Fotos: Tocho, viernes 24 de febrero de 2023.
Viernes.
El día de las plegarias y de las ofrendas al imponente Cristo de Medinaceli, al que se permite contemplar su faz en lo alto de una torre.
Miles de personas, ancianos, niños, parejas, hacen una cola de centenares de metros que no avanza y tuerce por la calle Lope de Vega y desciende hasta el paseo del Prado, y aguardan en silencio.
Llevan una flor quienes agradecen el cumplimiento de un deseo, y las manos vacías quienes las juntarán implorando un favor. A la salida, dos puestos de mercadillo ofrecen estampas, velas, medallas y rosarios. Unos mendigos, sentados en la acera al pie de la iglesia, piden, por separado. Delante de la basílica, una cerería vende ex-votos.
El Cristo, se cuenta, casi siempre responde, misteriosamente.
Las curaciones se multiplican.
Y la cola, cada viernes, desde hace siglos se alarga, como el hilo de Ariadna, cada vez más.
Buenas tardes ! Paso mucho por allí.Cuando se acerca la semana santa viene gente de todas partes,se pasa allí la noche ,se hacen parapetos para protegerse del frío ,se llevan termos de café,se hacen turnos para guardar el sitio SIempre me sorprende ver que hay gente joven y
ResponderEliminary que la cola sigue siendo tan larga como hace 40 años.Y siempre ,sin excepción,vuelvo a casa meditando sobre la necesidad que tenemos los humanos de peregrinar a los lugares sagrados y de que eso suponga un gran esfuerzo ,porque así tiene más valor y la divinidad se compadecerá .
Y creo que también hay un deseo
de decir " yo estuve allí" y de contar todas las aventuras de la peregrinación
Muchas gracias por esta hermosa contribución personal. La variedad de personas que hacían cola y la seriedad de las actitudes dejaba entrever que tenían una motivación fuerte para estar tanto tíempo quietos esperando un encuentro con una efigie.
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