lunes, 21 de febrero de 2011

Memorias de un montador de exposiciones de arquitectura y diseño, II: Del bells oficis al disseny actual (1984)







Excelente, sobrecogedora exposición del fotógrafo español Brangulí, no muy conocido, en la sala de exposiciones de Telefónica en Madrid -que el CCCB de Barcelona acogerá en mayo-
Documentó la vida política, social y cultural de Barcelona entre principios del siglo XX y los años de la posguerra. Las imágenes fueron pensadas y tomadas como secuencias de series, y se exponen conjuntamente. Son testimonios duros y, sin duda, veraces. El ojo es clínico. Ni sentimental ni desdeñoso. Muestra objetivamente. El resultado, terrorífico. Las imágenes sobre la Barcelona de finales de la guerra civil, y de los primeros años de la posguerra revelan una ciudad entregada a los vencedores por la que campean impunemente nazis y fascinerosos, y en la que cruces, gamadas o no, llamean, entre el estamento político, militar y religioso, con la aquiescencia de lo que parece una sociedad civil pudiente, y sonriente, que enseña todos los dientes cuando caminaba contoneándose.

Esta exposición recordó el trabajo de documentación de una muestra dedicada a los setenta y cinco años del Fomento de las Artes Decorativas (FAD), financiada por la Caja de Ahorros de Barcelona, y que se presentó en el Salón del Tinell en 1984.
Dos años antes, el historiador y crítico de arte Daniel Giralt Miracle, propuso a los estudiantes habíamos documentado la presencia de objetos y obras de estilo art deco en la Exposición Internacional de Barcelona de 1929 (buscando unas seiscientas piezas para la muestra dedicada  a celebrar el cincuentenario de aquélla -exposición conmemorativa que se presentó en la Fundación Miró de Barcelona, y que dirigió Ignasi de Solà Morales-), si queríamos llevar a cabo un trabajo documental parecido, buscando piezas para una muestra de homenaje a la agrupación del FAD desde sus inicios.

La historia de esta institución no estaba escrita. Se nos propuso hallar obras representativas de los socios más destacados desde la fundación del Fomento de las Artes Decorativas a principios del siglo XX. Pero no existían listas. La solución pasó por estudiar las actas de todas las juntas. El trabajo duró meses. Todas aquéllas fueron revisadas. Gracias a estos documentos se pudo saber quien había sido socio del Fomento, y qué actos y acontecimientos habían acaecido.

La historia de esa agrupación, abierta a las vanguardias de los años treinta, y simpatizante del GATCPAC, cambió drásticamente después de la Guerra Civil. El Fomento no cerró. Muchos socios siguieron. El presidente, desde 1922, (Santiago Marco) no cambió (siguió con pocos trabas y molestias hasta 1949); sí el tipo de actividades. Misas, actos políticos y religiosos de confraternización con las autoridades políticas y religiosas, loas al nuevo régimen, exposiciones de arte sacro, hasta los años cincuenta, fueron corrientes y, sin duda, inevitables. El estilo decorativo abandonó el tubo metálico y la baquelita en favor de las maderas oscuras. Sorprendió descubrir decoraciones enteramente de madera, de Marco,  en pisos descomunales de la parte alta de Barcelona, llevados a cabo justo al acabar la guerra, ya en 1940.

Redactamos fichas para cada año. Transcribimos la mayoría de las noticias anotadas en las actas de las juntas del Fomento de las Artes Decorativas (luego FAD). A menudo, resumíamos los detalles en unas pocas frases.

El catálogo tenía que incluir una cronología. Cuando la entregamos, nos fue devuelta con la mayoría de las notas referidas a las actividades del Fomento durante la posguerra tachadas; o cambiadas: allí donde se exponía el vuelco ideológico de la agrupación, un bolígrafo rojo había anotado la resistencia de aquélla a las nuevas directrices del régimen. La confraternización devenía persecución. La historia del Fomento en los años cuarenta y principios de los cincuenta quedaba escamoteada; o alterada.

Nos negamos a firmar el texto. Pero éste no podía aparecer anónimamente. Se nos aseguró entonces que si "suavizábamos" alguna expresión (citada directamente de las actas), la cronología se publicaría íntegra. Aceptamos. Era correcta, se nos comentó. Pedimos verificar las galeradas. No era necesario: el texto no había sido modificado más. Se publicaba tal como lo habíamos entregado.

El catálogo se publicó unos después de la inauguración de Dels Bells Oficis al Disseny Actual, con unas quinientas piezas. Lo abrimos impacientes.
Nos quedamos blancos.
¿Hace falta comentar cómo quedó registrada la historia pormenorizada del Fomento de las Artes Decorativas o FAD?

domingo, 20 de febrero de 2011

José Manuel Ballester (1960): Calle sin fin (2007)



Calle sin fin, una de las pocos videos de José Manuel Ballester, conocido por sus pinturas y, hoy, por sus fotografías de tema urbano -el video, sin embargo, va a ser uno de los géneros que más a tratar próximamente-, y, quizá su obra maestra.
Una  encrucijada en Shanghai.

martes, 15 de febrero de 2011

Karel Zeman (1910-1989): Pan Prokouk v pokušení (Mr. Prokouk: el arquitecto -1947)



Agradezco a Jorge Raedo y su web ¿Qué es arquitectura? el descubrimiento de este cortometraje de animación del cineasta checo Karel Zeman

lunes, 14 de febrero de 2011

Mierle Laderman Ukeles (1939): Not Just Garbage (1974)



Mierle Laderman Ukeles recuerda algunas de sus míticas intervenciones en la ciudad de Nueva York en los años setenta y ochenta, como Not Just Garbage, en la que limpió una calle, o Touch Sanitation, fruto de dar la mano y agradecer personalmente a cada uno de los trabajadores sanitarios de la por el aquel entonces decaída y dejada ciudad.
De algún modo, Nueva York se recuperó gracias a los exorcismos de esta artista, que simbolizaron -o activaron- el resurgir de aquélla.

domingo, 13 de febrero de 2011

El canon del siglo XXI

Los detectives salvajes (Roberto Bolaño), La vida. Instrucciones al uso (Georges Perec), Rayuela (Julio Cortázar), El túnel (Ernesto Sábato), La metamorfosis (Kafka), Esperando a Godot (Samuel Beckett), Un mundo feliz (Aldous Huxley), Arrancad las semillas, fusilad a los niños (Kenzaburo Oé), Així parlà Zaratrusta (Friedrich Nietzsche), Contes (Txèkhov o Chejov),  Otelo (Shakespeare), Macbeth (Shakespeare), Siddhartha (Hermann Hesse), Candide (Voltaire), L´avare (Molière), Las ciudades invisibles (Ítalo Calvino), El otro, el mismo (J.-L. Borges), Nuevos Poemas I (Rainer María Rilke), Las flores del mal (Baudelaire), Homenaje a Cataluña (Georges Orwell), Yonqui /(William Burroughs), Fedón (Platón), Crimen y castigo (F. Dostoievski), El guardián de centeno (J. D. Salinger), Cumbres borrascosas (Emily Brontë), Dr. Jeckyll and Mr. Hyde (Robert L. Stevenson), El gran Gatsby (Scott Fitgerald), Las ilusiones perdidas (H. de Balzac),  El príncep (Maquiavelo), L´anticrist (F. Nietzsche),  Escritos musicales (Theodor Adorno), 1984 (George Orwell), etc....

