Fotos: Tocho, Barcelona ,noviembre de 2020
Hubo un tiempo en que los noctámbulos podían, de madrugada, comprar croasanes y ensaimadas, incluso rellenos, en la ventanilla de un antiguo horno en la calle Nou de Rambla (antes llamada, más sonoramente, Conde del Asalto), en el Raval (conocido otrora como el Barrio Chino) y adquirir, al alba, de regreso a casa, la prensa recién distribuida en los grandes quioscos en la parte alta y central de las Ramblas de Barcelona, abiertos las veinticuatro horas del día, durante todo el año.
Antes....
Hoy, la ocasional venta de un periódico ya no permite mantener abiertos los quioscos, salvo unas pocas horas.
Presagian un final muy triste.
ResponderEliminarSaludos
Francesc Cornadó
Los vendedores, muy desanimados. La prensa escrita ya no se vende
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