domingo, 29 de marzo de 2015

JOHN BAIR (1969): THE ORIGIN OF LOVE (2014) (JOHN CAMERON MITCHELL, HEDWIG AND THE ANGRY INCH, 1998)



El drama musical Hedwig and the Angry Inch, de John Cameron Mitchell, sobre un cantante transexual de la Alemania del Este en los años ochenta, huido a los Estados Unidos, en busca de un elusivo éxito -que otros conocerán-, se ha repuesto el año pasado en un teatro de Nueva York, obteniendo merecidamente todos los premios posibles (Premios Tony). Este mes de marzo -y solo por unas semanas-, Cameron Mitchell ha asumido el papel que creó hace dieciséis años.
El tema principal sigue siendo El origen del amor, basado en el discurso del comediógrafo griego Aristófanes sobre el origen de Eros, descrito en el Simposio de Platón.
La versión es distinta de la interpretación de Cameron Mitchell en la película del mismo título de 2001. La diferencia principal reside en la distinta utilización de unos dibujos animados también distintos de los de la película, creados el año pasado por John Bair y su empresa Phosphene (fundada en 2010, y responsable de los mejores efectos en películas tales como Blue Jasmine de Woody Allen), en una escena brillantemente resuelta desde el punto de vista técnico e interpretativo.  

3 comentarios:

  1. Las casualidades poéticas existen y me alegro de haber coincidido con usted en el tema de mi último post.

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  2. Desconocía esta obra de Boadway, pero por la característica del personaje principal me he acordado de la obra “M Butterfly”, una deconstrucción -como se ha dicho- de la ópera de Puccini “Madama Butterfly”, aunque en el musical que usted menciona creo que la peripecia es distinta y más sarcástica que melancólica. La película me pareció espléndida. La amalgama, ambigüedad y confusión de géneros siempre es subversiva, sea por razones humano-divinas, o por la provocación al orden establecido.

    Un saludo.

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    Respuestas
    1. Es muy cierto. No se me había ocurrido: la obra es una versión de Madame Butterfly.
      La representación teatral da importancia al mentor de Edwig de manera sutil. Está siempre presente pero no se le ve; solo se le oye. La acción pasa en un pequeño local adosado a un estadio donde actúa el mentor. Cuando la puerta se abre, se puede escuchar el atronador éxito del mentor de Edwig y sus palabras en las que no hace referencia alguna a Edwig, autor sin embargo de todos los éxitos del cantante y sin cuya ayuda el mentor no habría triunfado.
      Obra amarga a la que los sarcasmos otorgan aun más amargura, y sin embargo, obra irónica.

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