jueves, 4 de septiembre de 2014

WILLEM DE KOONING (1904-1997) Y EL ARTE SUMERIO









A finales de los años cuarenta, un joven pintor holandés, Willem de Kooning, emigrado a los Estados Unidos, visitó las salas expositivas del Departamento del Próximo oriente Antiguo del Museo Metropolitano de las Artes de Nueva York. Se fijó en una estatua sumeria de unos treinta centímetros de alto, en buen estado, si no fuera por la pérdida de los pie (que impíde que la estatua se mantenga por si misma). Representaba a una figura masculina, de pie -aunque, irónicamente, sin miembros inferiores-, con una larga falda de piel de cordero -la vestimenta tradicional de los sacerdotes sumerios durante los rituales-, las manos juntas en signo de admiración, respeto o sumisión, y los ojos desmesuradamente abiertos. La estatua quizá estuviera pintada enteramente, si bien, hoy solo guarda trazas de color en la barba, y conserva aun las incrustaciones coloreadas de los ojos, como un mosaico de pupilas.
Se ha interpretada esta figura, como la mayoría de las estatuas sumerias, como un sustituto de un orante  que, a través de la estatua, depositada ante o cerca de la efigie de la divinidad, en el corazón del templo, gozaría de la protección divina para la eternidad.

Esta figura fue el detonante de una serie inicial de seis cuadros al óleo -acompañada de dibujos, grabados y otros cuadros de similar temática, que que no forman parte de la emblemática serie-, que representan a gruesas mujeres, de pie, en la que destacan, no solo o no tanto, la exuberancia de las formas, sino los ojos desmesurados, óculos negros remarcados por gruesas figuras de rombos.
De Kooning pintó la serie, titulada Mujer (Woman, I-VI), en telas de diversos tamaños -algunos muy grandes-, entre 1950 y 1953. Los colores y las pinceladas tenían la violencia de los últimos cuadros de Rubens, con los que se han comparados a veces. Sumer, y no tanto Rubens, fue el acicate, empero.

Se ha considerado que abrió la vía para un nuevo -ismo: el Expresionismo abstracto, que rompía con el surrealismo aún imperante. Esta apertura vino marcada por el descubrimiento del arte sumerio, aún poco apreciado en los Estados Unidos, y aun menos exhibido.

Una próxima muestra, Arqueología y Estética. El Pasado como Presente, en el Instituto de Estudios del Arte Antiguo (ISAW), en Nueva York, a partir de febrero del año que viene, expondrá conjuntamente por vez primera, una de las "Mujeres" de De Kooning junto a la estatua sumeria, desencadenante de una nueva manera de concebir y practicar el arte (de la pintura) y de relacionarlo con el mundo.

El arte sumerio aún no ha librado todos sus secretos

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