martes, 19 de febrero de 2013
EL REY-ARQUITECTO GUDEA DE LAGASH (MESOPOTAMIA, HACIA 2100 aC): Claudia E. Suter, en Caixaforum, martes 19 de Febrero de 2013
No sé si los arquitectos somos conscientes de lo que debemos al rey sumerio Gudea.
La consideración de la arquitectura como un arte no mecánica sino intelectiva, su carácter casi divino -que la convirtió en una tarea digna de los dioses superiores-, y, por otro lado, la primera memoria proyectual lo deben todo a este rey.
Gudea fue un rey atípico. Quizá no fuera de linaje real. Tampoco destacó por sus aventuras guerreras o, al menos, no las destacó. Por el contrario, sus numerosas efigies -se trata del rey mesopotámico más retratado, ya sea por el azar que ha permitido que se hayan conservado tantas estatuas suyas, de cuerpo entero, algunas de tamaño natural, labradas en una piedra negra tan dura como la diorita, amén de otras piedras como el alabastro o la calcita (azar relativo: un rey helenístico, asentado en Lagash, hacia el siglo III aC, fascinado por la figura de su "antepasado" reunió y protegió todas las estatuas que pudo, preservadas así hasta que fueron halladas a principios del s. XX)-, lo muestran, mayoritariamente vestido con un largo manto, cubierto con un birrete de piel, las manos juntas, expresando piedad, sumisión, respeto o comunicación con el dios.
Las efigies que se apartan de este modelo de relación paterno-filial con la divinidad, lo muestran sentado, con una tablilla en el regazo, en la que se inscribe o está, sin duda, a punto de trazarse el plano de un templo. Una regla y un estilete, apoyados en la amplia tablilla, atestiguan que Gudea es el autor del plano.
Gudea como arquitecto. Esta iconografía no es extraña. Gudea fue el autor de una autobiografía (escrita, sin duda, en su época y, posiblemente, dictada por él, sobre dos altos y gruesos cilindros de arcilla, conservados en el Museo del Louvre de París), en la que narra un sueño y lo que aconteció a continuación: una serie de divinidades se le aparecieron en sueños, le comunicaron que tenía que construir un templo al dios protector de la ciudad de Girsu (capital del estado de Lagash) y personal suyo, Ningirsu (Señor de Girsu), y le mostraron el plano del templo, un reflejo del plano de los cuerpos siderales el día en que debería iniciar la construcción. Le dictaron, además, cómo debería operar y qué materiales debería utlilizar. Al despertarse, Gudea, extrañado e inquieto por el sueño que no compendía, acudió al templo de su "madre", una diosa, quien le explicó qué debía hacer: encontrarse con otras divinidades a fin que le interpretasen el sueño.
Al cabo de poco, Gudea obedeció. Las obras se iniciaron tal como había ordenado el cielo. El largo texto (cuya traducción parcial se ofrecerá quizá esta misma tarde) constituye la primera memoria proyectual de la historia.
Hoy, martes 19 de Febrero, en el Auditorio de Caixaforum de Barcelona, Claudia E. Suter, de la Universidad de Zurich, la máxima especialista en Gudea, impartirá la última conferencia sobre la cultura sumeria, acerca de la realeza en el sur de Mesopotamia en los IV y III milenios y, en concreto, sobre la figura y las acciones del piadoso rey Gudea, quizá el monarca más próximo a nosotros.
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MUCHISIMAS GRACIAS POR LA INFORMACIÓN, ME SIRVIÓ DE MUCHO :D
ResponderEliminarY SI PUDIERAN ESCRIBIR MAS SOBRE ARQUITECTOS SUMERIOS ESTARIA EXCELENTE!
Buenos días
ResponderEliminarLe respondo lo mismo que a su anterior mensaje.
Por cuestiones de trabajo, estoy centrado ahora sobre Grecia y no Mesopotamia, mas debido a que también estudio las relaciones entre Grecia y el próximo oriente antiguo, posiblemente, pueda redactar alguna nueva entrada sabre arquitectos mesopotámicos.
Gudea es el rey-constructor que, por azares de los descubrimientos arqueológicos, es de quien se tienen más datos.