sábado, 25 de junio de 2016

Apocalipsis (desde la Gran Ciudad)

"... Entonces salió (...) una voz que decía: "Hecho está". Se produjeron relámpagos, fragor, truenos y un violento terremoto, como no lo hubo desde que existen hombres sobre la tierra, un terremoto ten violento. La Gran Ciudad se abrió en tres partes, y las ciudades de las naciones se desplomaron; y Dios se acordó de la Gran Babilonia [la Gran Ciudad, la que reina sobre los reyes de la tierra -Ap, 17, 18] para darle la copa de vino del furor de su cólera. Entonces todas las islas huyeron y las montañas desaparecieron. Y un gran pedrisco, con piedras de casi un talento de peso, cayó del cielo sobre los hombres (...)

Y clamó (una) voz potente, diciendo: "Ha caído, ha caído la gran Babilonia, y se ha hecho habitación de demonios y guarida de todo espíritu inmundo, y albergue de toda ave inmunda y aborrecible. Porque todas las naciones han bebido del vino del furor de su fornicación; y los reyes de la tierra han fornicado con ella, y los mercaderes de la tierra se han enriquecido de la potencia de sus deleites." 
Y oí otra voz del cielo, que decía: "Salid de ella, pueblo mío, para que no seáis partícipes de sus pecados, ni recibáis parte de sus plagas; porque sus pecados han llegado hasta el cielo,y Dios se ha acordado de sus maldades (...).  
En un solo día vendrán sus plagas; muerte, llanto y hambre, y será quemada con fuego (...) Y los reyes de la tierra que han fornicado con ella, y con ella han vivido en deleites, llorarán y harán lamentación sobre ella, cuando vean el humo de su incendio, parándose lejos por el temor de su tormento, diciendo: "¡Ay, ay, de la gran ciudad de Babilonia, la ciudad fuerte; porque en una hora vino tu juicio!"
Y los mercaderes de la tierra lloran y hacen lamentación sobre ella, porque ninguno compra más sus mercaderías" (...)

 Y viendo el humo de su incendio, dieron voces, diciendo: "¿Qué ciudad era semejante a esta gran ciudad?" (...) 


Y un ángel poderoso tomó una piedra, como una gran piedra de molino, y la arrojó en el mar, diciendo: "Con el mismo ímpetu será derribada Babilonia la gran ciudad, y nunca más será hallada."

(Juan, Apocalipsis, 16, 17-21; 18, 2-5, 8-10, 15-16, 21)


Es reconfortante y esclarecedor -o deprimente- leer a los clásicos 

No hay comentarios:

Publicar un comentario