jueves, 7 de mayo de 2015

Le Corbusier y la iconoclastia (acerca de la villa E-1027 de Eileen Gray)











(Villa restaurada, 2015)



La villa E-1027 que la arquitecta Eileen Gray se construyó en Roquebrune-Cap-Martin (Costa Azul, Francia), entre los años 1926 y 1929, acaba, el 3 de mayo, de reabrirse al turismo tras restaurarse después de años de abandono.
Una de las cuestiones que se planteó, de difícil respuesta, concernía uno fresco en el interior de la Villa. se trata de una obra de Le Corbusier. Su conservación parecía ineludible. ¿Lo era?

Esta obra no fue encargada por la arquitecta. Tampoco se trataba de un regalo de Le Corbusier, para completar el interior de la vivienda.
Ésta fue violentamente ocupada por Le Corbusier  a finales de los años treinta -cuando Eileen Gray ya no vivía allí- y destrozada interiormente, quizá por celos profesionales -u otros- ante una obra maestra que superaba los logros del arquitecto suizo. Le Corbusier  violentó la obra con un inmenso "grafiti". A fin de aumentar la humillación (o violación) infligida a la villa -y a la arquitecta, indirectamente-, Le Corbusier pintó el fresco desnudo.
Este fresco contradecía todos los postulados de Gray, quien no quiso ninguna ornamentación. Precisamente, le Corbusier se opuso a tal idea, la ridiculizó.
El fresco es mediocre y chillón. No casa con la obra. Pero se trata de una obra de Le Corbusier. No sé si era posible arrancarlo sin destruirlo. Quizá no mereciera, por el coste y/o la dificultad, emprender esta operación. Mas, ¿quien se atrevería a borrar una obra de Le Corbusier?
Finalmente, se ha mantenido y restaurado, todo y constituyendo un atentado contra la integridad de la villa.
Hoy en día, las restauraciones de estatuas y de pinturas clásicas eliminan añadidos anteriores -salvo que hayan sido llevados a cabo por artistas como Bernini-. Se busca mantener la mayor parte de la obra "original". Restauraciones, añadidos -a menudo realizados sin un conocimiento cierto del aspecto de la obra- suelen ser suprimidos.
El fresco es una mancha en la villa. Pero es de un arquitecto prestigioso.
Se trata del fruto de un acto vandálico, que busca atentar contra la unidad de una obra (la villa de Eileen Gray).  Es consecuencia de una acción deliberada, planificada, ejecutada metódicamente. Pero no se trata del gesto de un ser anónimo. El resultado es similar al de cualquier destrucción: un horror que destruye la unidad de una obra impecable.
Sin embargo, ¿qué hace un escultor o un pintor cuando trabaja? ¿No ataca con un martillo un bloque de mármol, o con un pincel que gotea una tela impoluta? La creación ¿no es consecuencia de un acto destructivo?
¿Qué hacer entonces con el fresco de Le Corbusier? ¿Juzgarlo como un afeamiento -que debe ser eliminado-, o una obra íntegra -fruto de un acto no íntegro, pero los medios no cuentan cuando se valoran los fines- que debe ser preservada aun a costa de una obra anterior? Ejemplos parecidos abundan en la historia del arte; otro ejemplo, la penetración de la catedral tardo-gótica en la mezquita de Córdoba.
Quizá haya que pensar que la historia del arte consiste en una serie de atentados que modifican, completan o destruyen obras anteriores, del mismo modo como actúa el tiempo. La obra del hombre siempre es transitoria, a merced de la destrucción -y la resurrección.
Conclusión quizá desencantada, desperezada. Es posible que se deba mantener el recuerdo, la visión de las heridas. Como lección para los seres del futuro. Que, no obstante, no aprenderán, no aprenderemos nunca. O quizá no exista ninguna obra sagrada.
Pero entonces, ¿por qué condenar las mutilaciones de obras -que no personas- del ISIL? Una villa de Eileen Gray ¿no merece el mismo trato que un palacio neo-asirio? No lo sé.

3 comentarios:

  1. Pues com a Sant Climent de Taüll però sense expoli: Que se l'emportin i deixin la casa tranquil·la ;) S'entén a Sant Climent i a Sant Maria i a tants altres mai ho haurien d'haver fet, però ja que hi ha un métode, que l'apliquin. Fàcil no?

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    1. Se ve que la ley francesa del Patrimonio Nacional exige que las obras se mantengan en el sitio donde y para el que fueron creadas.
      Supongo que, hoy, tampoco se podrían arrancar los frescos de la iglesia de Taüll.
      Si solo el fresco de Le Corbusier no fuera considerado un tesoro nacional...

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  2. Vaya, los franceses....el románico del Pirineo lo arrasaron los italianos (2 hermanos en concreto), tenían menos manías. En fin. Grande el vídeo de a leprosería y el trailer de Shaun. 1 abrazo

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