¿Qué es esa lista? ¿El programa de lecturas del curso de tercer ciclo de Estudios Literarios, o de Humanidades, de la Universidad de Barcelona, o de la Universidad Pompeu Fabre, de Barcelona? Podría o debería serlo.

No: se trata la lista de libros favoritos de estudiantes de tercer curso de la Escuela de Arquitectura de Barcelona.
Ciertamente, La sombra del viento (Ruiz Zafón), Los pilares de la tierra (K. Follett), y Lacatedral del Mar (I. Falcones) han obtenido la mayor puntuación,. Cuatro votos cada uno. Sobre un total de unos cien alumnos. El cuatro por ciento de los estudiantes las ha votado.
Ocurre que cada alumno ha escogido textos distintos, tres como máximo. Casi ningún título o autor se repite; salvo Platón y Nietzsche. Cada estudiante parece tener un mundo propio, gustos personales; ser un mundo aparte. Los libros están en castellano, catalán, inglés, francés. Quizá la presencia de estudiantes extranjeros con una beca Erasmus explique la presencia de algunos títulos (sobre todo en francés), pero no da razón de la calidad de la lista. Novelas, poesía, algunos ensayos, incluso textos filosóficos: casi todos posteriores al siglo XIX. En algún caso, relatos literarios que se suelen asociar preferentemente, con acierto o no, a lectores adolescentes o de veinte años. En otros, textos difíciles.

En un momento en que el nivel de preparación -y de la enseñanza- universitarios desciende, la lectura baja (en favor de los medios visuales), el interés por las artes del pasado o del presente está por los suelos, estudiantes de arquitectura componen una lista que habría sido imposible en los años setenta y ochenta cuando, supuestamente, el nivel universitario se situaba en la estratosfera.

¿Han sido sinceros los estudiantes? Sin duda. Los profesores repetimos que el nivel de conocimiento ha bajado sin verificarlo cada año. No lo sé, o ya no lo sé. Nos creemos mejor preparados que los alumnos de hoy. Tampoco estoy seguro: los recuerdos a menudo se deforman, y exaltan el pasado. Mas, ¿qué no habrían dado nuestros propios profesores, hace años, por tener una lista que revelara semejantes gustos y una amplitud de miras parecida?

Es posible que no todo esté perdido. O que quienes andamos perdidos, a menudo, seamos los enseñantes.

Desde luego, una lista que descoloca. Afortunadamente. Y que obliga a vigilar el nivel de la enseñanza.

Hector´s House, o La maison de Toutou (1967)




La Maison De Toutou
Cargado por dividu. - Explora otro vídeos de animales.

Mítica serie de animación televisiva inglesa, basada en la serie francesa, también celebérrima, La maison de Toutou. Se proyectó de 1967 a principios de los años setenta.

jueves, 10 de febrero de 2011

Chantal Akerman: Saute ma ville (Haz explotar mi ciudad) (1968)





"Mítico" primer cortometraje de la cineasta belga Chantal Akerman, cuya obra vuelve una y otra vez sobre la difícil relación entre el movimiento incesante de la vida urbana y la quietud, el encerramiento, casi siempre femenino del o en el hogar (salvo el de la prostituta que trabaja en la calle, o en un piso "abierto" al exterior).

¿Cómo se percibe tras un baño de Lomana?

Espacio íntimo (grillada)

miércoles, 9 de febrero de 2011

I Am the Architect: Solitude (2009)



I Am the Architect es una banda alemana fundada en 2007

martes, 8 de febrero de 2011

El camino de Damasco (la mejor arquitectura de Barcelona en 2010)


Premio Ciudad de Barcelona a la mejor arquitectura contemporánea en 2010


Según un inteligente y agudísimo fallo del jurado del Premio Ciudad de Barcelona, la mejor obra de arquitectura del 2010 ha sido el templo expiatorio de la Sagrada Familia, de numerosos autores, siendo finalista el edificio Mediatic. Valiente decisión.

Desee hace unos años, la arquitectura y el urbanismo de Barcelona no levantan cabeza. Desde los casos de corrupción urbanística y amenazas de muerte a quien las denunicia, que afectan sobre todo el casco antiguo (proyectos ilegales de hoteles, etc.), urbanizaciones privadas según modelos dubaitis (Diagonal Mar), construcciones de incierta legalidad (hotel W, frente al mar), proyectos de remodelación urbana con fines nebulosos (el replanteo de la avenida Diagonal), iniciativas sorprendentes (construcción y destrucción, con un coste púdicamente en la sombra, de casetas en las Ramblas, apertura de oficinas en China por parte del Colegio de Arquitectos para facilitar la construcción desaforada de arquitectos catalanes en Extremo oriente), la quiebra de dicha institución  después de años de gastos imperiales de algunos directivos, hasta la caída en picado del modelo de enseñanza en la otrora apreciada Escuela de Arquitectura, todo parece confabularse para enturbiar la imagen de postal de la arquitectura contemporánea de la ciudad. Los mejores arquitectos de nueva hornada emigran, y la Barcelona del 92 se diluye en el olvido.

Ante esta situación que se prolonga desde hace ocho años al menos, ¿hubiera tenido sentido premiar una obra excelente, dando la impresión que nada acontece, y que el nivel de excelencia se mantiene? Es lógico que no. Premiar lo peor, y lo más dudoso, era la única decisión acertada. Por un lado, un premio a un arquitecto muerto desde hace ochenta años, con un proyecto que en nada se parece al proyecto original (dado que se perdieron los planos y casi todos los bocetos), levantado sin permiso de obras, aún no concluido, y que amenaza a varias manzanas de viviendas. Un monumento al kitsch más desaforado. Es cierto que se valora la amplitud del espacio interior, el juego de luces, pero su realización aún manifiesta más lo que se hubiera ganado si se hubiera quedado en un sueño. La ideología que vehicula no tiene que ser tenida en cuenta, ciertamente -la arquitectura del pasado que ha sobrevivido esconde, sin duda, oscuras historias-, pero no se entiende entonces que se defienda la reconstrucción de las cuatro columnas-barras de Montjuich: no parece que haya sido por sus valores arquitectónico-escultóricos (aunque, sin duda, dado el precedente, serán, sin duda, premiadas el año que viene). Mas, aún atendiendo a una valoración exclusivamente formalista, el templo expiatorio de la Sagrada Familia es un monumental error estético, sin la gracia, en una segunda lectura, del local de alterne Bailén 22 (que también hubiera podido ser premiado), o cualquier casino o parque temático.
Ciertamente, pésimas obras no escaseaban: desde el hotel W hasta la remodelación (aún no concluida) de la plaza de toros de la Plaza España, o la comisaria en esa misma desdichada plaza, el florilegio, aún en tiempos de crisis, era notable y variado.
Es cierto, también, que se hubiera podido optar por una solución opuesta: premiar una buena iniciativa, que tampoco faltaban ejemplos: la inteligente reflexión visual sobre las relaciones humanas en ámbito urbano de David Bestué y Marc Vives, la edición del hermoso texto de Cacciari sobre la ciudad, la novela gráfica Asterios Polyp, de David Mazzucchelli (sobre un arquitecto con dudas morales sobre su hacer), las novedosas visiones urbanas de Felipe de Ferrari, la conferencia de Giuliana Bruno sobre cine y arquitectura (considerada un hito en la ciudad), el ciclo de música y arquitectura en CajaMadrid, los trrabajos de las agencias de cooperación en temas de arquitectura de la UPC y de la UIC, la presentación del Pabellón catalán en la Bienal de Arquitectura de Venecia, dedicada a la reflexión sobre intervenciones urbanas en Barcelona, la remodelación del barrio de la Mina (desde el punto de vista urbanístico y arquitectónico), la restauración de la Fundación Tàpies, etc., ejemplos que ampliaban el horizonte físico y mental no faltaban; ejemplos de creación y reflexión arquitectónicas, sobre el acto de construir y el hecho de habitar, es decir, sobre las bondades o razones de seguir haciendo arquitectura.
Mas, ¿tenía sentido esta opción? ¿No iba a crear falsas ilusiones en la bondad de la arquitectura que se lleva a cabo en Barcelona hoy? ¿No hubiera prestado a engaño? Por eso, la elección del finalista es también todo un acierto: escoger a una obra, cuyo autor, en contra de las bases, se puso reiteradamente en contacto con el jurado, también simbolizaba el nivel moral de parte de las actuaciones arquitectónicas en la ciudad.
Un aplauso, por tanto, por tan valiente decisión.
Porque no cabe pensar que parte del jurado (con intelectuales que defienden la vivienda social y abominan de la arquitectura espectacular, y reputados arquitectos) hubiera escogido de buena fe -nunca mejor dicho- semejantes obras como ejemplos de buen hacer.

