL CAIRO, 1962): BUILDINGS & CITYSCAPES (EDIFICIOS Y VISTAS URBANAS) -O LA ARQUITECTURA SEGÚN SUSAN HEFUNA







































Susan Hefuna es una artista cariota (egipcia) instalada en Londres. Una parte de su obra versa sobre arquitectura y ciudades. Son dibujos -y grabados- de trazos trémulos, hechos a tinta, aunque la aguada también introduce color en ocasiones, sobre todo el azul de Esmira, para evocar a Estambul.

Densas tramas de desigual intensidad, visibles y tan solo intuidas, como las trazas de construccionesque fueron, o que fueron soñadas, marcadas sobre distintos papeles traslúcidos, posteriormente superpuestos, tejen espacios hechos con filas de elementos, con armaduras de hierro, o con hilos. Los muros se asemejan a tejidos; o a rejillas. Hefuna nunca precisa con qué materiales se imagina se han levantado, o urdido, los muros, los suelos, las vallas. También a alambradas, que constituyen vallas que impiden el paso, que encierran, y defienden. La mayoría de los edificios, sutilmente, evocan espacios detrás de celosías; que permiten que desde el interior se otee el exterior, impidiendo, sin embargo, que la mirada de fuera, o fonánea penetre los muros. Estas construcciones facilitan el contacyto humano, pero también son una especia de cárcelos, pues invitan solo al urmuro y a las miradas de reojo; quien observa desde el interior también se sabe observado; por otra parte, como muestra Hefuna en una fotografía, las figuras en los interiores quedan reducidas a sombras.
Sombras siempre femeninas, como femeninas son las manos que trencen los interiores -o sus cárceles.
Hefuna rehuye los perfiles rectos. Se trata de espacios trenzados por los usuarios. Los muros palpitan al rimo de la vida que encierran (encerrar: contener, proteger; también retener).
Los trazos irregulares, casi infantiles, contradicen el hieratismo que algunas plantas -si es que son plantas- quieren sugerir. Hefuna construye sus edificios en un estrecha espacio que ubica entre el deseo y las normas, las reglas y las pulsiones.
La grandeza de sus dibujos quizá resida en que revela la fragilidad de los hogares y de las esperanzas de las que son portadores.  Las paredes rectas, las plantas geométricas se tambalean o se adaptan al terreno, a los materiales, las posibilidades, las necesidades, los deseos. Los volúmenes arquitectónicos se convierten en hogares; para bien y para mal. Lugares para habitar, o enclaustrar.

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