Extraordinaria y muy divulgada instalación -con el vídeo documental complementario- del artista marroquí Mounir Fatmi
Si solamente su lema "no necesito raíces, solo necesito memoria" pudiera ser escuchado...
¿Acaso no es lo mismo? No necesito escaleras, sólo necesito subir. Sin experiencia no hay memoria. Un marciano tiene la memoria de Marte, y de los planetas que visite, o en los que se haya quedado.
Muy cierto, pero la memoria puede referirse al lugar en el que uno se encuentra o que ha escogido, no en el que ha nacido, atado a la tierra. La memoria ilumina, permite analizar lo que ha ocurrido, ofrece perspectiva. Las raíces, por el contrario, atan, bloquean, me parece
Lo que yo creo, en cambio, Sr. Azara, es que de lo que se trata es de asumir esas, que muchos llaman y usted parece que también, “ataduras” y convertirlas en lo que deben realmente ser, los cimientos del edificio. Valga la expresión “cimientos” y la expresión “edificio” en un blog como el suyo dedicado a la arquitectura y a las ciudades. Si no se hace así, normalmente, los edificios se derrumban y las ciudades las borra el polvo del desierto, ¿no es verdad?
Además, no hay otro remedio porque ya lo dejó muy claro Constantino Kavafis en su famoso poema “La ciudad”, poema que debería estar, sin ánimo de dar consejos que usted no necesita recibir, en el frontispicio o servir de lema a su extraordinario blog. Y cuando no hay otro remedio lo mejor, sin duda, es hacer como en el judo, aprovechar la fuerza contraria en beneficio propio.
Poema de Kavafis, que, desgraciadamente, se olvida muy a menudo, por ello lo transcribo a continuación. Lo leí por primera vez de jovencito, con apenas 18 años, y siempre me ha servido de guía y gracias a él he comprendido muchas cosas. Para mí, no es broma, aunque es solamente mi opinión, es uno de los 10 mejores poemas del siglo XX.
LA CIUDAD
Dices: "Iré a otra tierra, hacia otro mar y una ciudad mejor con certeza hallaré. Pues cada esfuerzo mío está aquí condenado, Y muere mi corazón lo mismo que mis pensamientos en esta desolada languidez. Donde vuelvo los ojos sólo veo las oscuras ruinas de mi vida y los muchos años que aquí pasé o destruí".
No hallarás otra tierra ni otro mar. La ciudad irá en ti siempre. Volverás a las mismas calles. Y en los mismos suburbios llegará tu vejez; en la misma casa encanecerás. Pues la ciudad es siempre la misma. Otra no busques -no la hay- ni caminos ni barco para ti. La vida que aquí perdiste la has destruido en toda la tierra.
Muchas gracias por el poema que ¡no conocía! Ahora, treinta y tres años más tarde, entiendo de dónde procedía la frase de Xavier Rubert de Ventós que tanto nos fascinaba a los estudiantes cuando sostenía que la casa natal, el espacio propio, es el que uno abandona de joven para descubrir el mundo hasta que llega, ya anciano, a la misma casa en el que se descansa para siempre. La casa natal no es dónde se nace sino donde se llega.
Voltaire decía que se tenía que cultivar su jardín, el jardín que uno se construye libremente.
Nadie es perfecto, y ni usted ni yo lo somos, pero me sorprende mucho que no conociera el poema y que ahora encuentre sentido a las frases de XR de V. ¿Un especialista como usted no ha leído la Odisea?, ¿qué es sino esta obra de Homero que un regreso a casa, entre otras cosas?, ¿ni de joven escuchó tampoco a Llach cantando otro de los poemas de Kavafis, el “Viaje a Itaca”? Esa extraña ignorancia, creo, confirma más que desmiente, el poema “La ciudad”. Es indudable que su ciudad, la de usted, lo acompañará siempre, quiera o no quiera. Esos jardines de los que habla Voltaire y que usted cita sólo se plantan encima de las ruinas, de las propias, naturalmente.
A medida que leía su mensaje iba recordando. en efecto, Xavier Rubert partía de la vida de Odiseo. No sé si hizo referencia al poema de Kavafis, maltrecho por la melaza de Llach -que creo que XRV no apreciaba mucho como también detestaba o detesta el melodrama y la pompa-, pero creo que debía tener en mente el poema que cita. No recuerdo que lo mencionara, pero hace ya mucho tiempo, Yo, desde luego, no lo conocía, y se lo agradezco. El huerto de Voltaire descansa sobre las ilusiones rotas, pero al menos, se cultiva voluntariamente.
Perdone que disienta, pero creo que entra en contradicción.
Difícilmente uno puede escoger libremente un lugar para vivir diferente al de su origen si no tiene memoria previa. La memoria de origen es la más importante, la que nos define y afirma mejor como individuos. Eso no quiere decir que no obtengamos a través de los años y lugares otras memorias.