domingo, 6 de febrero de 2011

Ann Xiao: The Uncertain City (2004)



Multipremiado corto de animación de la joven arquitecta y cineasta china Ann Xiao. Véase también el cortometraje de animación Between the Lines (2008), sobre la estación londinense de King´s Cross, en la web a artista (antes citada), o en Artintern.net. De visión obligatoria en facultades de arquitectura y urbanismo.

sábado, 5 de febrero de 2011

Marina Chernikova: Crossings (2004) & Urban Surfing (2007)


Crossings / Marina CHERNIKOVA
envoyé par VIDEOFORMES. - Films courts et animations.



Un viaje a tres ciudades, Roma, Tokio y Moscú, que inicia un breve ciclo de cortometrajes sobre ciudades, sobre miradas sobre ciudades y la experiencia de la vida en la ciudad.

Sobre Marina Chernikova, véase su web.

Sus videos urbanos pertenecen a la colección Image Archives, la mayor colección por internet de videos de arquitectura (video-arquitectura).

Crossings está incluido en el dvd City2City, Lowave, 2006 (editado con la ayuda del CNC -Centre National de la Cinématographie). Proyectado en el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona en 2009.

viernes, 4 de febrero de 2011

Faz etrusca



Máscara de terracota etrusca, a tamaño natural, del siglo VII aC, procedente de la necrópolis de Tolle, cerca de Chiusi (Italia), que cubría una urna cineraria en forma de vasja canopio.
Se trata de una pieza única en la historia del arte etrusco, ya que fue modelada sobre el rostro, masculino o femenino, del difunto, una figura excepcional, sin duda, a quien se sacrificaron innumerables animales, y algún humano. No se explica porque se desmarca tanto de la iconografía funeraria etrusca, por su tamaño, su técnica, y por los rasgos duros exhibidos, con los ojos entreabiertos (las estatuas funerarias etruscas abren los ojos desmesuradamente y sonríen para que la Muerte no les asuste, y para mostrarle que no la temen, que confían en ella y en Caronte).

Museo Etrusco de Chianciano Terme.

(Foto: Tocho, con el permiso e la dirección del Museo)

jueves, 3 de febrero de 2011

(El retorno) de las casas del alma
































Urnas cinerarias etruscas en forma de casa, en piedra o en terracota, entre los siglos VII y V aC, del Museo Etrusco de Chianciano Terme, en Chianciano, cerca de Chiusi (Italia).
Tamaño aproximado: base 50x30 cm, altura: 40 cm, salvo las piezas 4, 8 y 9, de 30x20x15 cm, aproximadamente.
Las cinco primeras están permanentemente expuestas. El resto, en las reservas: jamás expuestas ni publicadas (el museo posee más, y su número crece cada año) . La primera, pintada, fue hallada intacta en 2001. No ha requerido restauración alguna. Los pájaros que la coronan, que simbolizan el alma del difunto -o son una ofrenda a una divinidad funeraria-, se hallaban incluso en su sitio.
Las urnas, junto con unos ciento cuarenta urnas canopio y treinte mil objetos votivos, proceden de Tolle, la mayor necrópolis etrusca del mundo, excavada desde 1985. El material, inédito, atesta tres reservas.


(Fotos: Tocho, con el permiso del director del Museo)

(Desde Chianciano Terme, cerca de Chiusi, en Italia)

El Museo Archeologico delle Acque di Chianciano Terme, en Chiusi (Italia), y el Museo delle Culture, de Lugano (Suiza), preparan conjuntamente una muestra, Le Case delle Anime, sobre maquetas arquitectónicas de la antigüedad, que se inaugurará en junio en Chiusi.

La exposición parte de Casas del alma, que tuvo lugar en el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona, en 1997, y cuyo catálogo ha servido de fuente de documentación de la presente muestra. En ambas se quería tratar el tema del imaginario antiguo del hogar, y valorar si aún es de recibo.

La muestra actual comprende treinta y cinco maquetas provenientes de museos italianos y extranjeros, y cinco de los fondos del propio museo. Incluye un tercio del casi centenar de maquetas expuestas en Barcelona. Pero añade una buena colección de casas del alma etruscas, provenientes de museos locales cercanos, y una pequeña muestra de maquetas de culturas no mediterráneas (precolombinas y del Extremo Oriente), de colecciones públicas suizas.

Ambas muestras, sin embargo, no son idénticas: en Barcelona, se incluyeron planos antiguos (sobre tablillas, papiros, placas de mármol), a fin de exponer los diversos sistemas proyectuales antiguos; la exposición que pronto se va a inaugurar solo contiene maquetas antiguas. La manera de dar forma a la idea mental del arquitecto no es el tema que se percibe, sino los valores que dichas imágenes vehiculan, y cómo son recibidas. Mientras en Barcelona, se trataba de ver la arquitectura desde los puntos de vista del creador (el arquitecto) y del receptor, en Chiusi se ciñen a la imagen que el receptor se hace a la vista de la arquitectura. El aprecio que siente ante su hogar se traduce en la "maqueta" que contendrá sus cenizas, y que le acompañará, le protegerá en su tránsito hacia el más allá. Son los valores del hogar el tema central de la muestra de Chiusi.
La muestra de Chiusi ordena las obras atendiendo a las funciones funerarias y voticas que cumple, así como a la miniaturización a la que somete el mundo, para dominarlo mejor, y para expresar su admiración ante él, convirtiéndolo en un mundo que cabe casi en la mano. 

