martes, 28 de mayo de 2024

MANIFESTA 2024 - JUAN IGNACIO COSCOLLUELA : CHIMENEAS DE LA CENTRAL TÉRMICA (SAN ADRIÁN DEL BESÓS, 1971-1976; EN DESUSO)



























 









Fotos: Tocho, mayo de 2024


Manifiesta es una exposición de arte contemporáneo, con obras inéditas realizadas para espacios determinados, en ciudades que no son de primera fila, con la intención de ayudar a los artistas de dicha urbe.

Se distingue de las bienales de arte actual que se multiplican por el mundo al exponer obras aisladas realizadas para la ocasión, fuera de museos, centro de arte y galerías.
Barcelona acógete la quinceava Manifiesta, entre septiembre y noviembre. Las obras -y debates- acontecerán en diversas ciudades de la provincia de Barcelona, aunque el centro estará ubicado en la capital, si bien en la periferia: el área en la que se ubican los restos de una antigua y augusta central térmica, construida en los años setenta, restaurada aunque hoy en desuso. El área circundante, cabe la costa, es un desolado entorno de terrenos baldíos, playas -si es que dicha palabra es adecuada para referirse a un estrecho margen entre bloques de hormigón descuidados y hierbajos- de dudosa pulcritud, rodeadas de mirones, caminos embarrados o resecos, salpicados de toda clase de desechos orgánicos, muros cubiertos de grafitis , vallas oxidadas, y señales de tráfico roídas, que componen un paisaje pardo y polvoriento aplastado por la fiera presencia de las tres chimeneas de hormigón de doscientos metros de alto, siempre denostadas cuando emitían humos y salvadas de la piqueta cuando dejaron de ser útiles, porque acabaron por simbolizar nostálgicamente un entorno denostado y fascinante, que atrae y repele, en el que encanallarse, de día, a bajo coste y sin peligro. De noche, quién sabe… 
El arte contemporáneo redimirá dicho lugar todo y aprovechando su aire canalla, testimonio de las virtudes y los lastres de la periferia a la que la ciudad da la espalda todo y necesitándola. La espalda es la parte de nuestro cuerpo expuesta a los ojos de los demás que nunca podemos ni podremos mirar con nuestros propios ojos.





 

domingo, 26 de mayo de 2024

GUSTAVO GILI (1963) & BBARQUITECTOS: EDIFICIO MIRADOR (BARCELONA, 2024)


































 Fotos: Tocho, mayo de 2024


Como un arco de triunfo al final de un nuevo muelle en el puerto de Barcelona, rodeado de un cenáculo de veleros y yates, atraídos por la promesa de la copa América, fuera del alcance de la mayoría de nosotros que paseamos mirando de reojo las botellas de champán que se descorchan a bordo, y encuadrando un discreto faro verde que despunta en la lejanía, cabe la bocana del puerto, casi al pie de las aguas portuarias que quisieran ser esmeralda, se destaca el nuevo edificio Miramar, aun no inaugurado, que deberá acoger un restaurante al alcance de los navegantes cercanos.

 Un edificio envuelto en estrechos listones de hormigón, que parece que siempre ha estado en este lugar y que no podría estar en ninguno otro, que tiene la buena educación de levantar el ancla para no interferir el paso y la vista, animando, por el contrario, a cruzarlo, como quien atraviesa una pantalla, para asomarse a una angosta pasarela que cuelga sobre el mar casi abierto, lejos ya de la ciudad, como un afilado mascaron de proa. 

Un hermoso e inesperado tránsito hacia el mar abierto, la última despedida de la ciudad antes de afrontar las olas.