martes, 12 de enero de 2016

DAVID BOWIE (1947-2016): HUNGER CITY (CIUDAD DEL HAMBRE, 1973)











Diamond Dogs Show stage set demonstration por TheYearOfTheDiamondDogs


Los años ochenta se caracterizaron, en la música popular (pop, rock) por conciertos en grandes estadios, rodeados por una costosa (tanto financiera como técnica) escenografía descomunal concebida para compensar la dificultosa visibilidad de los músicos empequeñecidos en escena a causa de la distancia.
El arquitecto inglés Mark Fisher (fallecido en 2013) fue quizá el primer arquitecto que se dedicó al diseño de escenografías para conciertos de música rock. La gira The Wall (El muro) de Pink Floyd, a principios de los años ochenta, cuyo marco fue diseñado por Fisher, marcó el inicio de este tipo de espectáculos en los que todos los elementos coreográficos, musicales -instrumentos cuyos sonidos estaban controlados por ordenadores a fin de evitar faltas de afinamiento y de ritmo-, interpretativos y escenográficos, estaban programados  gracias a la naciente tecnología informática.
Tom McPhilips fue -y es aun- otro gran diseñador de escenarios para este tipo de eventos, desde la fundacional gira Bad de Michael Jackson, también en la primera mitad de los ochenta, como nos contaba cuando trabajamos brevemente en 1989.
Los Rolling Stones llevaron hasta un extremo el gigantismo y la complejidad de esas escenografías con las giras de principios de los años noventa (Urban Jungle, Steel Wheels, Bridges to Babylon), cuya puesta en escena corrió siempre a cargo de Mark Fisher.

Este giro en la concepción y el desarrollo de un concierto, convertido en un espectáculo teatral, un "musical" de algún modo (a diferencia de los musicales, sin embargo, los conciertos teatrales se componían de canciones que no siempre contaban una misma historia ni habían sido compuestas con vistas a su puesta en escena), no fue una idea de Pink Floyd.
El primer músico que unió concierto y teatro a través de una escenografía potente -recuperando ideas de los Ballets Russos de principios del siglo XX, pero centrando la atención en el músico y no en el bailarín o el actor- fue David Bowie en 1974.
La gira se llamaba Diamond Dogs.
Se trataba de interpretar las canciones de un disco concebido como un musical. Se inspiraba en la novela 1984 de George Orwell.
La portada del disco, obra del artista belga, ya fallecido, Guy Peellaert, fue censurada. Mostraba al cantante como un ser híbrido, parecido una esfinge, con los genitales animales a la vista.
La escenografía, de la que apenas quedan testimonios gráficos, fue financiada por Bowie. Se basaba en los fondos de la película Metrópolis. Consistía en grandes telones que recreaban, a la manera de los artistas expresionistas, una ciudad de rascacielos afilados como cuchillas -llamada Hunger City (era la Manhattan de los años setenta), poblada de ratas-, unidos por pasarelas por donde deambulaba el cantante que interpretaba un personaje llamado Halloween Jack en la ciudad de la miseria y el hambre.
Nacía un género o subgénero del arte del espectáculo.
Sigue siendo la obra maestra de este tipo de obra.



"And in the death
As the last few corpses lay rotting on the slimy thoroughfare
The shutters lifted an inch in temperance building, high on Poacher's Hill
And red mutant eyes gazed down on Hunger City
No more big wheels
Fleas the size of rats sucked on rats the size of cats
And ten thousand peoploids split into small tribes
Coveting the highest of the sterile skyscrapers
Like packs of dogs assaulting the glass fronts of Love-Me Avenue
Ripping and rewrapping mink and shiny silver fox, now legwarmers
Family badge of sapphire and cracked emerald
Any day now, the year of the Diamond Dogs
"This ain't rock and roll! This is genocide!""
(Future Legend, canción con la que se iniciaba la presentación de la Ciudad del Hambre)



4 comentarios:

  1. Un artista total que concibió su obra globalmente: música, letra, vestuario, escenografia, diseño del disco, videoclip, etc. Poesia y arte con una mirada pop y metafísica.
    Saludos.

    (en el post del 7 de enero hay información de su interés que creo no ha leido)

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    1. Me imagino que no olvidó nunca las lecciones de Lindsey Kempf con quién empezó.

      ¡Cierto! Muchas gracias por la recomendación del libro que buscaré

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  2. Le voy a enviar esta entrada a Cristina García, amiga y vecina mía de pequeña, casualmente arquitecta, y dolorosamente viuda de Mark Fisher.
    Le gustará.
    Esta entrada también ha sido parte de una sincronicidad.

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    1. Me hubiera gustado trabajar para él, o imitarlo
      Muchas gracias

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