Es extraño, y emocionante, ver que la muestra de Barcelona, de algún modo, aún sigue vigente y da frutos.

Ayer, tuvo lugar en el museo de Chiusi un encuentro para dialogar sobre el imaginario o los imaginarios del espacio doméstico sobre el o los que la exposición versará.
Y cena en Pesce di´Oro (http://www.ristorantepescedoro.it/), cabe el lago arificial de Chiusi (creado por los etruscos como lugar donde poner a prueba las naves con las que lucharían con griegos y cartagineses para dominar el Mediterráneo), en el que sirven brustico, un pescado lacustre al modo etrusco (cocido entero y sin limpiar, y ahumado, sobre un fuego violento con "madera" de cañas, y posteriormente vaciado, asado y macerdado en aceite y limón): extraordinario. Considerado el mejor restaurante toscano.

martes, 1 de febrero de 2011

El Cairo, 28 y 29 de enero de 2011






















Ejemplo de urbanización de lujo en la costa cerca de Alejandría.


Vivienda en el Egipto Medio, cerca de Minia

(Fotos: Tocho. Uso libre)


Sábado 28 de marzo

El autocar entró zigzagueando y en tromba en El Cairo. La casa nula circulación por la carretera y en los arrabales de la ciudad favorecían el tren desbocado. Eran las cuatro menos cinco de la tarde. El toque de queda empezaba cinco minutos más tarde.  Un pinchazo de uno de los dos vehículos militares que nos acompañaban, en medio del desierto, había frenado nuestro avance. Bajamos a toda prisa. Se cerraron las puertas acristaladas del hotel. El personal extendió una larga y gruesa manguera hasta la calle en previsión de un posible incendio. Cayó la noche. Las primeras patrullas o los primeros saqueadores corrían por la avenida de las Pirámides, por la que retumbaba el creciente estrépito metálico  de un carro de combate que disparaba al aire mientras avanzaba sin detenerse ante ningún obstáculo, ya fuera un coche o una persona.

Fue la noche anterior, en Minia, la capìtal del Egipto Medio, a unos doscientos cincuenta quilómetros al sur de El Cairo, en cuanto el guía se nos acercó y nos comunicó que quizá no podríamos llegar al día siguiente a la capital, cuando comprendimos  que la situación en Egipto, tras la jornada de revueltas, a la salida de las mezquitas y las iglesias, del viernes, se complicaba.
Hasta entonces, habíamos circulado fuertemente protegidos, mas el Egipto Medio se ha considerado, desde los años ochenta, una zona insegura para extranjeros y para cristianos, poco visitada. La total falta de turistas -salvo un japonés que, absorto, fotografiada los estelas fundaciones, esculpidas en las paredes rocosas que delimitan el desierto, de Akhetaton, la capital que el faraón Akhenaton fundara, en una árida planicie-, incluso en esta parte del país, era extraña. Pero la calma imperaba en los pueblos cercanos al  Nilo por los que pasábamos. Un policía, con una mano ostentosamente vendada, mostraba,  sin embargo, al día siguiente, que las manifestaciones también habían prendido en Minia.

El gobernador militar del Egipto Medio no autorizaba nuestra partida. Pero las órdenes eran contradictorias. Subíamos al autobús para descender a continuación. Un creciente número de policias y generales engalonados, serios, mas amables con nosotros, se concentraban ante el hotel. Nuevos vehículos militares, atestados de soldados, de mirada cansada, aparcaban ante aquél. No se nos autorizaba siquiera a cruzar la calle que mira a los jardines y las terrazas que bordean el río.
Cuando ya nos preparábamos para una nueve noche en Minia, llegó la orden esperada: podíamos, teníamos que regresar a El Cairo sin detenernos.

Domingo, 29 de enero

Ocho de la mañana. Se levanta el toque de queda. Durante toda la noche han circulado patrullas vecinales, coches y algún tanque. Disparos y altercados. Tiros de metralleta ocasionales trazaban una estela verdosa y relampaguente sobre nuestras cabezas, en la terraza del hotel. El olor a quemado que llegaba hasta las habitaciones no era una impresión errónea: salteadores habían logrado, pese a las brigadas de defensa vecinales, incendiar y saquear tres restaurantes (entre éstos Le Parisien), el vulgar hotel Mena (ante el que, tres días antes, aparcaban grandes coches negros con los vidrios tintados), una gasolinera y una discoteca con un rótulo de neón; las fotos de chicas maquilladas, ligeras de ropa y entradas en carne, exhibidas en la fachada, habían sido arrancadas. El dueño de una farmacia, cabe el hotel, se había apresurado a vaciar las estanterías y a pintar de blanco las puertas acristaladas. Al días siguiente, mandaría tapiar la entrada. Dos operarios cargaban a toda prisa taburetes de bar giratorios y mesas de un club en una camioneta, antes de cerrar las puertas, quizá definitivamente.

Los comercios, cerrados, salvo vendedores callejeros de fruta, de periódicos, y pequeños ultramarinos. Algún restaurante mantenía las persianas entreabiertas. En el centro, sin embargo, modestos cafés tenían unas pocas mesitas de madera en la angosto acera, todas ocupadas por vecinos que bebían y fumaban pipas de agua.

Camiones militares. Tanques ante los que se pasa ya casi sin mirarlos. Controles vecinales efectivos. Un modesto funcionario riega, tranquilo y metódico, un parterre intensamente verde entre dos calzadas. Algunos operarios barren la calle y recogen la basura. Vecinos, con bastones de madera, se suceden para dirigir el tráfico. Nunca se ha circulado mejor en El Cairo, y no solo por el fuerte descenso del tráfico. La policía ha desaparecido. Un orden casi nórdico reina.
Camino de la plaza el-Tahir, frente al Museo Egipcio, barrios impolutos, en los que algunas tiendas están abiertas y los escaparates iluminados, y calles bien ordenadas, suceden a coches quemados, alguna camioneta Mitsubishi azul oscuro con los cristales y la parte posterior, en la que se cargan a los policías, destrozada por balazos, y grises edificios gubernamentales, con la entrada alfombrada por una extensa capa de ceniza.
Calle y callejuelas cortadas, por barricadas, coches o camiones atravesados. En la plaza, ante la fachada del Museo, cerrado, en o detrás de cuya esquina superior izquierda se alza una fina cortina de humo, y de un edificio gubernamental -de moderna, intimidante arquitectura-, con toda la fachada ennegrecida, hombres y mujeres exhiben pancartas pequeñas escritas a mano en árabe. Sonríen. Levantan el pulgar a nuestro paso. Y se excusan por la situación, afirmando que ya no pueden más. Lo único que quieren, repiten, es que el presidente y su familia se vayan para siempre. No importa qué pueda ocurrir después. Algunos sostienen banderas o banderolas tricolores. Parecen francesas. Casi nadie habla, pero, de tanto en tanto, corean cortas frases que no entendemos. Subidos a un tanque, soldados de pie, quietos, a los que nadie presta atención. Un hombre, de rodillas y con la cabeza gacha, reza, incongruentemente. Da la espalda a la multitud, y algún vecino advierte por gestos que no se camine o se esté ante él. Un helicóptero sobrevuela la plaza.  Y, de pronto, un bramido ensordecedor, sobrecogedor. Las fachadas y los viaductos elevados de hormigón que ciñen la plaza y avanzan hacia el río, vibran y multiplican el rugido de dos cazas negros que vuelan en círculo a muy baja altitud.
De espaldas a una fila de tanques con el cañón erecto, hombres postrados sobre cartones alargados dispuestos en  cuadrícula, rezan a un lado de la plaza, a la sombra de los viaductos.