Se puede renegar, pero una persona que acepta y asume sus raíces es más libre que una persona desarraigada voluntariamente. Un ser libre es un ser responsable de sus actos, pero una persona que renuncia a su primera memoria comete un acto irresponsable y deshonesto consigo misma y con los demás.
Es cierto, un cuchillo bien afilado nos puede degollar, pero también ayudar a rebanar bien el pan.
Es muy cierto. Expresa, en el fondo, que recuerdos y raíces son cosas distintas, creo. Sin recuerdos no podemos vivir, somos vegetales -algunas enfermedades mentales así lo prueban trágicamente-. Pero los recuerdos pueden ser de sueños, anhelos, deseos, esperanzas: pueden pertenecer al mundo de los sueños, no necesariamente a un lugar determinado e, incluso en este caso, puede ser un lugar escogido por nosotros y no impuesto por el destino. La casa natal no siempre es un espacio añorado. Nuestro lugar es el que nos damos, nos construimos, no el que se nos da. Muchas gracias por la larga reflexión.
Blog de teoría del arte y de la arquitectura sobre el imaginario arquitectónico, antiguo y moderno, en las artes plásticas, literarias y musicales: El imaginario arquitectónico antiguo - Arte y arquitectura contemporáneas - Arquitectura y música popular - Cine de animación (principalmente sobre arquitectura)- Cortometrajes (sobre arquitectura)
Blog de Paco Tilla
Misión arqueológica en Tell Masaikh (Siria), 2007-2008
Palacio neo-asirio, s. VIII aC
La última casa. Mónica Gili (ed.), Pedro Azara (introducción)
Selección de tumbas de arquitectos del siglo XX con un texto de introducción sobre el simbolismo de la tumba
Marsilio Ficino. De divino furore
Edición crítica bilingüe (latín-español) de los textos de Marsilio Ficino (s. XV) sobre los furores divino y poético.
La imagen y el olvido
Estudio de los mitos y las figuras heróicas que puntean los diálogos de Platón, en los que se percibe su concepción del arte plástico y poético como un fenómeno perturbador que debe ser combatido. Con razón
Casas del alma
Catálogo de la muestra sobre maquetas arquitectónicas de la antigüedad, en el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona , 1997
Mitos y ritos de fundación en el Mediterráneo antiguo
Catálogo de la exposición del mismo título en el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona (CCCB), 2000.
Pedro Azara (ed.): ¡HOGAR! El imaginario arquitectónica en la revista ¡Hola!
Colegio de Arquitectos de Cataluña, Barcelona, 2006. Catálogo de la exposición del mismo título
El retrato en Occidente
Breve historia del retrato en Occidente, desde la aparición del género en el mundo helenístico y su eclosión en Bizancio, hasta el siglo XX.
Castillos en el aire
Recopilación de artículos, antiguos e inéditos, sobre mitos y arquitectura, en especial en Mesopotamia y el Cristianismo primitivo.
La reconstrucción del Edén. mito y arquitectura en Oriente, Gustavo Gili, Barcelona, 2010
Estudio del imaginario arquitectónico mesopotámico (¿distinto o no del nuestro?), a través de la figura y los actos de Enki, un dios principal del panteón sumerio, considerado una divinidad artesana, artera y constructora. Segunda parte de un estudio sobre el imaginario arquitectónico antiguo, iniciado en: Castillos en el aire. Mito y arquitectura en Occidente, Gustavo Gili, Barcelona, 2005
Orfeo y Eurídice
Libro-cd con la música y el libreto de la ópera Orfeo y Eurídice, de Gluck, para niños (y adultos cansados de la ópera).
The Space of the City in Graeco-Roman Egypt. Image and Reality
Eva Subías, Pedro Azara, Jesús Carruesco, Ignacio Fiz & Rosa Cuesta (eds.), Institut Català d´Arqueologia Clàssica (ICAC), Tarragona, 2012
Arquitectures celestials
Pedro Azara, Jesús Carruesco, Françoise Frontisi-Ducroux, Gregorio Luri (eds.), David Capellas (coord.): Arquitectures celestials, Institut d´Arqueologia Clàssica (ICAC), Tarragona, 2012. Actas del congreso. Textos en español, catalán, francés e inglés
Antes del Diluvio. Mesopotamia, 3500-2100 aC / Avans del Diluvi. Mesopotàmia 3500-2100 aC.
Pedro Azara (ed.), Ediciones La Polígrafa, Barcelona, 2012. Distribución Editorial Gustavo Gili, Barcelona. Catálogo de la exposición en Caixaforum, Barcelona y Madrid, diciembre de 2012-mayo de 2013. Dos ediciones, en castellano, y en catalán
Piedra angular. El nacimiento de la ciudad en Sumeria
Ediciones Tenov, Barcelona, 2012. Se trata de una antología de breves textos sobre arquitectura, ciudad y cultura sumerias (Mesopotamia, IV y III milenios aC), una versión de los cuáles ha sido publicada en este blog en los dos últimos años.
