lunes, 1 de junio de 2020

IVAM a por todas


CRISIS EN EL MUSEO VALENCIANO

Dimite todo el consejo asesor del IVAM
Se justifica a causa de la decisión de la Consejería de no renovar el contrato de José Miguel García Cortés y convocar un nuevo concurso público por la nueva ley del museo

 01/06/2020 10:46 | Actualizado a 01/06/2020 11:09
La crisis ha vuelto a instalarse en el Instituto Valenciano de Arte Moderno, IVAM. El museo valenciano estuvo sumido en la desorientación durante los años del PP; y ahora, tras unos años de calma y con adecuada programación, vuelve a ser noticia, mala noticia. Hoy, el consejo asesor del IVAM ha comunicado por carta a la consejería de Educación y Cultura que dimite en bloque. La causa que aluden es la decisión de no renovar automáticamente el contrato del actual director, José Miquel García. Al respecto, consejería y personal del IVAM difieren en las argumentaciones sobre las razones de no renovar este contrato.
Todo comenzó el pasado 21 de mayo cuando el consejero Vicent Marzà comunicó a Cortés que no se renovaría el contrato de dirección, que finaliza en septiembre y que contempla una prórroga de dos años. Los servicios jurídicos justificaron la imposibilidad de llevar a cabo esta renovación en base a la nueva Ley del IVAM, aprobada en 2018, que contempla que el director debe elegirse por concurso y que dicha plaza queda ahora dividida en director y gerente (que hasta ahora aglutinaba una misma figura). Por este motivo se estaría abriendo el proceso para en septiembre poder elegir nuevo director o directora. Desde la consejería también se explicaba la necesidad de impulsar un “nuevo rumbo” para un museo cuyo presupuesto casi se ha doblado en pocos años.
José Miguel García Cortés ha criticado duramente la decisión de la consejería, pues interpreta que se ha obviado el Código de Buenas Prácticas al haber sido anunciado antes de que pasara por el Consejo Rector del IVAM, que se reunirá esta semana. Afirma que la consejería no ha sido capaz de “valorar exclusivamente las razones profesionales” y que se ha dejado llevar “por cuestiones políticas o personales”. El actual director del IVAM lleva seis años en el cargo, fue nombrado por la última administración del PP en la Generalitat Valenciana. Su gestión ha sido muy bien valorada al frente del museo en estos años, también por parte de la consejería.
La situación de crisis que se lleva arrastrando desde hace días se ha agravado hoy por la decisión de los miembros del consejo asesor -los expertos en arte Lola Jiménez Blanco, Marta Gili, Pedro Azara, David Pérez y Álvaro Pons- de presentar su dimisión mediante una carta que han hecho llegar a la consejería. Una decisión que agrava la situación de un museo que, a juicio de su director, “la consejería quiere desmantelar”. No es esta la versión de la propia consejería, que defiende que el actual director “puede volver a presentarse al concurso”; opción que José Miguel Cortés ha descartado completamente.
En la carta remitida hoy a la consejería por el consejo asesor se afirma que “las decisiones políticas unilaterales, conocidas por la prensa, que plantean el cese y la sustitución del actual equipo directivo, constituyen no solo un incumplimiento del Código de Buenas Prácticas en la cultura valenciana, de obligado cumplimiento para la administración, sino subsidiariamente también del Código de Buenas Prácticas de ámbito estatal y del Código deontológico del ICOM para los museos”. Añaden que “dichas decisiones suponen, fundamentalmente, una vulneración de la independencia de la institución, que debe decidir su futuro y funcionamiento desde el Consejo Rector”.
El aún director del museo también ha hecho pública una carta en la que señala que “estoy convencido de que el IVAM se hubiera ahorrado todo este doloroso proceso si se hubiese evitado caer en actitudes impositivas y se hubiese contado con todos los sectores, ya que el proyecto del IVAM no es un proyecto particular”.

El consejero, pese a que ésta no es su función, pretende, amparándose en un decreto ley al parecer inexistente, o que ha nadie ha visto -porque no lo ha mostrado nunca, pese a diversos requerimientos-, echar al director del IVAM -porque no lo consideraría afín a su régimen.
Es curioso que un miembro del jurado, ya constituido, el director del Centro Reina Sofía de Madrid, pudo renovar su cargo tras un primer periodo pese a que su situación legal era la misma que se aduce en este caso: la existencia de un decreto ley invisible, tan invisible que no pudo aplicarse al director del Museo de Madrid -pero que velaría por la aplicación de dicho decreto que no se aplicó en su caso.



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