miércoles, 10 de julio de 2013

La estación ferroviaria de La Sagrera en Barcelona





Nota: No, no se trata de la nueve sede de El Corte Inglés en Barcelona.

Noticias del los informativos de la televisión autonómica catalana, TV3, mediodía del 10 de julio de 2013:

Las obras de la gigantesca estación ferroviaria (acompañada de pisos y centros comerciales), que acogerá trenas de alta velocidad, que se construye en el barrio de La Sagrera de Barcelona -obras casi detenidas por problemas presupuestarios- emprenderán de nuevo tras, se cita literalmente, "la reducción de costes por estética". ¿Qué quiere decir?

Teniendo en cuenta que la estética es el arte de interpretar la creación -o, mejor dicho, es el estudio de cómo uno tiene que disponerse para interpretar una creación-, la reducción de la estética, si es que la expresión tiene sentido, debe de querer significar que la atención o el esfuerzo de comprensión de una creación, en este caso, una obra de arquitectura, será menor. ¿Por qué? ¿Por qué la obra tiene un menor interés -o menor sentido-, que no merece que se le dedique atención alguna, qué es un sin sentido?

La verdad es que, escuchando el comunicado, en el que se habla de la disminución de ornamentos (¿ornamentos?), parece que la palabra estética se utiliza, como en las peluquerías, como sinónimo de decoración, o imagen ornamental. Menor estética significaría menor cuidado de la imagen: de los envolventes, o las fachadas, sin duda, es decir, el descuido de lo que relaciona el edificio con el entorno, de la manera cómo éste se "comunica" con el barrio -y con los habitantes-.

En efecto, se trataría de un edificio que no merecerá interés alguno. Una simple obra de construcción, sin sentido.

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