Mediterráneo. Del mito a la razón
Pedro Azara & Gregorio Luri (eds.), Editorial Tenov, Barcelona, 2014
Pedro Azara & Pep Boatella: Los 12 trabajos de Hércules, Hipòtesi, 2014
Libro infantil ilustrado: las míticas pruebas por las que Heracles pasó para liberar el Mediterráneo de monstruos.
Jennifer Y. Chi & Pedro Azara (eds.): From Ancient to Modern. Archaeology and Aesthetics
Princeton University Press, 2015
HEVIA, José, GILI, Gustavo, AZARA, Pedro: Welcome
Gustavo Gili, Barcelona, 2015. Fotografías de José Hevia, desde los descansillos, en una torre de Barcelona, de las puertas de entrada, "personalizadas",de los numerosos apartamentos que rondan este espacio comunitario
Cornerstone. The Birth of the City in Mesopotamia
Tenov, Barcelona, 2015. Distribuido por the University of Chicago Press, 2015
Cuando los arquitectos eran dioses
Ediciones Libros de La Catarata, Madrid, 2015
Pedro Azara (ed): Sumeria y el paradigma moderno
Fundación Joan Miró, Barcelona, 2017
Pedro Azara & Tiziano Schürch: Cibeles, la virgen de las rocas
Editorial Hipòtesi, Barcelona, 2018
Pedro Azara (ed.): JUAN BATLLE PLANAS. EL GABINETE SURREALISTA
Fundación March, Madrid, 2018
PEDRO AZARA (ED:): TO LOSE YOUR HEAD (IDOLS)
Catálogo del Pabellón Catalán, Bienal de Arte, Venecia, 2019. Editado por Tenov, Barcelona
Pedro Azara & Marc Marín: "Ancient Art in the White Cube? Or How Contemporary Art Creates Ancient "
Museums and the Ancient Middle East. Curatorial Practice and Audiences (G. Emberling & L. P. Petit, eds.), Routledge, 2019
Pedro Azara & Marc Marín: "Mesopotamia in Miró. Miró in Mesopotamia", ps. 11-32
Receptions of the Ancient Near East in Popular Culture and Beyond, (L. Verderame & A. García-Ventura, eds.), Lockwood Press, 2020
Konrad Buhagiar, ed: The Founding Myths of Architecture
Ed. Artifice, La Valeta (Malta)
Konrad Buhagiar, ed: Les mythes fondateurs de l´rchitecture
Ed. Artifice, La Valeta (Malta), 2020
La mirada atenta. Breve diccionario de estética
Ediciones UPC, Barcelona, 2021
Andrés Carretero, et al. (eds): Abantos. Homenaje a Paloma Cabrera
Pedro Azara: Los viajes de Apolo. Ministerio de Cultura, Madrid, 2021
Lluis Feliu, et al. (eds.): "Sentido de un empeño". Homenatge a Gregorio del Olmo Lete.
Pedro Azara & Joan Borrell: Mucho antes que Va Pensiero: los libretos de ópera barrocos de Pietro Metastasio y el imaginario europeo del Próximo Oriente antiguo. Barcino Monographica Orientalia 16, 2021
Pedro Azara (ed.)
Through the Lens: Latif al Ani´s Visions of Ancient Iraq, The Princeton University Press, 2023
Pedro Azara
La ciudad de los días lejanos. Un imaginario proscrito, Ediciones Asimétricas, Madrid, 2024
¿Acaso no es lo mismo?
ResponderEliminarNo necesito escaleras, sólo necesito subir.
Sin experiencia no hay memoria. Un marciano tiene la memoria de Marte, y de los planetas que visite, o en los que se haya quedado.
Un saludo.
Muy cierto, pero la memoria puede referirse al lugar en el que uno se encuentra o que ha escogido, no en el que ha nacido, atado a la tierra.
EliminarLa memoria ilumina, permite analizar lo que ha ocurrido, ofrece perspectiva. Las raíces, por el contrario, atan, bloquean, me parece
Lo que yo creo, en cambio, Sr. Azara, es que de lo que se trata es de asumir esas, que muchos llaman y usted parece que también, “ataduras” y convertirlas en lo que deben realmente ser, los cimientos del edificio. Valga la expresión “cimientos” y la expresión “edificio” en un blog como el suyo dedicado a la arquitectura y a las ciudades. Si no se hace así, normalmente, los edificios se derrumban y las ciudades las borra el polvo del desierto, ¿no es verdad?
