Fotos sobre fondo negro: Tocho, septiembre de 2025
La artista franco-norteamericana Niki de Saint Phalle (1930-2004) descubrió, en una visita a Barcelona que realizó en 1954, el parque Güell que el arquitecto Antonio Gaudí proyectó y construyó a principios del siglo XX, y en particular el dragón del acceso al parque y los motivos serpenteantes que se desenvuelven en el mismo.
Niki de Saint Phalle sufrió incesto de pequeña. Y violaciones.
Expulsó los fantasmas que la habitaron a través de motivos en apariencia infantiles: el dragón del parque Güell le ayudó exorcizar el horror.
Los motivos del dragón y la serpiente empezaron a multiplicarse en su obra pintada, esculpida y arquitectónica .
Niki de Saint Phalle supo ver en la obra de Gaudí una faceta terrorífica procedente del universo infantil.
Lejos de la iconografía religiosa -y mitológica-, un inquietante humor surgido de los temores nocturnos infantiles recorre la obra de la artista, como del arquitecto Gaudí, que Niki de Saint Phalle intuyó y supo ver.
La iconografía de los cuentos y las leyendas, con las que se sacuden los demonios que asustan y fascinan, ha sido olvidada en la lectura de las obras de Gaudí
Una hermosa y perturbadora exposición antológica sobre el bestiario de Niki de Saint Phalle, en la ciudad francesa de Aix-en-Provence, nos recuerda, hoy, la función sanadora del arte y la necesidad de los monstruos de los cuentos para sobreponerse a monstruos aún más terribles puesto que muy cercanos, reales o imaginarios.


























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