Cuando el italiano Carlos Ortelli abrió en Barcelona un
taller de fabricación de soldaditos planos de plomo en 1828, hacía unos pocos
años que este tipo de figuración o de juguete se había inventado en Suiza. El
taller se convertiría en el mejor de Europa. Cerró definitivamente en 1962.
Las figuritas se fundían en una aleación de plomo, estaño y antomonio,
lograda mediante un crisol. El metal líquido se vertía en un molde tallado en dos placas
de pizarra grabadas, vaciadas y unidas. Las piezas resultantes se pintaban a mano y se
recubrían con goma de laca.
El Museo Etnológico de Barcelona posee mil doscientos moldes
y tres mil quinientas piezas. Solo se exponen algunas. Es una de las
colecciones más hermosas de Barcelona en uno de los tres mejores museos de
Barcelona (junto con el Museo Arqueológico, y el Museo de la Música).
No hay comentarios:
Publicar un comentario