ResponderEliminarAdemás, no hay otro remedio porque ya lo dejó muy claro Constantino Kavafis en su famoso poema “La ciudad”, poema que debería estar, sin ánimo de dar consejos que usted no necesita recibir, en el frontispicio o servir de lema a su extraordinario blog. Y cuando no hay otro remedio lo mejor, sin duda, es hacer como en el judo, aprovechar la fuerza contraria en beneficio propio.
Poema de Kavafis, que, desgraciadamente, se olvida muy a menudo, por ello lo transcribo a continuación. Lo leí por primera vez de jovencito, con apenas 18 años, y siempre me ha servido de guía y gracias a él he comprendido muchas cosas. Para mí, no es broma, aunque es solamente mi opinión, es uno de los 10 mejores poemas del siglo XX.
LA CIUDAD
Dices: "Iré a otra tierra, hacia otro mar
y una ciudad mejor con certeza hallaré.
Pues cada esfuerzo mío está aquí condenado,
Y muere mi corazón
lo mismo que mis pensamientos en esta desolada languidez.
Donde vuelvo los ojos sólo veo
las oscuras ruinas de mi vida
y los muchos años que aquí pasé o destruí".
No hallarás otra tierra ni otro mar.
La ciudad irá en ti siempre. Volverás
a las mismas calles. Y en los mismos suburbios llegará tu vejez;
en la misma casa encanecerás.
Pues la ciudad es siempre la misma. Otra no busques -no la hay-
ni caminos ni barco para ti.
La vida que aquí perdiste
la has destruido en toda la tierra.
Constantino Kavafis
Saludos.
Muchas gracias por el poema que ¡no conocía!
EliminarAhora, treinta y tres años más tarde, entiendo de dónde procedía la frase de Xavier Rubert de Ventós que tanto nos fascinaba a los estudiantes cuando sostenía que la casa natal, el espacio propio, es el que uno abandona de joven para descubrir el mundo hasta que llega, ya anciano, a la misma casa en el que se descansa para siempre. La casa natal no es dónde se nace sino donde se llega.
Voltaire decía que se tenía que cultivar su jardín, el jardín que uno se construye libremente.
Nadie es perfecto, y ni usted ni yo lo somos, pero me sorprende mucho que no conociera el poema y que ahora encuentre sentido a las frases de XR de V. ¿Un especialista como usted no ha leído la Odisea?, ¿qué es sino esta obra de Homero que un regreso a casa, entre otras cosas?, ¿ni de joven escuchó tampoco a Llach cantando otro de los poemas de Kavafis, el “Viaje a Itaca”? Esa extraña ignorancia, creo, confirma más que desmiente, el poema “La ciudad”. Es indudable que su ciudad, la de usted, lo acompañará siempre, quiera o no quiera. Esos jardines de los que habla Voltaire y que usted cita sólo se plantan encima de las ruinas, de las propias, naturalmente.
EliminarSaludos
A medida que leía su mensaje iba recordando. en efecto, Xavier Rubert partía de la vida de Odiseo. No sé si hizo referencia al poema de Kavafis, maltrecho por la melaza de Llach -que creo que XRV no apreciaba mucho como también detestaba o detesta el melodrama y la pompa-, pero creo que debía tener en mente el poema que cita. No recuerdo que lo mencionara, pero hace ya mucho tiempo, Yo, desde luego, no lo conocía, y se lo agradezco.
EliminarEl huerto de Voltaire descansa sobre las ilusiones rotas, pero al menos, se cultiva voluntariamente.
Perdone que disienta, pero creo que entra en contradicción.
ResponderEliminarDifícilmente uno puede escoger libremente un lugar para vivir diferente al de su origen si no tiene memoria previa. La memoria de origen es la más importante, la que nos define y afirma mejor como individuos. Eso no quiere decir que no obtengamos a través de los años y lugares otras memorias.
Se puede renegar, pero una persona que acepta y asume sus raíces es más libre que una persona desarraigada voluntariamente. Un ser libre es un ser responsable de sus actos, pero una persona que renuncia a su primera memoria comete un acto irresponsable y deshonesto consigo misma y con los demás.
Es cierto, un cuchillo bien afilado nos puede degollar, pero también ayudar a rebanar bien el pan.
Un saludo.
Es muy cierto. Expresa, en el fondo, que recuerdos y raíces son cosas distintas, creo. Sin recuerdos no podemos vivir, somos vegetales -algunas enfermedades mentales así lo prueban trágicamente-.
EliminarPero los recuerdos pueden ser de sueños, anhelos, deseos, esperanzas: pueden pertenecer al mundo de los sueños, no necesariamente a un lugar determinado e, incluso en este caso, puede ser un lugar escogido por nosotros y no impuesto por el destino.
La casa natal no siempre es un espacio añorado. Nuestro lugar es el que nos damos, nos construimos, no el que se nos da.
Muchas gracias por la larga reflexión.