El inicio del toque de queda se acerca. Regresamos en taxi hacia el hotel. Cruzamos todos los controles sin dificultad. La noche siguiente, tranquila. O quizá nos acostumbramos al silencio, a los disparos ocasionales y al traqueteo, a la tos interminable de un solitario tanque, absurdo, al que la calle ilusoriamente vacía parece venirle grande.

En los alrededores de El Cairo se está levantando New Giza: una ciudad, plantada en el desierto, un remedo del París del diecinueve, cruzado por bulevares y plantado de farolas neogóticas, que más parece una versión aún más ostentosa de una ciudad de los Emiratos Árabes. En la costa, hasta cien quilómetros de Alejandría se suceden las urbanizaciones de lujo, valladas y fuertenmente defendidas por torreones.
La periferia de El Cairo y de Alejandría, por su parte, está abierta por canales de aguas pútridas, casi vidriosas, en los que se pudren animales muertos, cuyas laderas están sepultadas por capas de basura sin fondo, a las que se miran innumerables bloques sucios y sin cristales,  plantados en descampados tapizados por una incierta capa blanquecina de basura quemada.
La miseria, la suciedad y el abandono  son aún más lacerantes que hace veinte años, cuando aún los descomunales carteles impólutos, que anuncian New Giza, 1 y 2, no se alzaban triunfalmente en el desierto.

Hace unos quince días, el conservador de antigüedades del Museo de Arte e Historia de Ginebra contaba acerca de la fortuna que Japón pagó hace unos pocos años para obtener el préstamo, impensable, del tesoro de Tutankhamon. Entregada al director de antigüedades de Egipto, fue transferido de inmediato a Dª Suzanne Mubarak, esposa del presidente.
Por otra parte, las reservas del Museo de Ginebra antes citado guardan los fondos del Museo Arqueológico Nacional de Gaza hasta que puedan retornar y ser expuestos. La compleja operación requirió permisos de Israel, de la Autoridad Palestina, de Egipto, de Suiza y de la ONU. El bloqueo, sin embargo, era absoluto. Durante meses nada se pudo hacer. Hasta la intervención de Suzanne Mubarak. No se sabe o no se dice a cambio de qué.

¿Sorprende la revuelta o la revolución egipcia?


Agradecimientos a la serena Embajada de España en El Cairo, a D. Arturo Capdevila (representante del consulado español en el aeropuerto de El Cairo, a quien debemos la invaluable información para tomar a tiempo el avión), a D. Nasser Korkar y a la agencia Planes.

viernes, 21 de enero de 2011

Cese temporal de actividad entre los días 21 y 31 de enero

TOCHO dejará de apilarse entre los días 21 y 31 de enero de 2011.

(Arte y arquitectura contemporáneas) Michel Houellebecq: La carta y el territorio


Michel Houellebecq – La carte et le territoire 4 (Mediapart)
Cargado por Mediapart. - Videos de noticias recién publicadas.

Michel Houellebecq: La carte et le territoire, Flammarion, 2011. Premio Goncourt 2010.

Sátira sobre el arte y la arquitectura contemporáneas

jueves, 20 de enero de 2011

Memorias de un montador de exposiciones de arquitectura, I

Unos dos meses antes de inaugurar la exposición Casas del alma. Maquetas de arquitectura de la antigüedad, en el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona, en 1997, saliendo del centro y pasando por la Calle de la Paja, de pronto, a mano izquierda, en el escaparate de un anticuario (hoy en la Calle Consejo de Ciento), lo que no podía ser sino una soberbia maqueta arquitectónica antigua de terracota, en perfecto estado: un modelo inédito o desconocido. Tras dudar un momento, empujé la puerta. Expliqué porqué estaba allí y pregunté por la pieza. Era de Siria, del segundo milenio aC. Estaba en venta y el anticuario no parecía entusiasmado en prestarla para una exposición, pese a que le comenté que su cotización aumentaría. Justo antes de salir, pregunté el precio. Elevado, pero abordable por un coleccionista con posibles: unas cuatrocientas mil pesetas. Lo comenté a un amigo arquitecto. Pasó al día siguiente por el anticuario y, distraidamente, preguntó el precio de la maqueta. Su precio había doblado. Mi comentario no había caído en saco roto.
Volví al cabo de unos días para tratar de obtener el préstamo de la pieza. La lista de obras estaba cerrada, pero la obra era excepcional; y estaba a pocos metros de donde iba a inaugurarse la exposición. El responsable, sin embargo, tras dar unas largas, acabó explicando que la maqueta había salido recientemente, necesariamente  de manera ilegal, de Siria. Exponerla públicamente podía despertar sospechas y poner en peligro el contacto que el anticuario disponía en Oriente, capaz de sobornar a policías fronterizos para que las antigüedades salieran de Siria. Grandes mosaicos romanos, recién llegados de Siria, demostraban que el negocio no decaía. Las antigüedades llegaban a España como objetos de artesanía, obtenían el permiso de importación, y desde Madrid eran distribuidas entre varias ciudades. Salí estupefacto.
Se me explicó, días más tarde, que la Generalitat llevaba meses detrás de este negocio, pero sin resultados.
Contacté con el Departamento de Antigüedades Orientales del Museo del Louvre, en París, y con algunos especialistas en este tipo de piezas. Todos comentaron que debería intentar obtener une fotografía a fin de poder estudiar la obra y clasificarla, antes de que fuera demasiado tarde Por la descripción que yo aportaba, se trataba de una maqueta mesopotámica única.
No quise saber nada de este asunto. Dejé pasar el tiempo. La exposición se inauguró. Meses más tarde, recordé las palabras de una conservadora del Museo del Louvre. Volví al anticuario. El dueño no estaba; solo su hijo. No vi la maqueta. Pregunté por ella. Se me contestó que había sido vendida en Londres y el anticuario ya nada sabia de ella. No quedada rastro ni imagen.

