jueves, 28 de febrero de 2013

David Bestué (1980): Esfera triste (2013)








Una esfera lisa y metálica posada en el suelo. Tiene el tamaño de una pelota de playa. No está sobre base o peana alguna. Cualquiera puede golpearla inadvertidamente.
Hueca aunque no vacía. Si se mueve, se percibe un ruido. la esfera se asemeja a un sonajero.
Nada, salvo la cartela, indica qué contiene la esfera.
Son restos arquitectónicos. Cascotes: ladrillos y mortero de un edificio concluido, y restos de una construcción derruida.
Lo nuevo y lo caído cohabitan -en una esfera, una forma perfecta. La historia de una construcción, desde el inicio hasta el final, resumida, concentrada en casi un punto. La esfera actúa como una cápsula del tiempo. Puede ser vista tanto como el germen de un edificio -algo así como una primera piedra, o una semilla- cuanto como el último resto romo. Lo que apunta y lo que ha caído.
La esfera es una forma perfecta: la forma del cosmos; es decir, el espacio habitable. Y, en éste, la vida se sucede. Ciudad son fundadas y desaparecen.
La obra de Bestué es una lección de historia; una historia en imágenes.
Historia humana. Toda la grandeza de un edificio, expresión quizá del orgullo del arquitecto, contenida en una bola que cualquiera puede golpear y apartar.
Los edificios, fijos y perennes, transformados en una forma que rueda, mudando de lugar, sin tener un lugar asignado.

2 comentarios:

  1. yo tengo una esfera triste... ¿que puedo hacer con ella y en cuanto esta evaluada?

    ResponderEliminar
  2. Creo que lo mejor sería contactar con la galería de arte en Barcelona que lleva al artista.
    Atentamente

    ResponderEliminar