sábado, 18 de agosto de 2012

EL TEMPLO SUMERIO, 2 (Templos ovales)


Reconstrucción en 3-D: Luis Amorós & Miguel Orellana (404Arquitectos, Barcelona y Vancouver) (2011)
Copyright: Fundación "la Caixa"


Contrariamente a lo que acontecería en Grecia, Roma y, por ejemplo, India, Mesopotamia y, en concreto, Sumer, no poseyó ningún tratado de arquitectura o construcción que dictaminara qué formas o tipologías eran las más adecuadas para determinados edificios o funciones. Al menos, hasta ahora, no se ha encontrado texto alguno (sí Himnos a Templos, que nada dicen sobre la forma del templo, y algunas descripciones de santuarios, que no dictaminan sobre las formas que se tenían que respetar) -tampoco se han hallado tratados griegos, pero se sabe que existieron-.

Es incluso difícil distinguir templos de otro tipo de edificios. Se duda, en ocasiones, en interpretar restos como de un palacio, un santuario o un... puente (como ocurre en Lagash). Todo parece indicar que los templos no poseían una tipología específica. Ni siquiera el tamaño era necesariamente significativo. Sí se sabe que los templos urbanos, contrariamente a los santuarios extra-urbanos,solían estar rodeados de un muro y estaban dotados de dependencias y almacenes. El templo propiamente dicho, la casa de la divinidad, solía estar estructurado alrededor de espacio central, de planta rectangular, cubierto o no, al que daban estancias o capillas, pero no es seguro que esta tipología fuera siempre, ni siquiera mayoritariamente, empleada. Un templo era una casa, una casa grande, ocupada por una divinidad.

Sin embargo, se han encontrado tres o cuatro ejemplos de templos sumerios que se diferencian de la tipología antes citada. Poseen una estructura única en el mundo. El santuario, al menos durante ciertas épocas, poseyó una morada divina, colocada sobre un alto podio, y dependemcias, y estaba rodeado por un muro, o un doble anillo de muros de planta oval. así se presentaba el llamado Templo Oval de Khafaje, así como de un templo de Inanna en Lagash y del conocido templo de Ninhursag en Obeid. Estos templos se distinguían de la trama urbana, estuviera ésta planificada o no. Formaban una unidad, un conjunto ensimismado, mal o nada relacionado con la ciudad. La ciudad creció alrededor del templo, pero los espacios intersticiales nunca pudieron ser colmados. El santuario no casaba con la ciudad. Era un cuerpo extraño. O viceversa: la ciudad no "cuadraba" con el templo, como si dos órdenes, o dos concepciones, se confrontaran o se enfrentaran.

Tres templos constituyen, sin duda, muestras escasas de tipos de edificios. Además, no se sabe a qué divinidad estuvo dedicado el Templo Oval. Sí se sabe, sin embargo, que los dos otros santuarios fueron la morada de divinidades femeninas.
El Templo Oval se construyó sobre un terreno anteriormente ocupado por viviendas. Éstas fueron arrasadas, la tierra limpiada, los restos, los cimientos de las viviendas barridos, y el suelo cubierto con una gruesa capa de arena, de tierra "nueva" o virgen, a fin que el templo descansara sobre un suelo puro o purificado. Los cimientos del Templo reproducían la planta y el volumen del edificio. Éste, por tanto, descansaba sobre una especie de construcción enterrada. Este hecho no es único. También se produjo en el Giparu o Templo de piedra de Uruk. Éste estaba dedicado a una divinidad femenina, madre de las aguas y la fecundidad. Es posible, pues, que el Templo Oval de Khafaje se hubiera construido para albergar la efigie o el cuerpo material de una diosa.

Cabría preguntarse, así, como ya se ha hecho, si los templos de planta oval, no estarían dedicados a divinidades femeninas. Recordarían quizá, los primeros santuarios de la historia, siempre semi-enterrados, tradicionalmente interpretados, debido a las estatuillas halladas, como moradas de diosas-madre. Quizá los templos ovales evocaran las aguas primordiales, cuyo perímetro era semejante al de una gran matriz. Los templos ovales podrían haber evocado el espacio, o la arquitectura de los inicios, concebidos como un espacio del que el resto del mundo, quizá incluso las ciudades, salieron. Las ciudades, pues,  existirían gracias a la presencia generativa de los templos "maternales".
Es muy posible que nunca se llegue a saber a qué respondían estos -y otros- templos. Los restos arqueológicos, están hoy demasiado arrasados (por las inclemencias o simplemente el paso del tiempo). Pero, al menos en dos casos, parece descubrirse una posible lógica que ligue el tipo de santuario con el tipo de divinidad: divinidades femeninas primordiales como Inanna, diosa de la creación y la destrucción, y Ninhursag, diosa de las montañas, una diosa-madre, y templos que debían aparecer, envueltos en un muro continuo curvo, como cuerpos imponentes, quizá benéficos, aunque misteriosos.

 

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