Acabo de regresar de Ginebra. Se trata de una ciudad donde el tráfico ilegal de antigüedades es más activo. Algunos anticuarios, buscados por la Interpol, y con órdenes de captura, mantienen tiendas abiertas en el centro de la ciudad y no se esconden. Un conservador del Museo de Ginebra, que trabaja en la búsqueda de obras robadas o sacadas ilegalmente de yacimientos arqueológicos, comentó el célebre caso de la cerámica griega, con una escena pintada que muestra la muerte del héroe griego Sarpedón, a las puertas de Troya, pintada por Eufronio, el primer pintor de cerámicas que firmó sus creaciones, en el s. V aC.
En 1972, el Museo Metropolitano de Arte, de Nueva York, pagó un millón de dólares por una gigantesca crátera, en perfecto estado, firmada por el mítico Eufronio. Era la primera vez que una pieza arqueológica alcanzaba este precio. La obra fue incluso reproducida en portada de los principales semanales. Hasta el año pasado, fue una de las obras maestras de la colección del Museo. Un periodista inquirió por su procedencia. Imprudentemente, se comentó que venía de Zurich. ¿Hasta allí llegaron las cerámicas griegas? La versión fue inmediatamente rectificada. Había pertenecido a un coleccionista libanés. Una llamada urgente advirtió a esta persona que algún periodista podría preguntarle por la cerámica. Tenía que responder que el padre del coleccionista, ya fallecido, la había encontrado en una tumba, y se había vendido porque la colección se orientaba más bien hacia el arte fenicio. Como este último punto era verdad en cuanto un periodista llamó, la versión que se le contó sonó convincente. Mas, ¿por qué se había mencionado, de entrada, a la ciudad de Zrurich? Un periodista, Paul Watson, dejó el Líbano y partió a Suiza. Finalmente, el Museo Metropolitano de Nueva York tuvo que publicar la procedencia, el historial, de la obra: se había comprado, en efecto, a un anticuario suizo, quien, a su vez, la había adquirido a un marchante. ¿De dónde procedía, en último término, la obra maestra del arte clásico griego? La investigación ha durado casi cuarenta años.
Historiadores, arqueólogos, marchantes (entre los que destacaba Giacomo Médici), conservadores de museos suizos y buscadores de tesoros habían desvalijado o ayudado, directa o indirectamente, a desvalijar una tumba etrusca, en Italia, hasta entonces preservada, que acaban de hallar. De inmediato, se dieron cuenta de la importancia de la obra. Se podía obtener una fortuna. Pero ningún museo público italiano podría pagar lo que esta vasija costaba -lo que se iba a pedir por ella-, y no podía salir legalmente del paií. La ley internacional prohibe que los bienes culturales nacionales crucen las fronteras.  La vasija fue cuidadosamente rota. Los fragmentos, depositados en una maleta. En la aduana, se adujo que solo eran unos trozos inconexos. A la vista se mostraban. Los aduaneros aceptaron la explicación. Las piezas no tenían valor alguno. Ya en Suiza fueron juntadas con precisión. Las juntas se hicieron desaparecer. La vasija volvía a lucir entera; fuera de Italia.
Lo que aconteció después es conocido. La historia concluyó el año pasado. La ley italiana obligó a varios museos norteamericanos a devolver algunas obras maestras de la antigüedad, griegas, etruscas o romanas, que hoy son el centro de atención de museos florentinos y romanos, so pena de impedir que ninguna obra de arte italiana pudiera ser incluida en ninguna exposición en los Estados Unidos. Algún conservador ha acabado en la cárcel.
Esta historia me recordó lo que viví hace trece años. Pero aquí, en Barcelona, la historia acabó sin final.

Léase Paul Watson, Cacilia Todeschini: The Medici Conspiracy: The Illicit Journey of Looted Antiquities. From Italy´s Tomb Raiders to the World Greatest Museums, 2006. Votado uno de los mejores ensayos de aquel año,


y, por ejemplo, este artículo periodístico
o esta entrada

miércoles, 19 de enero de 2011

Carlos López: Un arquitecto en el paisaje (Trailer) (2009)


An architect in the landscape - Trailer from C-Side Productions on Vimeo.

El imprescindible documental del cineasta y arquitecto suizo, de origen argentino,  Carlos López, Un arquitecto en el paisaje, sobre el arquitecto y paisajista Georges Descombes -que ha colaborado con artistas de land art como Richard Long-, se estrena en Ginebra.

"D'un chemin forestier de la Voie Suisse au réaménagement, près d'Amsterdam, d'une zone sinistrée par le crash d'un avion, les réalisations de cet architecte du paysage posent la question de la juste intervention. Georges Descombes et quelques-uns de ses compagnons de route, comme Herman Hertzberger et Michel Corajoud, parlent de leur travail et lancent un regard acéré sur une architecture actuelle trop éloignée de la vie. Voyage poétique et philosophique, ce film s'adresse à tous les publics.
 
«On peut vivre sans philosophie, sans musique, sans amour...mais pas si bien. On peut vivre avec une architecture qui n'a aucune dimension artistique, mais pas si bien.»
 
 
Diplômé de l'Université de Genève et de l'Architectural Association de Londres, Georges Descombes a enseigné en Europe et aux Etats-Unis, notamment à Harvard et Berkeley, ainsi qu'à l'Université de Genève.
Reconnu pour ses interventions dans le paysage, il associe très souvent à son travail des artistes contemporains. Il collabore ainsi régulièrement avec Carmen Perrin et a réalisé des projets avec le britannique Richard Long et le new-yorkais Max Neuhaus. Ses travaux en cours incluent le projet "Lyon Confluence" et à la renaturation du Canal de l'Aire, à Genève
."

Texto copiado de: http://www.c-sideprod.ch/architecte




martes, 18 de enero de 2011

Mischa Kolbe (Stuttgart, 1987): Whim (2009), o el hombre y su casa



Una nueva generación de cineastas surge.
Enviado desde el el teatro Grü de Ginebra (salas de cine, de teatro, y de danza, experimentales), uno de los centros más activos en Europa.

lunes, 17 de enero de 2011

Zaz (Isabelle Geoffroy ) (1980): Dans ma rue (2010) -texto de Jacques Prévert.



Juliette también canta este tema, con letra de Prévert, que popularizó Edith Piaf.

Arquitectura y poesía: Jacques Prévert sobre la ciudad destruida de Brest (1964)


Jacques Prévert & Brest
Cargado por BREST-Ressources. - Ver videos sobre los famosos del video por Internet.

El poeta francés Jacques Prévert presenta un documental sobre la ciudad de Brest, "la ciudad de la que nada queda",  arrasada durante la Segunda Guerra Mundial.

domingo, 16 de enero de 2011

AtletA: Catedrales (2011)



Para escuchar legalmente:

AtletA: Catedrales

El espacio sentimental (l´espai emotiu)






Blackbox - the installation - first showing from didito on Vimeo.





El ciclo de danza contemporánea, Impuls [D], que la compañía Thomas Noone Dance ha impulsado en el Sat!Treatre de Barcelona estos días, incluyó el espectáculo Breve ensayo sobre la nada. Una proposta sobre l´espai emotiu i la tranquil.litat que pot significar el no-res, de la extraordinaria coreógrafa y bailarina Iris Heitzinger, de la compañía Bebeto Cidra, del que no existe, por desgracia, documentación gráfica pública.

En el escenario desnudo y a oscuras, en el que un único foco abre un estrecho cerco de luz, la bailarina aparece estirada en el suelo. Durante casi todo el espectáculo no se levantará. Yace estirada. Trata de avanzar. Realiza denodados esfuerzos por avanzar. Sus piernas se mueven convulsamente para impulsar el cuerpo. Los pies se apoyan en el suelo, la pierna se propulsa. Y, sin embargo, no avanza. No se diría que el suelo sea resbaladizo ni que el personaje no tenga fuerza ni la energía o voluntad suficientes para desplazarse arrastrándose, sino que no existe espacio en el que desplazarse. Éste está reducido al que envuelve su cuerpo. Más allá de los límites corporales, no hay nada por el que moverse e o en el que aventurarse. Es el cuerpo, y las expectativas del personaje, que dibujan o crean el espacio en el que se mueven.

