viernes, 8 de julio de 2022

Musallah

 Breve aproximación a un espacio islámico:


Mañana día 9 de julio empieza la fiesta Islámica de Eid ul-Adha que durará hasta el 13, y concluye el peregrinaje a la Meca.

Considerada como el equivalente de la Navidad cristiana, esta fiesta, la más importante del islam, que se puede traducir por la fiesta del sacrificio, o del cordero, conmemora el sacrificio que Abraham (Ibrahim), retado por Alá, estuvo a punto de cometer sobre su primogénito Ismael (y no sobre el benjamin Isaac, como en el judaísmo y el cristianismo), para verificar su capacidad de obediencia ciega, y que, en el último momento, cometió sobre un cordero por intercesión de Alá.

La conmemoración, que implica sorprendentemente un sacrificio animal -propio de cultos politeístas-, con la testa del cordero o del buey ofrendados orientada hacia la Meca, cuya carne es ingerida por la comunidad, tiene lugar en un espacio acotado fuera de la ciudad: la musalla. Este espacio, que puede estar acotado por un muro, deriva posiblemente de santuarios preislamicos: espacios a cielo abierto dedicados a los inmortales. 

Los cementerios, rodeados de un linde, se ubicaban también fuera del ámbito urbano, por lo que musallas y cementerios podían colindar, lo que otorgaba ocasionalmente un carácter funerario a la musalla. Las oraciones se dirigían y se dirigen también a los invisibles, a los que ya no están.

Una musalla (que no tiene porque acoger mirhab ni minbar, las dos construcciones características que amueblan el espacio de la mezquita, la hornacina orientada hacia la Meca, cuyo vacío simboliza la inmaterialidad divina, y el trono o púlpito precedido por una estrecha escalinata, desde el cual se dirige la plegaria del viernes hacia lo invisible) no es una misjad, una mezquita, ya que la musalla no preexiste, sino que es el nombre con el que se designa donde tiene lugar el sacrificio, o donde se reza, cualidades “sagradas” temporales, que se revierten en profanas, una vez el ritual o la oración acometidos, mientras que la mezquita goza de unos valores permanentes, entre profanos y sagrados, independientemente de la ceremonia que tiene o no lugar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario