El criterio que este blog utiliza para los nombres propios consiste en que los nombres y apellidos se escriben con mayúsculas en el título del texto, y en minúsculas cuando se trata del título de una obra.Entonces: ¿NEUFERT o Neufert?
Pocos arquitectos han visto que su apellido (sin necesidad de mencionar siquiera el nombre) haya dado lugar al nombre de una obra, independientemente del título de ésta. Arte de proyectar en la arquitectura: ¿qué evoca este título, más allá del nombre de un posible tratado arquitectónico indefinido o genérico? Mas, para arquitectos y profesores de cierta edad, la simple palabra de Neufert posiblemente evoque, no a un autor, sino el título del manual de diseño arquitectónico más célebre y utilizado aún hoy -en España, se comercializa hoy la dieciseisava edición; en ciertos países, la cuarentava. Tras el tratado helenístico de Vitrubio, “el” Neufert debe de ser la publicación arquitectónica más divulgada y reeditada, tras casi cien años desde la primera edición.
Libro normativo, de consulta sobre medidas estándar, fue escrito por el jefe del taller de Walter Gropius, el arquitecto, educado en la Bauhaus, tras su paso por Barcelona y su encuentro con el arquitecto Antoni Gaudí, Ernst Neufert (1900-1986).
Con la llegada al poder del partido nazi en Alemania y la orden de clausura de la Bauhaus, Neufert viajó a los Estados Unidos. Regresó, sin embargo, a Berlín para enrolarse en el estudio del llamado arquitecto del tercer Reich y amigo de Adolf Hitler, Albert Speer, prologuista de la primera edición alemana..
Neufert no sufrió penalidad alguna tras el fin de la Segunda Guerra Mundial. Recientemente se ha sospechado que pudo participar en el proyecto del campo de exterminio de Auschwitz -cuyos planos están firmados por un despacho de arquitectura de las SS.
Lo que sí se acaba de descubrir y de comprobar es que Neufert pidió a Martin Bormann, (siniestro) secretario personal de Hitler, en 1944, que mediara y entregara un ejemplar de su obra al Führer.
Ni la imagen canónica de la portada, un varón desnudo con el brazo erecto, ni la de soldados de las SS como ejemplos de medidas canónicas, non parece habernos hecho arquear de cejas o rasgar los ojos en los últimos cincuenta y cinco años.
Nuestra fe (es una cuestión religiosa) en la arquitectura moderna nos salva de cualquier sospecha.
Varias exposiciones en Alemania, este año, levantan el velo sobre las “medidas de Neufert”, en el sentido amplio de la expresión.
Agradecimientos por los datos de primera mano del arquitecto y doctorando, con una beca para la formación del personal investigador (Fellowship), en Barcelona y en Karlruhe, David Mesa.
Dos imágenes han sido remitidas por David Mesa.
Los errores solo son imputables al redactor de este breve texto
Agradecimiento también al arquitecto y docente Arcadio de Bobes quien ha comunicado que el hierático hombre modélico utilizado por Neufert se basa en una figura, más “humana”, dibujada por el matemático y filósofo hegeliano decimonónico Adolf Zeising, quien buscaba y habría hallado la “divina” o áurea proporción en la naturaleza. La figura antropomórfica inspiró también el Modulor de Le Corbusier.
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