El espacio lo construye (lo define, lo delimita, lo acota) el arquitecto. Traslada y traduce el proyecto que ha ideado y dibujado a (o en) la realidad), eespacio que aguarda ser habitado.
La mayoría de los documentos gráficos que los arquitectos emplean y divulgan así lo corroboran: espacios recién terminados, vírgenes, aún no contaminados por seres y enseres. Éstos desvirtuarán la creación arquitectónica. Por eso, las revistas y los medios de divulgación de la arquitectura, parecen promover cenotafios: salas blancas, vacías o vaciadas de cualquier presencia humana, como si la arquitectura hubiera sido levantada para seres puros o para nada o nadie.

Pero, del mismo modo que el espectador (y el crítico, el espectador crítico, receptivo, activo ante la obra) es, junto con el artista, el coautor de la creación (´interpretándola, es decir, dotándola de sentido, sentido que no es necesariamente el que el creador ha "pensado", animándola, convirtiéndola en un ente con sentido, que dialoga con el espectador, comunicándole lo que éste descubre en la obra, es decir le añade), es el habitante el que, junto con el arquitecto, crea la arquitectura. Solo cuando la arquitectura es habitada se convierte en un espacio significativo. Se anima, literalmente. Cobra vida. Son los usuarios los que completan, y acaban, la creación iniciada por el arquitecto. La arquitectura es una creación continua. Nunca cesa. Por eso, los edificios "musealizados" -restaurados y vaciados, convertidos en meros objetos expuestos a la contemplación, y no la vida-. dejan de ser obras de arquitectura. Paradójicamente, es con el uso, el trato diario, destructor quizá, que la arquitectura se crea. Pues la creación, como toda obra vital,  implica necesariamente la destrucción.

Ocurre, sin embargo, que espacios han sido proyectados y construidos de tal modo, que la vida no puede prender ni proseguir; no son aptos para la vida; no llegar a ser, entonces, arquitectura.

Iris Heitzinger lucha para crear el espacio en el que vive y se mueve. Son sus gestos, su presencia, su saber estar, y su deseo de ir hacia adelante, los que configuran el espacio. Éste no preexiste. Solo existe en función de la presencia y la prestancia del ser humano. Los límites son los que fijan los gestos y los deseos del habitante.

El espacio arquitectónico es necesariamente emotivo. Son las emociones, los sentimientos, los deseos de vivir los que acaban de darle sentido. Los gestos ahogados de Iris Heitzinger, como los de un pez en un globo de vidrio sin casi agua, son ambiguos: no se sabe si el espacio en el que trata de moverse es inhabitable, o si la voluntad del habitante desfallece, si éste en verdad no desea vivir (allí), no desea construir nada. Iris Heitzinger juega brillantemente con esta doble lectura. Su creación es inteligentemente ambigua. No adoctrina. No se trata de una lección. Expone la siempre conflictiva y contradictoria relación del habitante con su hábitat, en el que se halla y del que quizá quisiera huir. Y nos muestra que los muros son creados por nosotros: muros que protegen, pero que también envuelven, encierran.

Win Wnders: If Building Could Talk (Si los edificios pudieran hablar) (2010)



Documental del cineasta alemán Win Wenders sobre el Rolex Learning Center del estudio de arquitectura japonés Sanaa, presentado en la última Bienal de Arquitectura de Venecia de 2010.
Su inclusión fue comentada ya que la comisaria de la Bienal era la arquitecta Kazuyo Seijima, del dúo Sanaa.

Quizá pudiera discutirse si los edificios tuvieran que hablar, si lo que dijeran y el efecto que produjeran fueran lo que Win Wenders muestra.

La filmación no tiene principio ni final; se muestra, en una proyección sin fin, siguiendo las formas serpenteantes del edificio, en el que la separación entre espacios exteriores e interiores, y entre planos, se diluye. La cámara no se detiene, como si el edificio no presentara ángulos ni fuera un obtáculo (no tuviera vistas), no fuera un ente necesariamente anclado ni quieto, como si la arquitectura no se hubiera materializado, petrificado aún, como si la voz del edificio fuera solo un monólogo interior y contínuo. 

viernes, 14 de enero de 2011

Reynold Henry Weidenaar (1945): Hang Time on Jonas Street (2002)


Hang time on Jones street
Cargado por VIDEOFORMES. - Descubre más videos creativos.

Para un comentario, audición y partitura de la composición musical basada en los ruidos de la calle de Jonas , clicar aquí


Sobre Reynold Weidenaar, clicar aquí


No confundir con el artista plástico Reynold H. Weidenaar (1915-1985)


Hang Time on Jonas Street (imágenes y música), tanto en su versión filmada como en la concertística (filmación y composición musical -concierto para clarinete- inspirada en los ruidos de la calle Jonas -que son los que acompañan la primera versión de la obra que aquí se muestra) es quizá la sinfonía urbana más importante (y actual) desde los grandes documentales sobre la vida urbana de los años treinta.

miércoles, 12 de enero de 2011

Paul Glabicki: Object Conversation (1984); Cinco improvisaciones (1979)





Sobre el artista multimedia (dibujo, animación) Paul Glabicki (1951), que ha revolucionado el lenguage y el sentido del cine de animación, "clicar" aquí

Sobre Object Conversation

Las palabras y las piedras

Un diferencia ineludible ha distinguido la arquitectura occidental de la oriental: el hecho que las letras de los alfabetos semitas (hebreo, árabe) tengan un valor numérico.

Así, cuando un arquitecto musulmán (árabe, turco o persa) proyectaba un palacio, un edificio público o una mezquita, no podía dejar de tener en cuenta el resultado de la suma de cada letra-cifra de las palabras con las que se designaban las distintas partes de un edificio; sobre todo, teniendo en cuenta que determinados números son mágicos o sagrados.

En el cristianismo, el número de ciertas figuras determinada el número de algunos componentes de una iglesia. Los doce apóstoles, los cuatro evangelistas, la trinidad, los cuatro brazos de una cruz, etc., tenían su reflejo en el número de columnas, de vidrieras o de espacios articulados alrededor del altar. Mas las medidas de cada uno de estos componentes no venía determinado por las figuras que se simbolizaban a través de aquéllos. Las medidas de los profetas y, por tanto, de las columnas, no se podía deducir de la sola existencia de los prefiguradores de Cristo. En este caso, era necesario recurrir a un modelo externo a la iglesia a fin de  poner medidas a todos los elementos del templo.

Sin embargo, las palabras evocadas por la mezquita (Mahoma, Alá, los mismos profetas bíblicos, Kaaba, los califas, etc.) tenían un correlato numérico. Por tanto, era sencillo saber qué medida y que juegos de medidas se podían establecer para cada parte del templo. Por otra parte, toda vez que algunas palabras tienen un mismo valor numérico ( la suma del valor numeral de las letras es idéntico para algunas palabras), y que algunos números son sagrados, algunas partes podían tener unas mismas medidas o proporciones, y ciertos componentes como la cúpula solo podían tener unas determinadas medidas y proporciones.

Así como en el templo cristiano, era necesario recurrir a las imágenes para evocar claramente qué figuras sagradas estaban en el origen de o en consonancia con ciertas partes de la iglesia, la iconografía no era necesaria en la arquitectura islámica. Cada palabra remitía a una cifra, y cada cifra a un número. Tomando las medidas de una mezquita se sabía de inmediato qué figuras del Corán habían sido escogidas como soporte, estructura o legitimación de las formas arquitectónicas. La mezquita podía leerse. La lectura de las medidas tenía un inmediato correlato literario. Las cifras remitían a letras, a palabras, a figuras.

La arquitectura islámica,  religiosa sobre todo, se constituía como un texto. Al límite no era necesario construirla. Las palabras, de inmediato, evocaban la planta, el alzado y el volumen del templo. Cantando (o danzando, como contaba el sufí Sinan en su Autobiografía) los versículos, el templo se constituía.

Occidente ha tenido que recurrir a las imágenes porque no ha podido confiar en la potencia creadora del Verbo.

martes, 11 de enero de 2011

Suzan Pitt: Asparagus (1978)





Suzan Pitt es una pintora, cineasta y animadora californiana. Este cortometraje sobre las sombras del espacio doméstico y de la vida urbana se  proyectó junto a Erasehead de David Lynch.cio

La casa de los ricos (Victoria Garriga)


Victoria Garriga escribe acerca del programa de televisión La Casa de los ricos, en concreto acerca de una entrada reciente en este blog, que incluía dos videos dedicados a la sorprendente arquitectura del estudio A-cero (numero profético), lamentando que me hubiera limitado a mostrar estos edificios y esa aproximación a la arquitectura sin comentario alguno:   


"He echado  de menos una crítica caústica y seria 8en este blog), aunque baste con dejarlo hablar y moverse  ante al cámara (....) Voy a  “a-cer” la crítica seria":

"El pasado domingo día 9 de Enero se  emitió en la Sexta un extenso reportaje sobre las  casa del estudio A-cero. Creo que este documento merece una crítica razonada y  un debate abierto.


 Joaquin Torres- A-cero- no es buen  arquitecto porque reduce las casas a su vertiente representativa y formal y  encima no es un buen formalizador. Me explico: En ningún momento se plantea la  posibilidad de que por debajo de la imagen pueda existir algo más valioso, la  vida de las personas – anhelos, frustraciones, dudas, dolores, alegrías, sed de  justicia, sed de venganza…-Reutiliza formas de arquitectura moderna, vaciadas de  contenido y referencias. Cajas inertes para almacenar y exhibir la vida  congelada, estática, muerta. Por suerte o por desgracia sus formas y las  proporciones de sus obras no tienen esa belleza capaz de hacernos  olvidar que bailamos sobre la absoluta nada.


Pero la pregunta es ¿Por qué ha  conseguido Joaquín Torres ponerse tan de moda entre ricos y poderosos de nuestro  país?


Porque dice ser un creador contemporáneo  pero no lo es. ( Hay que parecer pero no hay valor ni suficiente  talento para aguantar el ser). No hay cuestionamiento, ni duda, ni  propuesta vital en sus   proyectos.  Ni social, ni formal, ni tecnológica, ni ambiental, ni urbanística.  Consecuentemente no hay incomodidad y eso gusta a los que se sienten instalados  en el éxito y no quieren plantearse que quizás esa situación sea absolutamente  temporal y frágil. A-cero sólo plantea en sus casas un confortable y superficial  enunciado estético que lo vincula, sin estridencias creativas, a las corrientes del éxito y del buen gusto. La arquitectura de A-cero es un producto comercial  barnizado de una falsa y complaciente imagen de autoría de  vanguardia.


Esta irrelevancia creativa (en términos  arquitectónicos, que no empresariales) no nos llamaría la atención si se tratase  de un fenómeno local y de pequeña escala. Sin embargo, el enorme éxito social y  de difusión de este tendencioso sucedáneo arquitectónico entre un público  económicamente privilegiado y socialmente influyente es lo que resulta  inquietante.


La crítica arquitectónica no ha prestado  atención al trabajo de A-cero, pero tampoco al medio social en el que se  implanta. Entender porque y como triunfa  esta empresa de arquitectura, quizás     nos sirva para ver con más claridad  como es el entorno social, cultural y económico en el que hemos de trabajar, y  con el que nos hemos de comunicar y relacionar.


La desatención y ceguera respecto al  medio social  ha llevado a  que desde la profesión tampoco se haga buena pedagogía de base sobre lo que la  sociedad debe pedir y esperar de   la  arquitectura. No se ha transmitido a  los que tienen que elegir- usuarios, políticos, empresarios- cual es el  valor y la responsabilidad de la arquitectura en la construcción del futuro  colectivo. Esto ha posibilitado que la arquitectura se lea como un mero producto de consumo,  de especulación o de satisfacción inmediata, o como un adorno para la  ostentación y la manifestación de estatus, individual o colectivo. Los que deciden, los que tienen los medios y la responsabilidad de elegir quien es el  más dotado para proyectar la realidad material futura, o cual es el proyecto más  adecuado, no tienen la formación ni la buena información para tomar decisiones  críticas razonadas y consecuentes. No son capaces de distinguir el grano de la  paja, y no pueden escapar de los mecanismos de la publicidad y de marketing que  son los que confieren el valor a las cosas que no lo tienen intrínsicamente o no  somos capaces de reconocerlo.


En este contexto aquellos arquitectos que han sabido y se  han dedicado a moverse en los medios de comunicación social son los que se están  construyendo el país. La arquitectura “buena”, según la crítica especializada,  no debe ser más de un 1% sobre el total de lo construido.


Creo que los medios de comunicación y  divulgación relacionados con esta profesión deberían plantearse seriamente la  necesidad de hacer pedagogía de base. Hay que explicar con claridad qué es y  para qué sirve la arquitectura a los usuarios y a los políticos, a los que  tienen el dinero y  dirigen los  medios de producción y consumo .Sólo así se podrán hacer encargos con cierta  lógica, con   un poco de sentido  ético y con conciencia de responsabilidad compartida y  colectiva.


Resumiendo: es urgente establecer los  puentes y protocolos de  comunicación entre la arquitectura (emisor) y los que pueden promoverla  (receptores). Este trabajo sólo lo pueden hacer arquitectos, críticos y  divulgadores coordinados y con cierta presencia y poder en los medios.  


Es irónico que cuanto mayor es el acceso  a la comunicación menos se entiende que es la arquitectura y para que sirven los  arquitectos. Mientras tanto mansiones neo-modernas, superconservadoras,  estériles y domotizadas para los ricos, Seseñas   para los pobres. Malos tiempos para la  vida y para la arquitectura".

Agradezco su texto que dice lo que no supe formular. Pensé que las imágenes hablaban por sí mismas. Me olvidé que podían ser fascinantes. No quiero ni preguntarme qué me parecieron en secreto.
Muchas gracias, Victoria, por devolvernos a la realidad.


A-cero proyecta desmesuradas torres inclinadas sobre dunas en Dubai. Quizá sea lógico.